Ilustraciones de Arnal Ballester
Fe de erratas:
El color original de las ilustraciones de Arnal Ballester era el ocre que se ve en las
reproducciones de esta página.
Un error de la editorial lo convirtió en un rosa fosforescente, tal vez bonito, pero que
no era el que tenía que llevar... |
Base
y el Generador misterioso
(una aventura digital)
José Antonio Millán
Capítulo 1
La llegada
Aquella mañana supongo yo la Unidad Central del ordenador se despertó cuando se lo
ordenaron. Se estiró, miró su reloj (que por suerte, nunca duerme, de forma que en los
ordenadores se sabe siempre qué hora es) y empezó su trabajo.
Aunque era una mañana especial, ella no lo sabía, de
forma que hizo lo que hacía todos los días al principio. Vio cuánto espacio libre
había por ahí, qué aparatos tenía conectados el ordenador y, en una palabra, se
enteró de cómo estaba todo. Luego encendió la pantalla, extendió un bonito papel de
fondo, sacó de los cajones los iconos que tenía preparados y los repartió por todos
lados para indicar a sus dueños qué es lo que podían empezar a hacer. Por último, para
avisarles de que estaba despierta, cantó una musiquilla especial que supongo que les
enseñan en la fábrica, porque todas la saben igual.
Y creo que ya es hora de decir por qué esa era una
mañana más especial que las demás: ¡porque era la mañana en que yo empezaba a
trabajar! Dejad que me presente: yo soy una unidad digital, un programa de Base de datos.
Me podéis llamar Base: en realidad tengo un nombre más complicado, pero cuando trabajo
con las personas prefiero que me llamen así. Con las personas hay que comunicarse
despacio, con palabras fáciles, y la mayor parte de las veces se les olvidan la mitad de
las cosas. Yo, sin embargo, no olvido nada. Y esa es mi tragedia, y por eso me fue tan
mal, y tan bien, y corrí tantas aventuras. Pero ese día yo aún no sabía nada
Base y el Generador misterioso
tiene otras muchas cosas:
viajes por la Red, virus y antivirus, riesgos y peligros (aunque acaba bien).
¡La primera aventura digital para pequeños y mayores!
Diciembre del 2005:
edición japonesa,
traducción de Shizuka Todoroki
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