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Perdón imposible

Notas, referencias
y fuentes de los textos

capítulos 5, 6, 7, 8 y 9

 

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Pág.

 

Notas y referencias

Fuentes de los textos
A menos que se indique otra cosa, las direcciones web se han visitado en diciembre del 2004.

 

 

 :
De un repertorio de signos para coser en tejido

 

49

 

5. Una ventana abierta

«Los síntomas»

Prospecto de Magnogene (2002).

«Nuestro reino»

Julio Cortázar, "Final del juego" en Los relatos. 1. Ritos, Madrid, Alianza Editorial, 1976, pág. 242

«este uso»

Santiago (1998), pág. 263.

50  
«ARACELI»

Manuel y Antonio Machado Las Adelfas, Madrid, Ediciones españolas, 1940, págs. 187-188

«hay libros impresos»

Santiago (1998), pág. 249. He aquí un ejemplo de la Gramática de Nebrija (1492) puntuado a base del punto y de los dos puntos:

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«¡coma!»

En prácticas con niños que aprenden a escribir (Barragán, 1998, pág. 89) se puede ver cómo hay casos en que la experimentación infantil devuelve los dos puntos a estas funciones hace siglos abandonadas...

«Se puede decir»

Eduardo Haro Tecglen, "Guerra de civilizaciones", en El País, 16 de Julio de 2004, recogido en su blog.

51
«Rostros surgidos»

Juan Goytisolo, Memorias. Barcelona, Península, 2002, pág.192

«Ahora bien:»

Jaime Balmes, El criterio, Capítulo XVII, La enseñanza § XLVIII, en la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes.

. 52
«Es mío, es mío»

Borges, pág. 195. Los dos puntos aparecen en la edición de  Obras Completas, Emecé Editores, Buenos Aires, 1974. Comunicacion personal de Jorge García López.

«Apreciable amigo:»

Eduardo Mendoza El laberinto de las aceitunas, Barcelona, Seix Barral, 1996 (1982), p 132

 

 (  )

Del sitio web de animaciones de ARG! Cartoon Animation

 

53

 

6. Entre paréntesis

«aunque se quite»

Jiménez Patón (1614), pág. 76.

«El ministro»

El País (Madrid), 1 de agosto del 2004.

54
«Antes que te derribe»

Antonio Machado, A un olmo seco, según Abel Martín. Revista de estudios sobre Antonio Machado.

«Las señoras»

Bello (1921), cap. XVI, págs. 83-4: «Sucede muchas veces que en la recitación el sentido especificativo no se distingue del explicativo, sino por la pausa que suele hacerse en el segundo, y que en la escritura señalamos con una coma [...] Si suprimiésemos señoras, sustantivando el artículo, diríamos en el sentido explicativo ellas que, y en el especificativo, las que».

55 «es un círculo grande»

Jiménez Patón (1614), pág. 76.

«Era un procedimiento»

Blecua, págs. 123-4.

«Los juegos»

José Manuel Lechado, Diccionario Espasa. Símbolos, señales y signos, Madrid, Espasa, 2003, pág. 152.

56
«Se trata»

El País (Madrid), 1 de agosto del 2004.

«Las tierras»

Navarro (1921), pág. 176.

«En las últimas décadas»

En un manualito de principios del siglo XX se lee sobre el paréntesis: «Este signo, que va cayendo ya en desuso» (Montoy y Escuer, 1910). (La fecha manuscrita de nuestro ejemplar es 1910; avala su posibilidad el hecho de que la biblioteca de la Universitat de Girona cite en su catálogo una 8.ª edición de esta obra de 1913).

57
«Curro»

Joaquín Vidal, "Curro Romero asciende a los cielos", en El País, 18 de abril de 1999 (recogido en de Miguel, Pedro (ed.) (2004), Articulismo español contemporáneo. Una antología, Madrid, Mare Nostrum., págs.184-5)

58
«No sé a qué»

Juan José Millás, Papel mojado, Madrid, Ediciones Generales Anaya, 1983

«Y no sabe usted»

Luis Cernuda, Epistolario 1924-1963, Madrid, Residencia de Estudiantes, 2003; carta a Jorge Guillén, pág. 140.

«Qué trome»

Mario Vargas Llosa, Los cachorros, Barcelona, Lumen, 1980, pág. 54.

59
«Toda elección»

María José Vega, Literatura hipertextual y teoría literaria, Madrid, Mare Nostrum, 2003, pág. 15.

«en una recopilación»

José Ángel Valente, Elogio del calígrafo. Ensayos sobre arte, Barcelona, Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores, 2003.

60  
«Tal fue el primer»

Juan Benet, Una viaje de invierno, Cátedra, 1980 (la primera edición de la obra es de 1973). El paréntesis abarca desde la pagina 171 a la 173, y a su vez contiene otros dos.

