Divulgar mejor

25 noviembre 2011 17:17

Bienvenida sea la divulgación, y más en materia de lengua, donde hay tantos prejuicios y malentendidos. Y nos encantan los gráficos. Pero no nos gusta lo que ha hecho la Fundéu sobre los neologismos, porque está lleno de errores.

“[Neologismo] de forma: palabras creadas a partir de cambios morfológicos de vocablos ya existentes en la propia lengua”. Y el ejemplo es “ciber+nauta”. Aquí está la historia del origen de ciber-, que no tiene mucho que ver con la definición…

“cambios semánticos o de significado” ¿No es  completamente redundante?

“Barbarismos: vocablos mal escritos o pronunciados procedentes de otro idioma”. Vamos a ver: si circulan por nuestra lengua, aunque vengan de otra, ¿por qué van a estar “mal escritos o procunciados”? ¡Será un barbarismo, pero accesar está bien escrito! ¿Y en qué se diferencia este “Barbarismo” del “Extranjerismo: vocablo o giro lingüístico que un idioma toma de otro”? ¿Y del “Préstamo: voces procedentes de otras lenguas”?

“Cultimos: palabras que se tomaron de las lenguas clásicas después de la formación del español”. Mala definición, pero además el ejemplo es “portal”, ¡que en su acepción informática viene del inglés!

“Nuevas: Palabras en las que no se emplean estos procedimientos, sino que se recurre a la invención”. Definición rarita, pero además se ejemplifica con “wifi”, que es una marca, sí, pero que proviene del acrónimo de Wireless Fidelity.

“Metáfora: semejanza con el concepto que define”. Puffff… Pero además el ejemplo es:

Como las cosas de Internet vienen de arriba, podemos decir que “bajan”, ¿no? …

En fin…

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Metáforas de la política como fútbol

07 noviembre 2011 15:15

Lamento no haberlo marcado, pero hubo (creo que en el colorín de El País) un artículo de Javier Marías quejándose de que la metáfora futbolística había invadido todos los ámbitos. También habló sobre eso Juan Cruz, en “¿De dónde sacan los políticos sus metáforas“, y José Antonio Zarzalejos publicó un artículo sobre “El fútbol y sus metáforas”, que recoge y comenta Justo Serna.

Para mí, la omnipresencia de las metáforas futbolísticas prueba dos cosas: que el fútbol es lo que más interesa a la gente, incluidos políticos (!), y que les sirve de filtro para ver el universo (!!).

Con ocasión de la actual campaña electoral he empezado a recopilar ejemplos, que etiqueto en Delicious con los tags metáfora fútbol política (haciendo clic en este enlace se pueden ver los primeros que he recogido que voy recogiendo).

Invito a los lectores a que aporten sus ejemplos. Pueden hacerlo directamente en Delicious y con esas mismas etiquetas (cualquiera puede hacerlo registrándose en este servicio; para saber algo más). O también pueden incluir nuevos ejemplos, con su dirección web, en los comentarios a este post.

¿Habrá vida después del fútbol?

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Lingüistas en la creación de marcas

29 octubre 2011 13:13

En la revista New Yorker (aunque por desgracia por línea sólo se accede a un resumen) he leído un bonito artículo titulado “Famous Names. Does it matter what a product is called?“, por John Colapinto (October 3, 2011).

El artículo trata sobre Lexicon, una empresa dedicada al naming, o creación de marcas para productos. No hablamos de logotipos (las imágenes que las identifican), sino de palabras, esas que, como ocurre con kleenex o aspirina, pueden acabar convirtiéndose en nombres comunes para un tipo de productos. Del naming (en español se llama directamente así, lo que, vistas otras acuñaciones, no parece repugnar a la lengua de hoy) ya hemos hablado en otro post, que incluso mencionaba a la misma empresa.

Pues bien: el artículo de Colapinto se centra mucho en el método de trabajo. A mí, particularmente, lo que me ha llamado la atención es la profesionalidad con la que está abordada esta tarea en Estados Unidos. Al fin y al cabo, ellos, inventores de la mercadotecnia contemporánea, saben bien el valor de una marca. El caso es que tienen dos lingüistas fijos, y otros setenta y siete eventuales, repartidos por todo el mundo (para las resonancias no queridas de una marca en otras lenguas, véase lo que pasó con el Mitsubishi Pajero).

