Red

Esta palabra nos ofrece un precioso ejemplo de cómo del nombre de un objeto común puede salir todo un concepto nuevo.

Si seguimos Edward A. Roberts y Bárbara Pastor en su Diccionario etimológico indoeuropeo de la lengua española (reseña), veremos que en el indoeuropeo (la lengua de hace cinco mil años que fue madre de las grandes lenguas occidentales,.. y orientales), existía la raíz erd, con el significado de "separar". En griego dio lugar a la palabra eremita, "el que vive en soledad", y en latín creó rete, es decir, "[cuerdas] separadas".

Paralalelamente había otra raíz indoeuropea, net, con el sentido de "atar, ligar", y que dio origen al latín nodus, "nudo" o "nodo", y que también se reconoce en conectar, y que en inglés dio lugar a net, "red".

En latín, rete era el nombre de una malla hecha con fibras separadas de tejido, que podía tener muy distintos usos: la caza de aves, la captura de peces, servir de recipiente para objetos, etc. Con ese mismo sentido, y con forma muy similar, pasó a muchas lenguas romances, entre ellas al español donde se encuentra ya en torno al año 1000 (bajo la escritura reth). Red, tal y como ahora la escribimos y pronunciamos, nos acompaña por lo menos desde el siglo XII, y hoy en día sigue plenamente vigente.

Y aquí acabaría la historia de una de tantas palabras bien asentadas y que reflejan un objeto útil y que por lo tanto no tienen por qué variar (como ha ocurrido, por ejemplo, con mesa, y muchas otras). Pero la red era tan útil precisamente por su estructura topológica: por el hecho de estar compuesta por muchos hilos que se entrecruzaban. Esta característica hizo que empezaran (aunque modernamente) usos metafóricos: se podía hablar de una red de espías, de una red de distribución, etc. Es decir: de cosas conectadas de forma compleja, aunque no tuvieran relación física. Hay que añadir que una evolución parecida ocurría mientras tanto en el inglés, donde net aludía primero al instrumento de caza, etc., y sólo en el siglo XX a estos otros usos.

Cuando llegaron los sistemas de radiodifusión (con distintos transmisores y receptores) ya fue común denominarlos redes. Y cuando en 1969 se diseñó un sistema de comunicación seguro entre ordenadores se le dio un nombre que también contenía a la red: ARPANET (la "abuela" de la Internet). Y tanto creció el invento que hoy --cuando la mayoría de nosotros ni cazamos ni pescamos-- red sólo hay una: Internet es la red por antonomasia, tanto que hay quien la escribe incluso con mayúscula (Red), y se alude a ella con una forma reiterada (red de redes) que parece expresar respeto y una cierta reverencia... Curiosa evolución para palabra de origen tan humilde.

... Y véase Internet