Flor de farola

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Dos vividores de poco fiar

José Antonio Millán

 

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Flor in context, plaza de Colón

número: 8
tamaño: 9,1cm de ancho x 7,2 de alto
medio: mecanografiado, con adiciones mecanográficas en stripping
transmisión: fotocopia
lugar: pegado a una farola, en efecto
localización: Barcelona, paseo de la Bonanova, etc.
fecha: 2 de marzo de 1998
comentario:  

 

En principio, nada tiene que extrañar que los agravios y las peticiones de justicia salten a las farolas. Parafraseando una pintada autoreferente que apareció cerca de mi casa ("Las paredes callarán cuando los pueblos sean libres"): las farolas callarán cuando la justicia sea rápida y efectiva; tal vez nunca. Hay muchos pasquines que exponen agravios, imaginados o reales, y entre ellos...

Esta breve "papeleta" (terminología del anónimo autor ¾o autores) es un buen caso. Lo primero que llama la atención de ella es su dispersión geográfica. Se la puede encontrar absolutamente por toda Barcelona, desde la montaña (he visto ejemplos encima de la Bonanova) hasta el mar. Pero comencemos su lectura.

La cursi cursiva (de invitación de boda), las esquinas superiores recortadas, por mor de la referencia al mismo género, toda la puesta en escena se ve turbada por el brutal "OJO" que la corona. Para, a continuacion, esgrimir el meloso encabezamiento: "Distinguido vecino". Ya está claro: este pasquín habla la lengua de la derecha, del conservadurismo, y el resto de los datos corroborará esta impresión. "Distinguido" proviene del campo de la formalidad oficialista, o aún peor: del quiero-y-no-puedo de las clases medias distinguiéndose a sí mismas mediante la distinción a sus iguales. Lo de "vecino" pretende acercar, aproximar al lector: quien habla es un próximo. Aunque, dada la dispersión de la siembra, más que de vecindad geográfica se debe de tratar de la comunidad bienpensante. Sí: el "OJO" es el "¡ojo!" de los columnistas o tertulianos de derechas.

Bienpensantes sus autores, sí, aunque no muy cultos: "le comunicamos atraves [sic] de esta papeleta para prebenirles [sic] de este  matrimonio de dentistas que son dos vividores de poco fiar". ¡Dos vividores de poco fiar! Reparemos en el endecasílabo: ¿a qué nos suena? ¡Al título de una película, o más bien de una obra teatral! ¡Sí, eso!: ¡al título de una obra teatral de los años sesenta! Los anónimos autores califican de esta manera a un "matrimonio de dentistas" que les han agraviado. El "este" que le precede remite al pie de la papeleta, donde aparecen sus nombres (aunque no en las que reproduzco: véase más abajo). Y recojamos por el momento esa nota, "vividores" que tiene connotaciones aventureras, junto a las delictivas...

Siguen: "Han ocasionado perjuicios a varios pacientes en distintos barrios". La sucesión "varios... distintos" tiene su reflejo, en efecto, en el reparto de varios pasquines por distintos barrios. Para terminar: "no [sic, por la minúscula tras el punto] se deje engañar [sic, por la falta de puntuación] es un consejo de unos pacientes".

Hasta aquí, bueno... una denuncia de un comportamiento negativo, quizá claramente delictivo, si se produce como norma, con ánimo de lucro encaminado a labrarse una vida muelle ("vividores"). Los anónimos difusores, "vecinos" de alguno de los barrios por donde se desparraman su mensaje, puede que tengan razón, puede que hayan sido víctimas de los manejos desaprensivos de unos timadores, puede incluso que otros conciudadanos también lo hayan sido, puede que hayan intentado denunciarlo en una comisaría (je je), o ante el Colegio de Médicos (jua jua); puede que no les hayan hecho caso y puede que, en su estilo verboso y antañón, rezumando su ideología por las poros, en letra cursiva y con las esquinas recortaditas para hacer mono, hayan desparramado esta nota por las farolas, para bien general.

Pero no me lo creo.

Y no me lo creo porque al memorial de agravios y al aviso de naturales han añadido un comentario torcido, en la esquina. Un comentario materialmente postizo: hubieron de recortarlo y pegarlo encima, oblicuamente; he visto ejemplares en los que falta (como si en algún momento del proceso de la edición se hubiera perdido, y no se hubiera detectado en ciertos casos). La apostilla es: "Son sudacas".

El uso del término despectivo revela, para mí, mucho sobre los autores. La mención de la procedencia de los denunciados en casos como estos no es pertinente, y cuando tiene lugar intenta arrojar sobre el colectivo mencionado alguna mancha. Pero aquí hay más. Si se hubieran limitado a decir "son sudamericanos", habría existido esta descalificación. Pero el término sudaca representa algo más: la toma de postura apriorística, el odio, la sospecha de entrada.

Y por eso borré los nombres de los dentistas de estas reproducciones de la papeleta.

 

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El paso del tiempo sobre una flor de farola...

 

Además, he visto ejemplos en la calle Muner, Muntaner con Laforja, Via Laietana abajo y plaza de Colón venusup.gif (901 bytes)

NOTA SOBRE NAVEGACIÓN:
El color
azul indica los enlaces interiores a la obra; el verde, los enlaces a otra parte del mismo sitio, pero que representan de algún modo un excurso o desvío, y por último el rojo los enlaces ajenos.

última modificación: 6 de noviembre de 1998

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