El método de trabajo es partir de mapas mentales que resumen las características que se quieren resaltar del producto, y a partir de ahí se trabaja con propuestas: palabras existentes, u otras creadas ad hoc. Lo que parece tener gran importancia son las connotaciones de los términos elegidos. Blackberry (‘mora’ en inglés) contiene el color negro, black, que se asocia con la tecnología. Pero lleva implícito también un chiste visual: los botones del aparato recuerdan al apiñamiento de las frutas polidrupas. Como ejemplo de término inventado, tenemos Pentium, formado con la terminación latina -ium (como en sodium) y la raíz griega de cinco (era la quinta generación de procesadores de Intel). Las marcas no sólo bautizan cosas existentes, sino que las traen a la vida conceptual: Pentium fue el primer procesador con nombre propio en vez de número…

Lexicon trabaja con métodos etnográficos (grupos de usuarios a los que se exponen los nuevos términos), pero también manejan metodologías depuradas, como cambiar al producto de categoría, para explorar mejor las connotaciones de un nombre: “Si Pentium fuera un nuevo modelo de coche, ¿cómo sería?”.

Pero lo mejor ha sido, ya digo, comprobar que los lingüistas sirven para algo…

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Jornadas “Ortografía e imagen personal”

30 septiembre 2011 12:12

Entre el 21 y el 23 de noviembre se celebrarán en Granada, organizadas por el Departamento de Lengua española de la Universidad de Granada las XVII Jornadas sobre la lengua española y su enseñanza, sobre el tema “Ortografía e imagen personal”. Más detalles.

Directores académicos:

Juan Antonio Moya Corral. Catedrático del Departamento de Lengua Española. Universidad de Granada

Esteban Tomás Montoro del Arco. Profesor Ayudante Doctor del Departamento de Lengua Española. Universidad de Granada

Participantes:

Carolina Figueras. Profesora Titular de la Universidad de Barcelona.

Salvador Gutiérrez Ordóñez. Miembro de la Real Academia Española. Catedrático de la Universidad de León.

Jesús Luque Moreno. Catedrático de la Universidad de Granada.

José Antonio Millán. Filólogo, editor y ensayista.

Carsten Sinner. Catedrático de la Universidad de Leipzig (Alemania)

Yo intervendré sobre orto(tipo)grafía y textos en pantalla, o algo así…

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La interlengua al descubierto

10 septiembre 2011 19:19

Cuentan quienes saben de estas cosas que cuando se adquiere una segunda lengua uno habla (y quizás tambien entiende) desde un curioso constructo a mitad de camino entre la lengua materna y la nueva, y que se denomina interlengua.

Este sistema lingüístico (o más bien sucesión de sistemas, pues cambia a medida que se progresa en la adquisición) no es algo percibible o estudiable directamente, por la sencilla razón de que no se manifiesta. Ahora bien (y para eso están los escritores): un autor es muy libre de plasmarla en un relato para describir cómo se desenvuelve un hablante imperfecto de inglés. Esta raro tour de force lo he encontrado en un cuento del excelente autor argentino Fogwill, “Muchacha punk

–¿Qué usted quiere? –Nada, sentarme… Estar aquí como una sustancia de hecho… –dije en cachuzo inglés.

Sin duda mi acento raro acicateó los deseos de saber de la gorda: –¿Dónde viene usted de…? –ladró.

La pregunta era fuerte, agresiva, despectiva.

–De Sudamérica… Brasil y Argentina –dije, para ahorrarles una agobiante explicación que llenaría el relato de lugares comunes. Me preguntaba si era inglés: se asombraba “¿Cómo puede venir uno de Brasil y Argentina sin ser británico?”, imaginé que habría imaginado ella.

¿Sería un inglés? –No. Soy sudamericano, lamentado –dije.

–Gran campo Sudamérica –se ensañaba la gorda.

–Sí: lejos. Así, lejos. Regresaré mes próximo –le respondí.

–Oh sí… Yo veo dijo la gorda mirando fijo a la cara de sapo que hamacó su cabeza como si confirmase la más elaborada teoría del universo. Entonces habló por vez primera y sólo para mí mi Muchacha Punk. Tenía voz deliciosa y tímbrica en este párrafo: –¿Qué usted hace aquí? –quiso saber su melodía verbal.

–Nada, paseo –dije, y recordé un modelo que siempre marchó bien con beatniks y con hippys y que pensé que podía funcionar con punks. Lo puse a prueba: –Yo disfruto conocer gente y entonces viajo… Conocer gente, ¿Me entiende?… Viajar… Conocer… ¡Gente!.. ¿Eh.? ¡Ah..! ¡Así..! ¡Gente..!

Funcionó: la carita de mi Muchacha Punk se iluminaba. –Yo también amo viajar –fue desgranando sin mirarme–. Conozco África, India y los Estados (se refería a USA). Yo creo que yo conozco casi todo. ¡Yo no nunca he ido yo a Portugal! ¿Cómo es Portugal? –me preguntó.

