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Imagen superior: detalle de un dibujo para la campaña contra el derrame del petrolero Erika, en http://www.les-verts.org/erika/ Sobre el derrame del Prestige, un excelente artículo hecho por un profesional de la mar (que debe ocultar su nombre). |
El escandaloso accidente del petrolero Prestige y la marea negra por él causada han hecho habitual en los medios de comunicación españoles un vocablo, chapapote, cuyas peregrinas variantes (chachapote, chapatote) delatan su exotismo y novedad para los oídos peninsulares. La primera definición que de chapapote se hace en un texto español es la que trae fray Bernardino de Sahagún (1500-1590) en su Historia general de las cosas de Nueva España:
Dice más Fray Bernardino, dice:
Entre el chapopotli de que habla Sahagún y el chapapote que en estos días emporca las costas de Galicia (por más que ambos salgan de la mar) hay, no sólo casi cinco siglos de distancia, sino otras diferencias. Aquél, el de los indios de la Nueva España, estaba mucho más cerca del actual chicle (vocablo que proviene, precisamente, de ese txictli mencionado en el texto) que del petróleo poco refinado y maloliente de que tanto se habla en estos días. Éste no lo mastica ya nadie, ni las públicas mujeres ni los sométicos, por más que las dentelladas que produce sigan sonando como castañetas. Sahagún escribe chapopotli, intentando reproducir la fonética nahua, y esa forma, en nuestra lengua, hubiera dado chapopote. Francisco J. Santamaría, en su Diccionario general de Americanismos (1942), s.v. chapapote, escribe:
pero, en el mismo lugar, s.v. chapopote, dice:
Santamaría parece haberse convencido a sí mismo, pues en su Diccionario de Mejicanismos (1959), la entrada principal corresponde a chapopote, en tanto chapapote es allí una «Variante común de chapopote forma usual aun cuando no sea la más correcta».
Por su parte, la Real Academia incluye chapapote por primera vez en su Diccionario de 1884, definiéndola como «Brea natural que se encuentra más ó menos líquida en las isla de Cuba y Santo Domingo y en otros puntos del globo. Frecuentemente se la ve sobrenadar en las aguas del Atlántico intertropical»; conviene retener la segunda parte de esa definición, sobre la que luego volveremos. Antes que en el de la Academia, chapapote había sido incluido en los diccionarios de Domínguez (1853: «Mar. Especie de betún que tiene el mismo uso que el alquitrán») y de Gaspar y Roig (1853: «Perú: asfalto»). En 1889 la Academia cambia su definición; chapapote es ahora una «Voz caribe» que nombra un «Asfalto más ó menos espeso que se halla en las Antillas». Un nuevo cambio sobreviene en 1992, chapapote es «De or[igen]. nahua o caribe» y se encuentra «en México y las Antillas»; hay, también en 1992, una segunda acepción académica: «Cantabria y Gal[icia]. Alquitrán». Más precisiones trae, aún, la edición del 2001: «Chapapote. (De or. nahua o caribe) m. Asfalto más o menos espeso que se halla en México, las Antillas y Venezuela. || 2. Cant. y Gal. alquitrán. || 3. coloq. Ven[ezuela]. Sustancia viscosa de cualquier tipo extendida por el suelo». En cuanto a la forma chapopote, el primer cuerpo léxico español que la recoge es el de Alemany y Bolufer, en 1917, «En Méjico, chapapote», dice. Ese decir, repetido por la Academia en la edición de su Diccionario Manual de 1927: «Méj[ico]. Chapapote», es mantenido hasta la del usual de 1992, donde se lee: «chapopote. (Del nahua chapopotli) m. Méj. Chapapote, asfalto». Como se observará, chapopote está signado como de origen azteca, en tanto chapapote, curiosamente, era para la Docta Corporación, primero de origen caribe, y luego de origen nahua o caribe. Contra ese parecer ya había reaccionado don Fernando Ortiz, el ilustre humanista cubano, en su Contrapunteo cubano del tabaco y el azúcar (1940), cuando indicaba que, en su patria, se decía chapapote, «con esa misma voz mexicana y no caribe, como erróneamente dice el Diccionario de la Academia». Para introducir cierto orden en este aparente galimatías conviene establecer un resumen de lo dicho. Chapapote (o chapopote) designaba en el México prehispánico dos cosas diversas, aunque de un mismo origen: un betún que se quemaba y una materia que