Destrucción de un jardín
11 octubre 2009 17:35
Un jardín no sirve sólo de solaz para los habitantes de la casa que rodea. Cualquier persona que pase por la calle se beneficia de la amplitud que genera, de la contemplación de los árboles, de la temperatura agradable que propician y de los aromas de las plantas. Por eso es muy triste ver hoy el destino del jardín de la esquina del paseo de la Bonanova y la calle Mandri.
Las fotos de la esquina con árboles son instantáneas del pasado, conseguidas gracias a Google Street View, que actúa así de involuntario notario de lo que se ha ido. La foto superior es mía, de ayer.
El magnífico jardín correspondía al edificio de las Misioneras de la Inmaculada Concepción, congregación creada en 1850, y fue donde al parecer tuvieron noviciado y colegio. En los últimos tiempos han compartido el edificio el Conservatori Superior de Música del Liceu y la Clínica Bonanova. No se a cuál de estas entidades corresponde la responsabilidad de esta pérdida, o si tal vez al trazado de la nueva línea de metro, que tantos desaguisados va dejando a su paso. Pero es una pena. Una pena irreparable.
La conversión del paseo de la Bonanova en una adocenada sucesión de feos edificios comienza con la alcadía de Porcioles y culmina brillantemente (por el momento) con esta intervención digna de Hereuville.
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