Compuse un Portugal a su medida: –Portugal es lleno de maravilla… Hay allí gente preciosamente interesante y bien buena. Se vive una ola en completo distinta a la nuestra…

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L@s indignad@s en alta voz

02 septiembre 2011 14:14

La costumbre de evitar marcar las expresiones en cuanto al género ha cundido mucho en ciertos ambientes políticos, y el procedimiento escogido para el español ha sido anular la distinción a/o. Las soluciones que se adoptan para ello son muy variadas. Algunas escogen un signo lejano de cualquier letra :

Buenos Aires, 2005

 

Barcelona, 2011

 

Barcelona, 2005

 

Otros optan por fusionar ambas letras, utilizando el signo de arroba, @. Esta es la solución más utilizada en la Web, por ejemplo.

Pero un aspecto de la comunicación digital que tendemos a olvidar es que muchas personas discapacitadas utilizan conversores texto-habla para acceder al contenido de una página web. Pues bien: estos usos pueden dar lugar a monstruosidades cuando caen en manos de un sistema automático. Pulsando el control inferior podremos oír cómo lee esta frase (lo contó en un tuit @jdelacueva):

Como se está demostrando en acciones, manifestaciones y asambleas, l@s indignad@s son much@s m@s que las que están en las plazas.

 

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Gloria y desaparición del diccionario en la era digital

01 agosto 2011 12:12

Con este título he publicado un artículo en El País. Comienza así:

Los diccionarios son uno de los muchos objetos que han desaparecido de la mesa de trabajo de escritores, estudiantes, investigadores…, junto con bolígrafos, cuadernos y tablas de logaritmos, sustituidos todos por un rectángulo iluminado provisto de teclado. No es que hayan perdido su utilidad, sino que las funciones que cumplían las cubren ahora un conjunto de programas y sitios web.

En él analizo características lingüísticas y técnicas de los diccionarios digitales, por lo que me perdonarán que incluya este post tanto en mi blog de lengua como en el de edición.

Foto:  diccionario de húngaro y tabla de logaritmos
ayer en un mercadillo de Cadaqués

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La perversión de la comunicación con bots

19 junio 2011 13:13

En el mundo actual abundan los robots o, mejor dicho, los sistemas de comunicación automática, que pretenden funcionar como seres humanos. Están muy extendidos porque las empresas que los usan no tienen que pagar su nómina ni Seguridad Social. A cambio, el trato que dan al público que no tiene más remedio que lidiar con ellos es francamente  malo.

Un sistema automático tendría que advertir de entrada que lo es, y no alentar la confusión de que al otro lado del teléfono o del formulario hay un humano. Pues bien: el “Asistente virtual” que propone el sitio de RENFE hace lo contrario: de entrada, aparece bajo la imagen de una chica rubia, que le dice (por escrito) al cliente:

Soy Irene, asistente virtual de Renfe. Encantada de atenderte.

Puedo intentar contestarle lo que desee sobre Renfe trayectos y horarios, cómo contactarnos, quiénes somos, cuales son nuestras últimas promociones… También puedo aclararte algunas dudas sobre mí y responder preguntas comunes.

Bueno: empezamos bien… como ya señalamos en un post anterior, no hay que tutear al desconocido usuario que llega a la web, y menos con esta alternancia de tratamientos (“atenderte, contestarle, aclararte”)… ¿en qué quedamos?

Luego: intente, intente usted preguntarle algo… Si formula la cuestión que necesita con la economía de medios y la sintaxis reducida que hemos aprendido a usar con los buscadores (“asignación puntos tarjeta”), “Irene” protesta, esta vez de usted:

Ya veo que me toma por un buscador, imagine que soy una persona.

o bien

Noto que me toma por un buscador. Imagine que está en un chat y formule sus preguntas de manera natural.

Ah, perdón, perdón (se ve uno tentado de contestar), había pensado que estaba ante una maldita máquina, pero no quería ofenderla; repito mi pregunta: “¿Cómo podría asignar los puntos a la tarjeta?”.

Da igual… El o la “asistente virtual” le mandará a una entre un puñado de respuestas predefinidas, mal redactadas y farragosas, que por supuesto no resolverán sus dudas.

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Teléfonos “digitales”

21 mayo 2011 19:19

Llevo unos días atrapado en uno de los infiernos contemporáneos más comunes: la operación de cambiar en un caso, y conseguir nuevo en otro, teléfonos móviles para mis hijos. Por fortuna, la horrible experiencia, consumidora de horas y de paciencias, ha albergado en su seno dos aspectos benéficos. El primero ha sido comprobar que el mal trato e ignorancia de Movistar no está reservado en exclusiva para sus clientes, como yo pensaba: he visto cómo lo sufría también el personal de sus propias tiendas cuando llamaba a la central en demanda de ayuda. Bueno: siempre es un consuelo…

El segundo ha sido escuchar a una clienta entrada en años pedir: “Un teléfono, pero no de esos digitales [aquí hacía el gesto de quien opera en una pantalla táctil], sino de teclas”. ¡Maravilloso!: como es sabido, digital viene de dígito, ‘dedo’, pero tiene dos acepciones. La primera (y más antigua) es ‘relativo al dedo’, como en “huellas digitales”; pero la más frecuente en la actualidad es la que se opone a analógico, es decir, algo así como “basado en señales discretas, según la teoría de la información“. Una extensión de esta última es el amplísimo uso de digital como sinónimo de informático o de “propio de las tecnologías de la información”.

