La voz de la lengua Editorialmente, un libro y un DVD mejorablesJosé Antonio
Millán |
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Nueva Gramática de la lengua española. Fonética y Fonología Real Academia Española, Asociación de Academias de la
Lengua Española, Espasa Libros. Barcelona. 2011. 558 págs, 39,90
€ Los sonidos del español. Tiempo y espacio 1 DVD de 719MB
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País, Puede comentar este artículo, en su aspecto
editorial |
Fonética y Fonología Oído en un bar:
La pronunciación no sólo marca la pertenencia a una comunidad, sino que también puede ser objeto de rechazo social. Las ciencias que se ocupan del aspecto sonoro de la lengua son la fonología, que estudia el sistema de rasgos distintivos (lo que hace que cana y caña sean diferentes palabras), y la fonética, que describe los sonidos (la s de asa es alveolar y la de piscina, interdental, aunque ambas sean realizaciones del fonema /s/). Con Fonética y fonología concluye la edición de la Nueva Gramática de la Academia (cuyos dos primeros tomos, dedicados a Morfología y Sintaxis, aparecieron en el 2009). El libro comienza con un estado de la cuestión de estas ciencias del sonido, al que se dedica un octavo de la extensión total. A él sigue una descripción del comportamiento del español en sus distintas variedades europeas y americanas. Así, se estudian los sonidos individuales y cómo se transforman; por ejemplo: la s puede aspirarse en ciertas posiciones, como ocurre en maehtro. También se atiende al valor distintivo de los rasgos: las vocales suelen hacerse nasales ante m o n final de sílaba, pero la nasalización no distingue palabras, excepto en los sistemas en los que se pierde la consonante final: en Cuba tapó (con o nasalizada = tapón) se distingue de tapó (del verbo tapar). La perspectiva es siempre el presente, aunque a veces haya que recurrir a la historia. Por ejemplo, el hecho de que exista un sistema seseante (que es el mayoritario en América y el sur de España), frente a otro que distingue s/z, no se explica sin el gran cataclismo del sistema de sibilantes medieval. También se estudian características que van más allá del sonido individual, como el acento. Éste presenta diferencias geográficas, sobre todo en préstamos: píxel en España, pixel (acentuada en la última sílaba) en México. O la entonación: en casi todo el español se reconoce una pregunta porque al final el tono asciende, pero en Canarias o Venezuela desciende. La obra está animada por un propósito más descriptivo que normativo, aunque hay excepciones: "no se recomienda" la pérdida de la d intervocálica en participios en -ida, -ada (cansao es más aceptable que perdía [por perdida]). O en el apartado 9.4r se habla de "variantes con acentuación esdrújula que no se consideran propias de la lengua culta"¨: accésit y auriga se prefieren a áccesit y áuriga. El público natural del libro son los especialistas en lengua, los únicos que podrán lidiar sin pestañear con las "consonantes róticas percusivas" o el "elemento esvarabático". Hay que señalar, sin embargo, la lamentable ausencia de bibliografía, hecho que se ha venido repitiendo en las obras de la Academia (entre otras, el Diccionario Panhispánico de Dudas y la primera parte de esta Gramática). Fonética y Fonología se presenta en el Prólogo (pág. xix) como un "estudio científico", elaborado por "investigadores de reconocido prestigio de diferentes departamentos universitarios en el ámbito internacional". Pero los estudios científicos por definición emergen de las obras de quienes han investigado antes, y las referencias a éstas se han hurtado sistemáticamente. Tan antinatural es esta actitud que quedan flecos de la poda por aquí y por allá: "según los estudios clásicos", se lee en la pág. 376 (¿cuáles serán?); o "ya Andrés Bello señalaba" (¿quién?, ¿dónde?), pág. 379. El volumen lleva al final un índice de materias. Señalamos este hecho porque otras obras académicas, como la Ortografía del 2010, no lo tenían, y eso hizo necesario que alguien ajeno a la institución, el traductor Ney Fernandes, confeccionara un útil índice para la obra. Los índices de materias (y a veces de nombres) son un complemento insustituible de las obras científicas, y representan (cuando se carece de edición digital, y muchas veces, aunque se disponga de ella) una herramienta básica en su utilización. Los dos primeros tomos, Morfología y sintaxis, disponían de un índice de materias excelente. Sin embargo el índice de Fonética y fonología es limitado: no contiene referencias geográficas (con lo que es imposible rastrear rasgos típicos de Nicaragua o Andalucía), ni están las palabras usadas para ejemplificar (¿quiénes son los que dicen dicen parqui [por parque]?). Esto, en una obra que se precia de recorrer toda la variedad del español, es un defecto grande. Ni que decir tiene que una edición electrónica con texto buscable solucionaría este problema,,, Estamos sin duda ante la obra más completa que existe sobre los sonidos de nuestra lengua, y es una pena que la ausencia bibliográfica, los problemas de indización y el desprovechamiento de los recursos multimedia del DVD (véase inmediatamente) la hagan muchísimo menos útil de lo que podría ser.