se mascaba. Actualmente designa sólo al alquitrán o asfalto (aunque tiene, también, algunas significaciones metafóricas). Chapopote es la forma utilizada singularmente en México (también en la costa atlántica de Colombia: Costeñol versus español, José Elías Cury Lambraño, http://www.banrep.gov.co/blaavirtual/letra-c/cost/dedi.htm); en otros lugares (Cuba, Venezuela, ahora España) se utiliza chapapote. Múltiples ejemplos literarios, toponímicos y folklóricos corroboran esta última división diatópica; el corrector ortográfico de Word 97 (en su variante de español tradicional) propone, sin embargo, corregir chapapote, e incluso chapopotli, cambiándolo por chapopote. En España chapapote, con el significado de petróleo crudo, asfalto o alquitrán, parece haberse empleado al menos desde el siglo pasado. Benito Pérez Galdós en Trafalgar, publicada en 1873, habla de un «barril de chapapote» y repite la palabra en Fortunata y Jacinta (1885-1887), para nombrar el betún que cubre la cara de un niño disfrazado de negro. Desde 1927 (y hasta 1989), sin embargo, el Diccionario de la Academia incluía, bajo la voz chapote, la siguiente definición: «Especie de cera negra que mascan los americanos para limpiar los dientes», que parecía hacer mención de uno de los significados primitivos de chapopote (o chapapote); pero probablemente se trata de una confusión. Chapote es una variante de zapote, palabra de origen nahua, que da nombre a una familia de plantas, las zapotáceas, de una de cuyas especies, el chiczapotl, chicozapote o zapotillo (Manilkara zapota, o Achras zapota), se obtiene una especie de látex que es la materia prima del txictli o chicle. Con todo, chapapote (o chapopote) tiene hoy, en el ámbito hispánico, otras significaciones que las de alquitrán: en la jerga de los drogadictos norteamericanos de lengua española significa heroína; en la República Dominicana designa al arroz demasiado cocido; etc. etc. ¿Cómo llegó la variante chapapote, con el significado de alquitrán, hasta Galicia,? Pueden proponerse dos hipótesis, que no se excluyen: a través de la gentes del mar (pescadores, marineros), o a través de los emigrantes gallegos a América. En favor de la primera está el que la palabra es usada bien como equivalente de la brea que servía para calafatear las embarcaciones, bien al «betún que sale de la mar», según la expresión de Sahagún. En favor de la segunda, que la variante utilizada chapapote (y no chapopote) es la usual en países que han recibido una gran migración gallega (Cuba, Venezuela). Poco importa cual es la verdadera (y puede que las dos lo sean): chapapote llegó a Galicia y, a través de ella, a nuestra lengua, en labios del pueblo. De los mismos que hoy recogen con medios precarios y apretando los dientes la materia viscosa y pestilente en que se ha convertido el chapapote. Estas líneas, que pueden parecer una frivolidad, intentan ser un homenaje a ellos.
P.S. Con la llegada de la marea negra a las costas de Asturias, una nuevo vocablo se utiliza en los medios de comunicación para referirse al chapapote: galipote. Pese a la semejanza fonética (quizá no casual), galipote, del que la Academia dice, desde 1936 hasta hoy, con mínimas variantes: «Galipote (del fr. galipot). m. Mar[ina]. Especie de brea o alquitrán para calafatear», proviene, efectivamente del poco usual francés galipot, que es definido en Le Dictionnaire de l'Agronome, 1764, como «Espece d'encens blanc. C'est une gomme résineuse qu'on tire du pin par des incisions». Galipot es incorporado al Dictionnaire de L'Académie française, en su quinta edición, de 1798, como «subs. m. Résine liquide qu'on tire du pin par incision», definición que la Academia Francesa cambia en su octava edición del Diccionario (1932-1935) por la de «Résine solide qu'on tire du pin par incision. Il désigne aussi une sorte de mastic fait de résine et de matières grasses». El galipote original es semejante a lo que, en español se llama pez, resina, substancia de color pardo amarillento, pero su evolución y significado (como el de chapapote) ha cambiado a lo largo de los siglos. Galipote, con el significado de brea se utiliza en diversos lugares de España, por ejemplo en Alicante. |
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