I Esto era una vez un Cuentecito muy pequeño, muy pequeño, que no levantaba más que dos líneas del suelo: "Érase una vez..." y "Fin". Su mamá era una Revista Científica muy importante, que cambiaba todas las semanas de portada, y su papá era un tomo estupendo de Derecho Civil. Antes de irse a la cama, el Cuentecito entraba en el estante de su padre, y allí estaba él siempre reunido con otros tomos muy serios, pero entonces interrumpía lo que estuviera haciendo y daba las buenas noches a su pequeño, y hasta le dejaba jugar con la cinta de registro, que era suave y acababa en una borla que al Cuentecito le gustaba mucho. Su mamá, sin embargo, muchas noches no estaba en casa, y es que asistía a alguna cena con Sabios y Premios Nobel.
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Fragmento del Capítulo I de C., el pequeño libro que aún no tenía nombre, de José Antonio Millán. Ilustraciones de Perico Pastor. Corea, Big Tree, 2003. |
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