Vocabulario de ordenadores e Internet

José Antonio Millán
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Retroalimentación

 

Última versión, 12 de noviembre del 2001  

Este es un caso en el que una palabra perteneciente a un ámbito muy técnico se ha ido abriendo camino en otros usos. Feedback apareció en los años veinte del siglo pasado (quiero decir, hacia 1920) para indicar la devolución de una señal por parte de un circuito o de un amplificador, como respuesta a la entrada de otra señal. El término se formó a partir de feed, "alimentar" y de back, "hacia atrás". La traducción española en textos técnicos fue retroacción, retroalimentación o realimentación (la primera de estas formas es la única hoy aceptada por la Real Academia, aunque la que se ha impuesto ha sido la última).

La palabra habría permanecido en el reducto de tantos y tantos terminos técnicos de no ser porque un cierto tipo de psicología (que no tenía reparo en equiparar el funcionamiento de la mente humana con el de un mecanismo) lo pasó a su vocabulario en la década de 1940. Por esas fechas comenzaba también la ciencia de control de mecanismos, o cibernética, donde el feedback ocupaba un papel central. Veinte años más tarde había pasado al vocabulario de la pedagogía, para hablar, por ejemplo, del feedback de una audiencia a un conferenciante, que permite a éste hacer ajustes en su discurso, como en este ejemplo de 1959:

In a lecture the live speaker has a reaction, a 'feed-back'   from the listeners, and he can adjust his speech accordingly (J. L. M. Trim in Quirk & Smith Teaching of English iii. 84).

Cuando se extendió el uso de programas y dispositivos informáticos, resultó clara la pertinencia de este concepto para el nuevo campo. La interfaz de un programa tiene que incluir sistemas de realimentación para que el usuario sepa qué puede hacer, o incluso qué ha hecho. Casos típicos de realimentación son la información de que se ha emitido una orden (un sonido o un botón que cambia de forma cuando se le aprieta) o la de que hay un proceso en marcha (por ejemplo, el reloj o una barra, que informan del avance).

De hecho, la realimentación es una condición necesaria para la interactividad de cualquier sistema. Ni que decir tiene que su estudio es una parte importante de la disciplina que se conoce como "interacción humano-ordenador" (Human-Computer Interaction). 

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