Investigar en la Red

 

José Antonio Millán

 

 

Proyecto ATLAS del CERN: http://atlasinfo.cern.ch/Atlas/welcome.html

RedIRIS, la red española de investigación: http://www.rediris.es

Biblioteca del Congreso: http://lcweb.loc.gov/

Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes: http://www.cervantesvirtual.com

Internet 2: http://www.internet2.edu

 

El flanco científico

Matteo Cavalli-Sforza, es un físico italiano afincado en España, que preside la mesa de colaboradores del proyecto ATLAS del CERN, en el que participan 147 institutos de todo el mundo. ATLAS es una compleja malla de centros de Taiwan a Israel, de Canadá a Japón. No se limitan a intercambiarse información: colaboran en la fabricación de complejísimo material experimental. Nada parecido habría sido posible sin la Internet, y concretamente sin el uso del correo electrónico (aislado, o en forma de listas de distribución). Como ya se ha comprobado en muchos proyectos de trabajo en común, incluso la diferencia horaria puede ser positiva: un correo enviado en la tarde española llega a Estados Unidos por la mañana, donde puede obtener una respuesta que alcance Europa al comienzo del siguiente día.

Otro pilar indispensable es la Web o Malla Mundial, que permite poner en común la documentación (muchas veces en áreas de acceso restringido). De hecho, la Web nació en 1989 en el mismo CERN precisamente para facilitar las tareas de los proyectos científicos. En Física, como en otras disciplinas, prácticamente la mayoría de los artículos científicos se publican en versión electrónica (y a veces únicamente en ella). Pero los artículos accesibles por la red no se limitan al presente: los editores de algunas revistas sobre todo norteamericanas, han digitalizado sus publicaciones desde 1985. "Ya no piso una biblioteca", dice el profesor Cavalli-Sforza, no se sabe si con nostalgia o con alivio…

No sólo los investigadores de ciencias "duras" se han lanzado a la Red. La filología, una disciplina milenaria, se ha pasado al manejo digital de documentos y referencias (tal vez en recuerdo de quienes en épocas pasadas gastaron dioptrías y salud mental, por ejemplo en indizar a mano todas y cada una de las palabras de la Biblia…). Luis Íñigo Madrigal es un español catedrático de Literatura Hispanoamericana en la Universidad de Ginebra. Utiliza la Red (combinada con bases de datos en CD-ROM) para hacer indagaciones bibliográficas: "Para una bibliografía sobre Juan Rulfo he buscado en: la Biblioteca de Texas (la mejor en literatura hispanoamericana); en la Biblioteca del Congreso de EEUU; en bancos de datos de revistas o de editoriales (franceses, ingleses, alemanes, españoles); y en la MLA Bibliography (de suscripción, a diferencia de las otras)". También accede a las bibliotecas virtuales, donde ya se puede encontrar el texto de numerosas obras, y está creando su propio sitio de investigación con más obras y enlaces. ¿Cómo se siente al trabajar así? Su respuesta tiene ecos borgianos: "como un niño que imaginó el paraíso bajo la especie de una biblioteca y ahora tiene la más grande del mundo en casa"…

Las áreas tecnológicas están mucho más dotadas que las humanísticas (cuyos profesores en muchas universidades españolas no tienen ni ordenador…). Muchas de sus reuniones se van sustituyendo por videoconferencias múltiples, aunque las comunicaciones disponibles no garantizan generalmente una buena transmisión. Para mejorar la calidad en este y otros aspectos se está creando una red paralela, la Internet 2, que conectará inicialmente sólo universidades y centros de investigación… como en el mismísimo principio de la Internet.

 

 

Pobladores: http://www.pobladores.com

Geocities: http://www.geocities.com/neighborhoods/

Sociedad pro anacronismo creativo: http://www.sca.org/

Klingon: http://www.kli.org

Jewishgen: http://www.jewishgen.org

 

 

Aficiones

Una persona, un internauta; dos personas, un mensaje de correo; tres personas, un chat; cuatro personas, una lista de distribución; cinco personas, un sitio web… Internet ha sido desde el principio un lugar de encuentro. El mismo año en que se creó, 1969, la Universidad de California iniciaba un sistema de comunicación sobre aspectos técnicos del proyecto; pues bien: al poco tiempo, los miembros lo usaban para discutir animadamente… de ciencia ficción.

Hoy, no hay prácticamente una afición que no cuente con alguna presencia en la Red. Las más generalizadas tienen sus propias listas de distribución (envíos de correo a un grupo de destinatarios): en España las hay sobre la tuna, o sobre buceo … Pero si alguien quiere compartir la adoración por su pueblo o la admiración por un grupo musical, no tiene más que crear una página web, y sentarse a esperar.

La gran revolución de la Web está siendo el abaratamiento de la memoria en los servidores, con lo que la mayor parte de proveedores de acceso o de servicios (frecuentemente ligados a compañías telefónicas) ceden espacio a cambio de conseguir un aumento de tráfico o ingresos en publicidad. Un lugar como Pobladores da gratuitamente acceso a Internet, buzón de correo, espacio ilimitado de páginas web, uso de software de creación de páginas, y chats y foros. En ocho áreas temáticas (deporte, música, pero también otras más abiertas) uno puede fundar un "poblado" sobre el tema que sea… y esperar a que vengan a verle. Entre los 3.500 existentes a los dos meses de su apertura, hay sitios políticos (uno sobre situacionismo), otros dedicados a piercing, a la abuela de su creador (¡es cierto!), o a cosas sencillamente inescrutables. Unos tienen 5 visitantes, y otros cientos. En este sentido, la red española va acercándose a la proliferación norteamericana, aunque aún hay diferencias…

El sitio Geocities fue de los primeros en dar gratis casas virtuales, agrupadas en barrios y ciudades. Allí florecen muchas subculturas, que en ocasiones tienen años de existencia, fuera y dentro de la Red. Un paseo al azar me llevó a la página personal de un sacerdote católico gay de Kansas, que en realidad confesaba ser un aristócrata menor en la Turingia del siglo XII. Todo era un efecto de la Sociedad Pro Anacronismo Creativo (a cuyo sitio salté de inmediato), que intenta vivir en la Edad Media, no tal como fue, sino "como debería haber sido": ofrecían asistencia para registrar tu propio escudo heráldico. Salí deprisa, y el siguiente clic al azar me llevó a un sitio denominado "El hogar de los tests de absorbencia de pañales", con fotos y todo lo que nadie querría nunca saber sobre el tema.

Grandes energías se despliegan en muchos proyectos tal vez absurdos: la lengua klingon, creada para la serie Star Trek, está presente en 2.700 páginas, incluyendo el sitio de traducción de la Biblia a esa lengua inventada. Pero muchas investigaciones personales usan los recursos de la red: Diego Schvarzstein, de Barcelona, buscaba datos sobre el pogromo de Ucrania en donde mataron a su bisabuela (1911). A través de un buscador localizó el nombre del pueblo, Polonnoye, en un sitio que no conocía, Jewishgen, dedicado a recopilar datos sobre genealogías judías. A través de él ha podido localizar a sus parientes en América.

 

Publicada una versión reducida en El País, 9 de enero del 2000

 

Para más tipologías de uso de la Red, véase

 

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