El ereader encadenado
10 febrero 2012 11:11
Un ereader para una persona mayor; ya van varias veces que me formulan esta consulta: ¿qué lector de ebooks podría comprarle a mi padre, madre… que tiene setenta, ochenta y tantos años…?
La pregunta me la hace gente que no tiene una experiencia especial en el mundo digital. Pero sí tienen muy claro qué es lo que necesita el destinatario: un aparato en el que se lea bien, que tenga acceso a suficientes libros en español, que no sea muy caro… Y (esto es muy importante) que no necesite conectarse al ordenador para cargar libros.
Fijémonos en la situación: se trata de una casa en la que viven una o dos personas de edad, que no tienen ordenador. Mis consultantes, movidos por la propaganda o por sus deseos, se imaginan un aparato autónomo desde el que se pueden descargar libros y leerlos, sin más. Y entonces pregunto: “¿No habrá wifi en esa casa, no?”. No lo hay, claro: ¿por qué habría de haberlo, si no hay ni ordenador?
Existen ereaders que para comprar libros se pueden conectar vía 3G, es decir, por telefonía móvil. El Kindle Keyboard 3G (que no se puede encontrar en el sitio de Amazon España) tiene una cobertura gratis de 3G para conexión con Amazon, aunque vale un 50% más que el normal, pesa casi un 50% más y es más grande. Además, está sólo en inglés. El Kindle DX es aún más grande y caro (aquí hay una comparativa). La mejor opción sería el Kindle Touch 3G, que en cualquier caso también se debería comprar en Estados Unidos. Y, vistos los problemas que hay entre tiendas de Amazon, y aunque parece que desde la tienda americana se puede acceder a ¿la mayoría? de los libros en español, está opción no parece recomendable.
Y eso es prácticamente todo: ni el ereader de Casa del Libro, Tagus, ni el de Telefónica, eBook BQ, tienen versión 3G, aunque esta última está anunciada. Y comprar un tablet, del tipo que sea, sólo para leer libros, no parece aconsejable…
Por lo general, entonces, mis consultantes acaban comprando un ereader cualquiera (el más barato) y cargándolo de libros en su ordenador, para luego entregárselo relleno a su destinatario. Cuando el usuario quiera algún libro concreto, se llevarán el lector, y lo recargarán en su equipo, para devolverlo a continuación a su poseedor. Y esto es una pena, porque los editores pierden así la compra de impulso que habrían podido tener, y los usuarios pierden autonomía.
Los ereaders son muy buenos para los mayores, empezando por el simple hecho de que pueden agrandar su cuerpo de letra. Territorio eBook hizo una campaña de ereaders con lectores entre 55 y 75 años, con resultados muy buenos. Pero mientras no se puedan independizar del PC no desarrollarán del todo sus potencialidades con las personas mayores.
Photo by C. Frank Starmer, licensed under a Creative Commons License
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