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De Quico a MurphyLa parte más fláccida
del vocabulario,
José Antonio Millán |
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Manuel Seco y Olimpia Andrés, Diccionario fraseológico documentado del español actual. Locuciones y modismos españoles, Madrid, Aguilar, 2004. 1088 págs. También de Manuel Seco:
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La aparición hace cinco años del revolucionario Diccionario del español actual (DEA) vino acompañado de la promesa de obras derivadas, afluentes surgidos de su generoso caudal. La primera es, oportunamente, esta obra, que ha metido en el corsé lexicográfico la parte más flaccida del vocabulario: (frases hechas, modismos...). Las locuciones son aquellas expresiones cuyo sentido no puede deducirse sólo de la suma de sus partes (traer algo "cogido con alfileres"), que se enuncian de forma fija ("visto y no visto") o que son formas típicas de decir algo ("dormir como un bendito"). Entre ellas apenas hay refranes salvo los incorporados a expresiones, pero sí comparaciones bajo cualquiera de sus formas: "como una Dolorosa" o "más que una Dolorosa" o "hecho una Dolorosa" ("tb con minúscula"), o modismos que utilizan personajes prototípicos ("ponerse como el Quico") o innovaciones ("la ley de Murphy"). Estas expresiones son importantes porque constituyen procedimientos expresivos muy utilizados. A pesar de las dificultades que encierra su interpretación para el hablante que no los conozca, y por supuesto para el extranjero, los diccionarios los han recogido de forma irregular. En parte esto se debe a la dificultad de reconocer qué combinaciones son realmente locuciones, y por lo compleja que es su función en la frase. Algunas locuciones actúan como nombre ("cuatro gatos"), como adjetivo (mujer "de carácter"), como verbo ("dar tres cuartos al pregonero"), como adverbio ("en honor a la verdad"), como conjunción ("que si esto, que si lo otro"), como preposición ("a la luz de los últimos trabajos"), como interjección ("toma ya") o como fórmula oracional ("¡Y un carajo!"). A propósito: siguiendo el uso del DEA, este diccionario huye de la pudibundez lexicográfica y acoge, marcándolas, expresiones vulgares o jergales. Valga como ejemplo la veintena larga de locuciones recogidas s.v. "cojón": "con dos cojones", "de cojón de pato (o de mico)", "de cojones", "hasta los cojones", etc. Aparte de la exhaustiva presentación de variantes, cuando hace falta se añaden informaciones de uso:
El conjunto de datos que aporta cada entrada es extraordinario, destacando en él la cuidadosa delimitación de su empleo. Valga este ejemplo:
La obra presenta una "Guía de consulta" inicial que remite a la entrada, ahorrando vacilaciones y poniendo en contacto además expresiones quizás afines (darle a la húmeda, a la lengua y a la sinhueso). Cada expresión se ordena por distintos criterios, lo que sirve también para reunir estructuras sintácticamente similares: comparativas con como (de "como a Cristo dos pistolas a "como unos zorros"), con más... que ("más adj que Dios"), que por supuesto también se pueden localizar por el término de la comparación ("palomo cojo"). Las entradas siempre presentan citas, y la base de datos textual a partir de la que se ha elaborado abarca desde 1950 hasta este mismo año [2004], lo que garantiza el carácter actual de la obra, y al tiempo que podamos usarla para decodificar textos no estrictamente de hoy (figura la novedad léxica dar yuyu, pero también el más lejano de buti o el clásico hecho una Magdalena). Una indicación de frecuencia (por ejemplo, usos raros) orienta ocasionalmente al lector. De la variedad y riqueza de las fuentes da cuenta por ejemplo el hecho de que en la extensa nómina de fuentes figuren tres obras del autor de estas líneas... En suma: este Diccionario fraseológico, con sus 16.000 entradas, es una guía privilegiada para la parte más expresiva y compleja del vocabulario español. |
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Creación, 19 de marzo del 2005 |