Dos diccionarios enciclopèdicos
José Antonio Millán |
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Diccionario
Enciclopédico Espasa, Madrid, Espasa Calpe,
1995, 2 vols.: 3280 págs., 4.950 pta El pequeño Larousse ilustrado, Barcelona, Larousse Planeta, 1995 1792 págs., 5.950 pta. . |
Las obras de referencia ¾enciclopedias, diccionarios¾ son libros de adquisición preventiva: mientras que sería absurdo comprar una novela "por si hay que leerla algún día", una obra de consulta se adquiere precisamente para que esté a disposición de uno. Inmediatamente está claro por qué ocupan un lugar especial en el imaginario social: signo externo de cultura, garantía de buena formación de los descendientes, ancla de salvación ante dudas repentinas. Si además, son buenos y baratos, se les puede suponer una existencia larga y venturosa. El Diccionario Enciclopédico Espasa se inscribe en el resurgir de la fórmula bolsillo que marcó la anterior temporada editorial, llevando, eso sí, el concepto hasta su extremo. Es una obra en rústica, barata, pero de un tamaño muy respetable: sus dos volúmenes de 13 x 19 cm, totalizan casi 3.300 páginas de un papel fino y resistente, impreso a una sola tinta. Contiene 72.000 entradas y un total de 8.000 ilustraciones (incluyendo cartografía). De un diseño francamente moderno y atractivo, tiene el problema (que ya presentaba la edición en bolsillo del Diccionario de la Academia) de que ni la cubierta ni la contracubierta indican cuál es el primer y cuál el segundo tomo, información confinada al lomo, y que en una mesa de trabajo repleta de materiales puede ser no inmediatamente preceptible. La información léxica y la enciclopédica están agrupadas en una entrada única. Recordemos que léxico es lo que se refiere a la lengua, y enciclopedia lo que se refiere al mundo: modernismo, acepción del nombre común, frente a modernismo, movimiento artístico o literario. Espasa presenta una sola alfabetización que agrupa entradas léxicas, mixtas, y puramente enciclopédicas (como nombres propios). El pequeño Larousse ilustrado, un tomo encuadernado en tapa dura (15,5 x 23,5 cm), impreso a todo color, con casi 1.800 págs., contiene más de 5.000 ilustraciones, cartografía incluida. Los nombres comunes (54.000) están separados de los propios (26.000). Esta división, por lo general clara, y que raras veces exigirá que el usuario repita la consulta, causa algún problema: "guardia civil" aparece en las dos series: como sustantivo y como instituto armado. Hay amplia información complementaria: conjugaciones, refranes, Premios Nobel... ¿Tienen estos diccionarios muchas o pocas entradas? Su parte léxica es más reducida que el léxico de la Academia (que cuenta con 83.000 voces), porque se han suprimido muchas desusadas o dialectales, y se han añadido palabras modernas: jergales (mili, flipar), técnicas (virus informático ¾que falta en el Espasa¾, autopista de información ¾que no está en el Larousse), o de actualidad (fletán, oportunamente presente en el Espasa), todas las cuales son decisiones acertadas. En lo que respecta al proceloso océano enciclopédico ¾todo el planeta, todas las ciencias, y todos los hombres ilustres y sus obras (ciudades de China, militares carlistas, poemas gaélicos)¾, y habida cuenta de que los cánones están suficientemente representados... ¿quién podría quejarse de una omisión, señalar un exceso? |
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[Publicado en El País, en noviembre de 1995] |