Internet, en el centro
de la estrategia lingüística

José Antonio Millán

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Reseña de:

Jordi Graells i Costa y Núria Vives i Leal

Administració, societat, llengua i Internet. Conèixer els serveis i recursos actuals d’Internet a partir d’un estudi sobre la presència de la llengua catalana a la Xarxa.

Generalitat de Catalunya, Escola d’Administració Pública de Catalunya, Barcelona, 2001, 102 págs, ISBN 84-393-5513-0, col. "Papers de Recerca", núm. 7.

 

Estamos ante un libro que no merecería ser un libro.

Me explico: es una constante en obras que, como ésta, presentan un recorrido razonado por la Red, aportar numerosas direcciones web. El lector de Administració, societat, llengua i Internet se ve arrastrado por una descripción precisa y sugerente, inmediatamente completada por las URL o direcciones correspondientes, y la tendencia natural es a hacer clic sobre la página de papel... sin ningún resultado, por supuesto.

Este eficaz librito (pues sólo tiene 100 páginas) de Jordi Graells y Núria Vives nació, de hecho, como un artículo en la web: "És virtual el català a Internet? Reflexions sobre la presència del català a la xarxa i propostes per incrementar-hi l'ús", Revista de Llengua i Dret núm. 35, http://www.eapc.es/publicacions/rld/articles/35-01.htm, juliol de 2001. El subtítulo de la primera versión indica una intención más programática, mientras que el del libro parece indicar un fin más informativo. Ambas cosas, sin embargo, están presentes en la obra: la presentación de recursos y servicios en torno a la lengua catalana, y también las sugerencias para la ampliación de su uso en la Red.

Respecto a la primera parte, debo decir que se consigue con notable destreza: es realmente difícil hacer un proceso de selección y reflexión sobre una realidad tan compleja y que el resultado no se quede corto. Administració, societat,... presenta una selección equilibrada de direcciones de iniciativas muy diversas que van de lo anecdótico (Santa Tecla) a lo fundamental, de lo privado a lo público, de lo oficial a lo espontáneo. Naturalmente, las iniciativas que tienen que ver con la administración tienen un peso grande (como ya advierte el título), lo que se explica no sólo por ser el terreno propio de los autores, sino por el gran desarrollo de uso e instrumental que ha experimentado el catalán en la administración de la Generalitat. Pocas enmiendas o adiciones le haría en estos temas. Entre los datos que se podrían añadir daré uno, tal vez anecdótico: existe desde marzo del 2001 la versión catalana de una notable enciclopedia en colaboración http://ca.wikipedia.com/.

Aunque el libro contiene buenos estados de la cuestión en cuestiones como comercio electrónico o educación, para el resto de esta reseña voy a centrarme en sus aspectos más lingüísticos.

En primer lugar, cabe diferenciar para muchos tipos de páginas o servicios entre tener una interfaz en una lengua determinada y funcionar en una lengua determinada. Un buscador como Google, por ejemplo, puede tener una capa de diálogo con sus usuarios en catalán http://www.google.com/intl/ca/, pero no disponer de discriminación de páginas en esta lengua. Graells y Vives distinguen bien ambas realidades, y señalan el creciente horizonte de servicios lingüísticos digitales que se extiende ante los usuarios (corrección, corrección estilística, diccionarios ideológicos, conversión texto-habla y viceversa, traducción...).

Su importancia va a ser grande, puesto que pronto serán indispensables como mediadores para el comercio electrónico, la formación a distancia, etc. Pues bien: aquí voy a permitirme ir un paso más allá que los autores. ¿Cómo fomentar el surgimiento de herramientas lingüísticas del catalán baratas y de calidad? De una forma muy simple: consiguiendo que las instituciones públicas (universidades, Institut de Estudis Catalans, ...) que poseen recursos básicos para el desarrollo de herramientas lingúísticas (corpus, diccionarios computerizados, etc.), los abran completa y gratuitamente, de modo que cualquier empresa o grupo pueda desarrollar programas que usen la lengua, sin tener que repetir investigaciones de base que ya se han hecho (y con dinero público). Apertura aquí no significa dar acceso a su consulta en la Red (cosa útil, y que ya muchos hacen, pero que sólo sirve al usuario de investigación), sino distribuirlos gratis en su integridad. Lo he razonado para el castellano –pero aquí es perfectamente aplicable– en "El español y la sociedad digital: una propuesta" http://www.jamillan.com/propuesta.htm).

Crear interfaces en catalán para productos existentes es arrojar un pez a un hambriento; crear las herramientas automáticas para que multitud de programas usen el catalán es –por mantener la vieja metáfora– que nuestras empresas e instituciones fabriquen las artes con las que los ciudadanos conseguirán pescar todos los días.

Se menciona constantemente en la obra el deber que tienen las administraciones públicas de poner a disposición del público los textos legales y de otros tipos, y ahí sí querría hacer una precisión. Es lógico demandar que se "pongan en la web" estos materiales, pero resulta una noción insuficiente. Hay que exigir que ello se haga no como imagen de un texto (caso del Boletín oficial http://www.boe.es/), que sólo se puede leer. Tampoco en softwares propietarios –Word, Adobe–, que exigen un programa concreto para ser leído (ni aunque éste sea gratuito: ¿y si un día deja de serlo?). La única forma políticamente decente de hacerlo es en texto HTML estándar, que se puede leer con multitud de programas, y que es un formato en el que se pueden hacer búsquedas, que puede convertir fácilmente en otros, etc. (es el que usa, por ejemplo, el Diari Oficial http://www.gencat.es/diari).

