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Libros & Bitios
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Hace algún tiempo llegó a mi
conocimiento la existencia de un club de lectura formado por españolas en
una ciudad inglesa cuyo nombre ocultaré por discreción. Aprovechando mi
buena relación con una de sus componentes, y después de varias
conversaciones sobre cómo estaba funcionando, le pedí que me escribiera una
pequeña memoria del club, que va hacia su décimo aniversario, y que por
tanto ha acumulado un interesante conjunto de experiencias.
A continuación, el texto de mi amable
comunicante, en el que iré intercalando mis propios comentarios:
Nuestro círculo de lectura se formó a principios del
2004. Éramos un grupo de amigas españolas, todas residentes en W***
y aficionadas a leer. En Inglaterra abundan los círculos de lectura, y
la idea de formar uno español surgió de una de las amigas, P***,
con el fin de que nos mantuviéramos al día de lo que se publicaba en lengua
española, tanto en España como en Latinoamérica.
A lo largo de todos estos años el grupo se ha
reunido cada dos meses, con un paréntesis un poco más largo en el verano. El
último libro ha sido nuestro número cincuenta. El círculo comenzó con unos
ocho miembros y en la actualidad cuenta con doce. Las reuniones se celebran
por turno en casa de las componentes y, dado que todas somos amigas, siempre
suponen una estupenda excusa para intercambiar noticias, comentar lo mal que
está España, recomendar libros, películas o recetas, ofrecer una prenda que
no se usa o enseñar fotos del primer nieto. Muchas veces, al cabo de una
hora o dos de cháchara (por supuesto, siempre acompañada de una copa de vino
y algo de picar), alguien sugiere tímidamente: “¿No
creéis que deberíamos hablar del libro?”. Entonces comienza la parte
‘seria’.
La idea es que al principio cada persona comente el
libro por turno, sin ser interrumpida (aunque esto es bastante difícil de
conseguir), pero al final la discusión se generaliza y unos comentarios van
tirando de otros o suscitando interesantes recuerdos en las más veteranas, y
a veces hasta acaloradas discusiones políticas, todo en un clima informal y
distendido. Pero hay círculos de lectura con un formato mucho más serio que
el nuestro: sé de uno en el que los miembros se turnan para tomar nota de
los comentarios de cada uno y luego deben ‘levantar acta’ y enviar por email
a todos los miembros del grupo el resumen de la reunión. No creo que
nosotras lleguemos nunca a estos extremos. |
Una de las cosas que me interesaba era
saber qué libros les habían gustado más y cuáles menos. Aunque se trata de
un grupo de personas muy lectoras, ninguna de ellas pertenece al mundo
literario, ni tiene relación con el universo cultural. Son, por decirlo así,
lectoras en estado puro.
El grupo es bastante heterogéneo, y esto hace que la
lectura del libro de turno provoque reacciones y niveles de satisfacción muy
distintos, pero también ha habido éxitos y fracasos unánimes. Entre los
éxitos estarían La sombra del viento (Ruiz Zafón), El hereje
(Delibes), La fiesta del chivo (Vargas Llosa), Plenilunio
(Muñoz Molina), Crónica del rey pasmado (Torrente Ballester) o El
corazón helado (Almudena Grandes). Fracasos totales han sido París no
se acaba nunca (Vila-Matas), El huerto de mi amada (Bryce
Echenique), Donde las mujeres (Pombo), El pintor de batallas
(Pérez Reverte) o Nubosidad variable (Martín Gaite). |
Un problema clásico del mundo editorial
es lo que ahora se llama descubribilidad de los libros. Le pedí muy
especialmente a mi informante que me contara las vías por las que llegaban a
decidir qué obra leer.
¿Cómo elegimos el libro que vamos a leer? Esta ha
demostrado ser la parte más complicada, por dos razones: criterio de
selección y disponibilidad.
Hemos utilizado varios métodos de selección, a
saber:
- Recomendación personal (o
bien de una de nosotras o bien de un pariente o amigo)
- Listas de más vendidos
- Premios literarios
- Artículos como “Los mejores
libros de la última década” o “Veinte escritores eligen sus libros
favoritos”
- Reseñas de suplementos literarios
- Sitios web como
Lecturalia o
La librería de Javier.