«En el caso de»

Apéndice al Diccionario panhispánico de dudas.

«las sedes web»

Lluís Codina, "Evaluación de recursos digitales en línea: conceptos, indicadores y métodos", Revista Española de Documentación Científica, vol. 23, n. 1 (enero-marzo 2000).

61
«Tal es, dicho»

Aparece en un artículo filosófico.

«Así será hasta»

Aparece en un artículo político.

«(Esa invectiva»

Aparece en un artículo literario.

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El punto en la tipografía Garamond
 

63

 

7. El punto

«con altura variable»

Parkes (1993), págs. 303-4.

«los primeros libros impresos»

Blecua (1984), pág. 122.

64 «su nombre en latín»

En 1910 (Montoy y Escuer, pág. 23) leemos «uso del punto de interrogación», «uso del punto de admiración», quizás por galicismo.

«la presencia de una mayúscula»

Al igual que el espacio en blanco (véase el capítulo siguiente), la mayúscula debería figurar con derecho propio entre los signos de puntuación, sólo que sería un signo sobreimpuesto a una letra, y que además tiene otras funciones, aparte de la de puntuación. Benito Lobo (1992), por ejemplo, dedica a la mayúscula un apartado propio.

«Al principio»

José Antonio Millán, El árbol de narices, Barcelona, Círculo de Lectores, 2001, pág. 10.

65

 

«Vive. Ten vida»

Max Aub, "Consejos del Espejo a su hijo antes de dar la vuelta al mundo, en1968", en La uña, Barcelona, Ediciones Picazo, 1972, pág. 165.

«en el inglés americano»

Baron (2000) cita estudios que comparan longitudes de frases desde 1600 hasta 1980. No conozco nada parecido para el español.

«la humanista del principio de la imprenta»

He aquí un ejemplo de la Gramática de Nebrija (1492) que muestra espacio extra tras el punto (primera y última línea), junto a otro caso de punto sin espacio (aunque siempre con mayúscula posterior):

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«práctica española del siglo XVI»

Así, Ycíar (1548), apud Santiago (1998), pág. 249.

«En 1770»

San José Lera (2004), pág. 676.

66
«Juan Benet»

Juan Benet, Una meditación, Alfaguara 2004.

«rollo de papel continuo»

Escuela de letras, "Aulas de autor": Juan Benet, ver 1969.

«siempre es mejor»

Academia Española (1742), pág. 346.

«lista de abreviaturas»

He aquí la que proporciona Academia Española (2004) en su Apéndice 2: Lista de abreviaturas.

67 «ISO»

International Organization for Standardization.

 .
El punto en la tipografía Verdana (creada para la pantalla)
 

69

 

8. ... Y aparte

«el espacio en blanco»

Benito Lobo (1992) dedica al espacio en blanco un apartado propio.

«San Jerónimo»

Parkes (1993), págs. 15-6.

70 «¿Cuándo conviene»

Academia Española (1898), pág. 30.

«El autor es muy libre»

Las decisiones de puntuacìón están entre las más sutiles que debe tomar un escritor, como vemos en las memorias de Amos Oz (2004), págs. 333-4:

Para escribir una novela de ochenta mil palabras debo tomar algo así como un cuarto de millón de decisiones: no sólo decisiones sobre el boceto de la trama, quién vivirá y quién morirá, quien amará y quién traicionará, quién se hará rico o se volverá loco, cuáles serán los nombres de los personajes, cómo serán sus caras, y cuáles sus costumbres y ocupaciones, cómo dividirla en capítulos, cuál será el título del libro (esas son las decisiones sencillas, las decisiones más burdas); y no solo cuándo contar y cuando silenciar, qué va antes y qué va después, qué revelar al detalle y qué sólo con alusiones (también esas son decisiones bastante burdas), sobre todo se deben tomar miles de decisiones sutiles, como, por ejemplo, si poner ahí en la tercera frase hacia el final del párrafo, azul o azulado. O celeste. O celeste oscuro. O tal vez azul ceniza. ¿Y poner ese azul ceniza al comienzo de la frase? ¿O mejor que estalle al final de la frase? ¿O en medio? ¿O que sea una frase breve independiente, un punto delante, un punto y una nueva línea detrás? ¿O no? ¿O es mejor que ese azul se sumerja en la arrastradora corriente de una frase compuesta y tortuosa, con muchos miembros y abundantes subordinaciones? O tal vez lo mejor sería escribir sencillamente cuatro palabras, "luz de la tarde", y no teñir esa luz de la tarde de ningún gris azulado ni ningún celeste polvoriento.

