Bollos y papayasVocabulario erótico cubano José Antonio Millán |
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Marlene García y José R. Alonso |
Basta asomarse a los escritores cubanos para descubrir su riqueza en vocabulario erótico: el juego verbal emula el juego amoroso. Este diccionario documenta con abundantes ejemplos un mundo de palabras y sentidos que, como dice su prologuista Berlanga, "lo que nos están ofreciendo es toda una manera de entender la vida". Encontramos en él unas 800 voces y expresiones, algunas de ellas comunes con el español peninsular (paja por masturbación), aunque en ocasiones ofrezcan construcciones propias (la variante hacerse o botarse una paja). Las plantas y animales de la isla generan su vocabulario propio (papaya por la vulva, o pubis femenino), así como ciertas actividades propias de esa cultura (rayarse la yuca, masturbarse el hombre). Las definiciones son por lo general breves y acertadas, en ocasiones con resabios de la lexicografía añeja (a la que la obra a veces intenta emular: "Dícese de ", "u. t. c. adj.", y cosas así). En ocasiones no carece de humor, y de críticas más o menos irónicas al régimen castrista... Hay abundantes citas de literatura cubana, lo que justifica el subtítulo de la obra. Por ultimo, a veces se aventuran etimologías u orígenes:
En voces de importancia, como jinetear o papaya, se propone un breve ensayo, casi siempre rico en ideas y datos comparativos (las calas lexicográficas del precursor Pichardo, o formas en uso en otros países americanos) En resumen, un buen diccionario no profesional, muy rico en datos y citas, divertido de leer y que descubre esquinas verbales insospechadas (para un peninsular):
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Última versión, 1 de octubre del 2001 |
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