Mi (involuntaria) informante había tomado, en este mundo de iPhones, iPads e iPods que se accionan con el dedo sobre la pantalla, digital en el primer sentido, que le parecía venir como anillo al dedo. Había hecho algo así como una “etimología popular culta”, y por cierto, bien bonita…

Al revisar el DRAE para ver cómo andaban las definiciones de estas cosas, me ha sorprendido la pobreza de su situación actual (en esencia, idéntica a la que denuncié en mi artículo del 2004, “Los términos informáticos en el Diccionario de la Academia”). Digital sigue siendo:

1. adj. Perteneciente o relativo a los dedos.

2. adj. Referente a los números dígitos y en particular a los instrumentos de medida que la expresan con ellos. Reloj digital.

¡Y nada más! La cosa es grave, cuando comprobamos (gracias a DIRAE) que el adjetivo aparece en su acepción hoy más corriente (y ausente del diccionario) en otros artículos, como digitalizar: “Registrar datos en forma digital” (!). En fin… Véase lo que decía sobre ambas palabras hace ya siete años.

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Dirae: consulte el DRAE como ya no podía hacerlo

13 mayo 2011 13:13

Ha aparecido Dirae.es, una creación de Gabriel Rodríguez Alberich. Cito de Barrapunto:

Un diccionario inverso se parece un poco a Google, igual que un diccionario normal se parece a un navegador. En un navegador, introduces una URL y te aparece la página que deseas, igual que en un diccionario buscas un término y te aparece su definición. En un diccionario inverso la búsqueda se hace en la definición, y el resultado es el término que corresponde con esa definición (igual que en Google introduces palabras, las busca en el contenido de las páginas web, y el resultado es la lista de URLs donde aparecen esas palabras). Dirae.es es un diccionario inverso basado en el Diccionario de la Real Academia, que gracias a ese funcionamiento retrógrado multiplica su utilidad más allá de la pura definición de términos.

Escogiendo bien los términos de búsqueda, Dirae puede servir también como tesauro asociativo, buscador etimológico, buscador de sinónimos, buscador de categorías gramaticales y otras funciones lexicológicas. Puedes echarle un vistazo a los ejemplos de uso para empezar a probar su funcionamiento.

Pero vayamos por partes: Dirae es una aplicación utilísima, y todos los hispanohablantes y cualquier persona interesada por el español debería donar al menos un euro a su autor. Pero no es un “diccionario inverso”, porque un diccionario inverso es otra cosa.

Bien. Aclarado este pequeño escollo terminológico, diré que Dirae permite consultar cualquier elemento presente en la base de datos del Diccionario de la Real Academia, algo que no se puede hacer ni con el CD-ROM ni con la aplicación en línea. Dirae permite buscar por palabras presentes en la definición, por origen etimológico, por marcas en las acepciones (por ejemplo Germ. de Germanía), y permite crearse un diccionario de locuciones latinas o incluso rastrear recetas

En resumen: da al usuario del diccionario pleno control sobre lo que quiere conseguir de él, en vez de que se limite a buscar definiciones.

Hay que señalar que estas posibilidades que ofrece Dirae estaban ya presentes (junto a otras varias) en el primer CD-ROM que se hizo sobre el diccionario (1995), que creamos mi hermano Rafael Millán y yo mismo, pero luego desaparecieron de las siguientes versiones del CD-ROM. Tan útiles eran que muchos estudiosos han mantenido instalada esta versión en sus ordenadores (aunque ya no se corresponde a la edición en vigor del diccionario) para poder seguir utilizándolas.

Pensando un poco mal, hay que reconocer que estas posibilidades de exploración exahustiva de la base de datos del DRAE saca a la luz algunas de las vergüenzas de la obra, mejoradas en ediciones recientes, pero aún no desaparecidas del todo…

Cito de nuevo a Barrapunto:

Las remezclas de servicios públicos como Dirae.es son ejemplos de lo que en NTK llamaban “usabilidad de guerrillas”.

Dado que los sitios oficiales son nefastos, es casi un deber cívico extraer los datos y dotarlos de mayor utilidad.

En efecto: es una vergüenza que formas de acceso a una obra que ha recibido tanto apoyo de fondos públicos, y que son tecnológicamente posibles y culturalmente deseables no existan desde hace años en el sitio oficial de la RAE, y que haya tenido que ser una acción privada y altruista quien las lleve a la práctica.

[Pido excusas por publicar también este post en el blog de al lado].

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