«Aun desde la cama»

Pío Baroja, Las inquietudes de Shanti Andía, Madrid, Cátedra, 1984 (1911), pág. 159

71
«Este animal»

Marcial, Lafuente Estefanía, Matanza en Las Vegas, Barcelona, Editorial Bruguera, 1977, 3ª ed. (1969), pág. 7.

72 «un signo que indicaba»

Aunque no siempre el calderón indicaba cambio de tema. Véase Elvira (2000).

En 1914 el publicista y director de la revista Risorgimento Gráfico Rafael Bertieri trató de resucitar el uso de calderones, con fines más bien estéticos. Este es el ejemplo que da Herrero (1931), pág. 175:

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73
«Estos fueron»

Cervantes (1998), Parte I, cap. LII.

74
«epitafio»

Aquí yace el caballero
bien molido y malandante
a quien llevó Rocinante
por uno y otro sendero.
Sancho Panza el majadero
yace también junto a él,
escudero el más fïel
que vio el trato de escudero

(Ibíd.)

«al fin de un escrito»

Academia Española (1898), págs. 29-30.

«Una agresión»

De la reseña de un partido, en una web argentina.

«Con puntos y comas»

Según Seco y Andrés (2004), s. v. punto.

75

 

«Para compensar»

De una publicación en la web de la Archidiócesis de Madrid

«es redondo en Futura»

Solomon (s. a.).

 

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A pesar de la apariencia de modernidad, estas páginas de un librito de 1765 delatan un sistema aún en transición: véanse las comas del primer párrafo y el uso de los dos puntos al fnal de la segunda página. Tipográficamente nos sorprende el espacio antes y después de las comas y de los dos puntos (aunque no de los puntos). Se trata nada menos que de la Joco-seria Mascara que la muy noble, y muy leal coronada Villa de Madrid, celebra à sus expensas, y à las de sus Gremios menores; manifestando lealtad, y gozo à los Reales pies de su Soberano Catholico Monarca Don Carlos Tercero (que Dios guarde) por el casamiento de su amado Hijo nuestro Príncipe, y Señor Don Carlos Antonio, con Doña María Luisa de Borbon, Serenisima Princesa de Parma: que consagra, y humilde ofrece como a sus mejores Perseo, y Isasides, Tributos reverentes, indicando en ellos en sucinta forma, mayor ley, mayor gusto, mayores alegrías, y contento que Isides, y Osiris merecieron a los suyos: Refierelas ingenuamente su Director, fiel Vasallo, en nombre de dicha Villa, Don Alfonso Ximenez y Montserrat, con aprobacion del Coronel Don Francisco Sabatini, de Orden de S.M. [...] En Madrid: en la Imprenta de Antonio Marin, año de 1765.

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Tres puntos en la tipografía Viner Hand ITC
 

77

 

9. En suspensión

«señal de suspensión»

Reprensiones y denuestos que Francisco de Petrarca compuso contra un médico parlero...", traducido por Hernando de Talavera (1492?), apud Blecua (1984).

«Sí, yo me alegro»

Pío Baroja, Las inquietudes de Shanti Andía, Madrid, Cátedra, 1984 (1911), pág. 372.

 

78  
«Ballet de papel»

Claudio Rodríguez, "Ballet de papel", en Juan García Hortelano, El grupo poético de los años 50 (una antología), Madrid, Taurus, 1992, pág. 50.

«Todas las verduras»

Dieta semáforo para personas con diabetes.

 

79  
«Del parto»

Web de debate sobre la religión.

«Así que»

Web de debate de un periódico.

«Y casi sin solución»

Santiago Millán, "Tiemblan los cimientos de Telefónica del Perú", en América económica, 23 de agosto del 2002.

80 «por temor»

Gramática (1844).

«por respeto a la decencia»

Montoy y Escuer (1910), pág. 24.

«Así que...»

Rafael Alberti, La arboleda perdida, Seix Barral, 1975, pág. 83.

 

1x1c3.gif (41 bytes)81
«¡Tiemblo de interrogar»

¡Un divorcio!, comedia en dos actos, arreglada al teatro español por D. Lorenzo Ucelay, Madrid, Círculo Literario Comercial, La España Dramática, 1848, pág. 26.

«cinco para cajas»

Manual (1941), pág. 90: «en medidas menores de 20 cíceros se ponen tres y cinco en las mayores».

Podemos fechar la desaparición (normativa) de los cinco puntos: el Tratado (1959), que recoge al pie de la letra muchas de las afirmaciones del Manual (1941), al hablar de los puntos suspensivos añade a la frase anterior, tras coma: «aunque lo ordinario es poner siempre tres».

 

 

82  
«Estaba Pepito»

Chiste.

Creación,10 de febrero del 2005
Última versión: 20 de febrero del 2005

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