Todos estos métodos han resultado ser una lotería,
pero quizás los más decepcionantes hayan sido los premios literarios y las
recomendaciones de otros escritores. |
Personalmente, me ha resultado
sorprendente que las reseñas de los suplementos literarios no tengan un
papel importante en su elección de libros. Y también que este puñado de
lectoras voraces no reconozcan un método
realmente fiable para elegir lo que leen. Si podemos extrapolar la
experiencia de este club (y creo que se puede) eso significaría que los
lectores normales, los lectores de a pie, están bastante desnudos frente a
una oferta ingente. En esas circunstancias, la posibilidad de la decepción,
o incluso de decepciones repetidas, es un hecho. Esto para lectores formados
puede ser sólo una molestia, pero en aquellos que están empezando una vida
lectora puede provocar deserciones.
También hemos renunciado a leer un
libro que parecía prometedor porque, por enésima vez, estaba ambientado en
la guerra o posguerra civil. |
Las constituyentes del club tienen entre cuarenta y
sesenta y pico
años, lo que quiere decir que generacionalmente están muy lejos de la guerra
civil. No había pensado nunca hasta qué punto la temática guerra/postguerra
podía ser tan frecuente en nuestra narrativa, pero parece serlo, hasta el
punto de provocar aversión...
En cuanto a la disponibilidad, la anfitriona de la
reunión, que es la encargada de sugerir un título para la sesión siguiente,
debe cerciorarse antes de si dicho libro está editado en rústica
(si no, se dispara el precio) y de si puede
encargarse por Internet. Amazon.co.uk ha
resultado ser un proveedor barato y fiable con un amplio surtido de libros
en español, pero ahora muchas de nosotras podemos leer en forma electrónica
y eso también ha facilitado las cosas. |
La verdad es que la oferta de libros en español en
librerías virtuales anglosajonas resulta a veces una
verdadera
sorpresa. Hay que comentar también que la disponibilidad de ejemplares,
y ejemplares baratos, debe de ser un auténtico problema para cualquier club
del libro, no sólo en Inglaterra, sino en cualquier pequeña ciudad española
que no disponga de una buena librería.
Si se generalizara en grupos como éste la lectura digital,
¿mejorarían sus posibilidades? En primer lugar, y dada la heterogeneidad de
miembros, creo que esa hipotética generalización es difícil que llegue a
darse: siempre habrá quienes sigan leyendo sólo en papel. Y en segundo
lugar, y dada la política errática que por el momento sigue la edición
digital en castellano, encontrar simultáneamente un libro disponible en
papel y en versión digital disponible para los distintos dispositivos del
grupo de personas puede ser también complejo.
En el último par de años se ha dado con cierta
frecuencia el caso de que varias lectoras aparecían sin haberse leído el
libro o sin haberlo terminado. Al analizar en una reunión reciente los
motivos de esta ‘desgana’, se apuntó a la mediocridad de varios de los
libros leídos y a la sensación de que “se estaba perdiendo el tiempo” en la
atareada vida que lleva la mayoría. Muchas también señalaban la impaciencia
por volver al libro en inglés que se había dejado a medias y que prometía
mucho más. Y es que se comentó que, en general, era mucho más fácil
encontrar un libro escrito en inglés que nos gustara que uno escrito en
español. ¿Estamos condicionadas por los años que llevamos viviendo en un
país de habla inglesa? Es posible. |
Esta observación es muy interesante. No conozco
a fondo la cuestión, pero me da la impresión de que en Inglaterra
existe un conjunto de libros "para lectura de ocio" (podríamos decir), no
perturbados por pretensiones literarias ni cuentas pendientes del autor, con
una calidad media muy buena, y creados con el suficiente oficio como para
enganchar al lector.
A pesar de todo, la continuidad del círculo de
lectura nunca se ha puesto en duda. Todas saboreamos estas reuniones, y
seguiremos intentando encontrar ese libro ‘especial’. |
La lista completa de los 50 libros que se han leído en el
club está en el siguiente enlace.
Su análisis puede proporcionar materia de reflexión sobre las casualidades y
condicionantes que conducen a la elección de lectura.
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