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Los sonidos del español. Tiempo y espacio 1 DVD de 719MB
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Los sonidos del Español, el DVD que se vende conjunta e inseparablemente con el volumen, es una obra autónoma. A diferencia del libro, el DVD es una obra de divulgación de la que puede sacar partido cualquier persona culta, y por tanto sería deseable que se comercializara independientemente o, todavía mejor, que sus contenidos se pusieran a disposición de los hispanohablantes en la web de la Academia. Pero libro y DVD son entidades más aisladas de lo que sería apropiado. Los apartados del DVD que tienen equivalente en el libro no hacen referencia a él, con lo que la persona que empezara la exploración de la materia por el nivel más accesible, el del disco, no siempre tendría claro por dónde seguir para ampliar la información. El libro, por su parte, tampoco alude a los contenidos multimedia del disco. Y esto es una pena: con un adecuado sistema de llamadas, podríamos acudir desde el texto a los ejemplos en audio, los gráficos animados, y demás elementos multimedia que están en el DVD. Es decir: el lector debe en muchos casos conformarse cn la transcripción fonética de una palabra, cuando podría oírla, sólo con que se le indicara dónde. Veamos un ejemplo: en la página 292 del libro figura el "Espectrograma de la palabra atlas realizada como ['at.las]", que es un simple gráfico. Sin embargo, en el DVD, apartado "Las consonantes oclusivas", el espectrograma está animado y con audio, y uno puede escuchar la locución al tiempo que se va indicando a qué porción corresponde del gráfico (abajo).
Si llega el afortunado momento en el que los elementos del actual DVD estén en línea, un oportuno uso de códigos QR incorporados al libro haría posible disfrutar inmediata y contextualmente de las capacidades multimedia del disco. El DVD, por otra parte, tiene muchos de sus contenidos difícilmente referenciables, u ocultos. Sí, está dotado de un índice general expandible (izquierda), pero si quiero remitir al apartado "Los textos científicos y técnicos", tengo que decir que está en "Los textos", subapartado de "La lengua en los siglos XVI y XVII", dentro de "Codificacion y difusión de normas lingüísticas" de "El español ayer". No puedo remitir a secas a "Los textos científicos y técnicos", porque no hay forma humana de encontrar este apartado directamente en el índice, salvo que uno empiece a leerse el centenar largo de elementos de que consta: no hay un buscador que permita localizar "científico" en los nombres de los apartados. Ni que decir tiene que un simple índice numerado (como el que tiene la obra en papel) permitiría hacer referencia cómodamente al apartado 3.4.2.1, o al que fuera: no, esta obra ha prescindido de las técnicas de referencia del contenido que han forjado siglos de práctica editorial en papel, y a cambio veta el acceso a las capacidades de acceso universal que tiene el soporte digital. Decíamos que en el DVD hay contenidos ocultos: siguiendo la mala costumbre de obras multimedia del pasado, a muchos contenidos sólo se puede acceder por enlaces, que no constan en el índice y son inencontrables de otro modo. Veamos un caso:
Este apartado, "Necesidades léxicas de la traducciones científicas" no figura en el índice: se accede a él desde el mencionado "Los textos científicos y técnicos", haciendo clic en el enlace de la frase "neologismos y préstamos necesarios". Como el DVD no tiene un buscador general, ni el nombre del apartado, ni la fuente de la bonita cita que ilustra el concepto (La cosmografía de Pedro Apiano) se pueden descubrir de ninguna manera más que haciendo clic en el enlace mencionado (que por otra parte no sabemos a qué nos llevará). Este DVD será una eficaz herramienta de apoyo en clases de lengua española, a muchos niveles. Sobre su utilización, hay que advertir que ninguno de los textos (por no hablar de las imágenes o animaciones) de la obra puede copiarse en el portapapeles. Quien quiera citar en un artículo un fragmento de los textos de este DVD y no quiera perder el tiempo en en una penosa copia deberá recurrir al pantallazo y (por ejemplo) posterior subida a Google Docs para hacer un OCR automático. Sorprendentemente, el DVD sí que tiene bibliografía (abajo se ve una parte), aunque está escondida en el menú Herramientas, pestaña "Fuentes documentales", donde se anuncia que se remite a "obras y páginas electrónicas [sic]" de donde provienen textos e imágenes.
La obra comienza con un apartado dedicado al presente y otro al pasado de nuestra lengua. Los contenidos son claros, las ilustraciones y ejemplos bien escogidos, y se ha sacado partido de las posibilidades del medio. Por ejemplo, en la imagen inferior, del apartado "El romance medieval", se puede ver el original y trascripción de una página de la General estoria (1272), en los que se han destacado términos de interés para la diptongación.
El siguiente apartado es un manual divulgativo, "Lecciones de fonética", igualmente claro y bien desarrollado. Por último, en las secciones exploratorias, "Los sonidos del español" y "Las voces del español", se saca también buen partido de las posibilidades expresivas del soporte digital: mapas interactivos, grabaciones, gráficos animados, películas de resonancia magnética, espectrogramas, oscilogramas y perfiles melódicos. Los contenidos son claros y didácticos. Por ejemplo: se pueden oír cuatro pronunciaciones de taxi (desde taksi hasta tasi, pasando por tagsi), y además se ven en espectrograma o en un esquema articulatorio animado.
A través de un mapa clicable se puede acceder a las muestras de habla de todos los países hispanohablantes (las inflexiones de una pregunta en Honduras o Argentina, la entonación de una enumeración en Paraguay (arriba), o cómo se contesta el teléfono en México y Perú). No se han considerado las diferencias dialectales dentro de cada país (no oiremos la fonética rosarina, ni la entonación canaria), pero constituye un gran panorama general de la variedad de una lengua tan extendida geográficamente.
En resumen No voy a entrar la crítica científica del libro, porque no soy especialista en fonética y fonología, y aunque lo fuera no sabría cómo evaluar afirmaciones que no se sabe de dónde provienen (¿quién es el responsable de una determinada afirmación?: ¿"la Academia"?, ¿un fonetista búlgaro que publicó un artículo sobre el acento español en 1983?, ...). Como simple lingüista me ha parecido un texto claro y que pasa revista a todos los fenómenos sobre los que uno querría saber. Puedo afirmar, por otra parte, que el DVD tiene unos contenidos cuidadosamente escogidos, bellamente maquetados, y con un buen aprovechamiento de sus capacidades multimedia. Sirve perfectamente de material introductorio para público culto y de apoyo para propósitos docentes. Es una pena que el acceso a sus riquezas, que son muchas, esté dificultado por los mencionados defectos de indización y referencia. Tal y como están, y desde un punto de vista estrictamente editorial, nos encontramos ante un libro del siglo XIX pegado a una obra multimedia de finales del XX. Convendría, para ediciones sucesivas, escindir los resultados: difundir por un lado una mejorada obra multimedia de divulgación, y por otra forjar una obra realmente científica, más unitaria y plenamente del siglo XXI.
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