La práctica –común en muchos sitios web de documentación– de dar acceso sólo al día, la semana o el mes más reciente es, a mi entender, igualmente inadmisible, bajo una base política, en el caso de las administraciones públicas: cualquier ciudadano tiene que poder consultar, gratis, cualquier boletín oficial o similar, de la fecha que sea, igual en una hemeroteca que en la Red... Sobre todo habida cuenta de que en Internet abrir el acceso a documentación pasada, que ya está digitalizada, tiene un coste virtualmente nulo; ¡pero aunque no fuera así!

Aprovecharé la lectura de la obra de Graells y Vives, que propicia una infrecuente reflexión sobre los deberes de las administraciones respecto al público, para recordar un aspecto más. En Europa, las instituciones oficiales tienen en su poder un notable acervo de informaciones y documentación. Los ciudadanos deben poder consultarlo de forma completa y abierta, como ya hemos indicado. Pero además esta riqueza documental debe abrirse a la industria de la información y de la difusión (editoriales, productoras multimedia, etc.), para que ésta cree productos de valor añadido. No es que lo diga yo: lo recomendaba hace poco (como medio para la creación de una rica industria propia) el finlandés Erkki Liikanen, miembro de la Comisión Europea, responsable para la Empresa y la Sociedad de la Información, en su texto "Exploitation of public sector information" (Bruselas, 24 de octubre del 2001) http://europa.eu.int/rapid/start/cgi/guesten.ksh?p
_action.gettxt=gt&doc=SPEECH/01/485|0|RAPID&lg=EN
.

No quiero terminar sin mencionar otras cuestiones presentes en este denso librito. Una es la aportación metodológica: en un terreno tan sujeto a cambios como es el de la Internet, faltan muchas veces herramientas puramente conceptuales que den pistas sobre qué fenómenos hay que estudiar y cómo hacerlo. En este sentido, las propuestas de estudio de antropónimos, topónimos, etc. catalanes en los dominios son una muestra más de la finura de detalle de esta obra.

Cogiendo prestado el enunciado a los autores, Internet está hoy en el centro de la estrategia lingüística. En primer lugar por la visibilidad que otorga a muy distintos fenómenos. Como señalan Graells y Vives, el catalán (así como el resto de las lenguas cooficiales del estado) falta por completo en las páginas web de empresas que venden en toda España http://www.danone.es. Pero también (lo que es más grave) está ausente en la página oficial de la más alta instancia de la nación, y que debería representar a toda ella http://www.casareal.es. En segundo lugar, porque a través de interacciones lingüísticas la Red es el lugar donde se dirimirán importantes cuestiones operativas (búsquedas, comercio, enseñanza, ...). Abordarlas en situación de dependencia tecnológica o desde el control propio es algo que quizás aún podamos escoger.

Para terminar: ¿cómo fomentar la expansión de una red en catalán? A mi entender, iniciativas como la creación de un dominio propio .ct no tendrían una especial relevancia. Basta ver las dinámicas del alemán o del castellano, por ejemplo, por encima de dominios territoriales, y a través de los dominios genéricos (.com, .edu., ...).

Pero creo que hay un elemento clave que está demostrado que fomenta la creación de páginas web en una lengua, y es el aumento del número de usuarios de Internet que la utilizan. Hay un estudio pionero, de una ONG de la República Dominicana, Funredes, que demuestra, para varias lenguas, la relación directa entre usuarios y número de páginas creadas: http://funredes.org/LC/conferencias/valladolid.html. Y es lógico.

Si queremos una WWW rica en catalán, tendremos que tener numerosos usuarios navegando la red en buenas condiciones económicas (una tarifa plana real), y con un buen servicio de las operadoras, dos cosas que nos están faltando. Navegando en casa, en el trabajo, en el centro de enseñanza, o en el cibercafé: donde les apetezca más. Pero conociendo y aprendiendo. Hoy por hoy es el conocimiento del medio y la autoformación en él los factores que permiten pasar de una postura pasiva a la activa, del consumo de contenidos a la creación: primero de páginas personales, luego de proyectos empresariales o institucionales... No hay plan centralizado, no hay cursillo que otorgue tanto conocimiento y flexibilidad como esta autoformación informal de agentes autónomos. Así son las cosas...

Lamento que las muchas cuestiones que plantea Administració, societat,... me hayan llevado en ocasiones lejos de sus páginas, pero esto también demuestra su éxito. Hacen falta libros como éste, que diseccionen las complejas dinámicas que ligan a los ciudadanos y a las instituciones con sus lenguas y sus redes, y levanten debates (sobre la función de las administraciones, sobre el papel de las personas y la lenguas) de los que sólo pueden salir frutos positivos.

Terminado en enero del 2002

Primera publicación en Llengua y us, 2002

Colgado en esta web, 25 de noviembre del 2002

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