Del signo a la declamación

Una obra atrevida que relaciona enciclopédicamente muchos aspectos del estudio del lenguaje

José Antonio Millán

 

 

 Oswald Ducrot y Jean-Marie Schaeffer
Nuevo diccionario enciclopédico de las ciencias del lenguaje
Edición dirigida por Marta Tordesillas
Versión española de Mª del Camino Girón, Teresa Mª Rodríguez y Marta Tordesillas
Arrecife. Madrid. 1998. 744 págs.
6.000 pta

 

De tiempo en tiempo surge entre los estudiosos el deseo --y la necesidad-- de agrupar en una obra los muchos aspectos novedosos, la reinterpretación de conceptos hitóricos y las numerosas interrelaciones que se dan entre las disciplinas que estudian el lenguaje. Ese impulso explica la presencia de obras tan útiles y diferentes como el temprano Diccionario de términos filológicos de Fernando Lázaro Carreter (1953), el Diccionario enciclopédico de las ciencias del lenguaje, de Ducrot y Todorov (1972, ed. española de 1974) o la Enciclopedia del lenguaje de David Crystal (1987, ed. española de 1994)

Este Diccionario enciclopédico… apareció originalmente en 1995, como sucesor de su título homónimo, aunque conserva poco de éste. Tiene una organización conceptual, más que alfabética, repartida en una cincuentena de artículos que definen más de un millar de términos (éstos, como los autores utilizados, se agrupan en índices finales). La versión española es cuidada, y añade elementos sobre nuestra lengua.

Una característica destacada es que (como indica el plural del título) en esta obra se presta atención a diversos puntos de partida y metodologías en el estudio del lenguaje. Sobre todo, destaca la presencia de las cuestiones literarias al lado de las más puramente lingüísticas "a pesar de que existe una cierta desigualdad en el nivel de rigor alcanzado en unas y otras", como dice la Introducción. El lector avisado deducirá que el menor "rigor" corresponde a las cuestiones literarias.

El lenguaje, pues, es presentado en sus relaciones recíprocas con el discurso, oral o escrito, lo que hace que haya artículos sobre retórica, poética, narratología o semántica al lado de otros sobre escritura, prosodia, adquisición del lenguaje, arbitrariedad del signo o funciones sintácticas.

Esta perspectiva, voluntariamente "filológica", es quizás el rasgo más destacado de una obra que aparece como un intento valiente de dar coherencia a un conjunto de saberes históricamente heterogéneos, pero de indudable valor a la hora de comprender globalmente el funcionamiento del lenguaje. Se trata (si se nos permite la expresión) de una obra muy francesa: osada, con frecuentes saltos en el vacío, pero que presta atención a aspectos y temáticas que no encontraríamos en ningún otro lugar. ¿Quién, si no, dedicaría un artículo a la "enunciación teatral"?

[Publicado en El País, en octubre de 1999]  

 

salida