Vocabulario de ordenadores e Internet
José
Antonio Millán |
|
WWW Una buena forma de empezar es
preguntándonos cómo se puede llamar a la World Wide Web en castellano. Los
hablantes de inglés son en exceso aficionados a las siglas, pero hay que reconocer que
este zigzag tipográfico es afortunado. Su pronunciación en castellano es casi un
trabalenguas: "uve doble, uve doble, uve doble". (Por esta razón, cuando se
dicta una dirección de la Web en castellano, está cundiendo sustituir el deletreo de la
sigla por la palabra web. Así, "www.amazon.com" se dictaría:
"Web, punto, amazon, punto, com").
Además, es de los pocos casos en que la sigla, en español, es más larga que el
nombre al que sustituye.
En español se ha optado a veces por llamarla Telañara, o Gran Telaraña, pero
este nombre sugiere más bien abandono y dejadez. Está cundiendo Malla, o incluso Malla
Mundial, y si queremos jugar a la MMM (inversión de WWW) ahí está la MultiMalla
Mundial, la Malla Mundial Multimedia, o la Malla Máxima Mundial (se puede ver una
preciosa transformación de la sigla y el nombre inglés en sus equivalentes castellanos
en http://cvc.cervantes.es/oteador).
Mi propuesta de "Malla Máxima Mundial" en el Congreso de
Zacatecas tuvo alguna respuesta airada: "La Malla es para atrapar, la Telaraña
para crear". Véase.
Las propuestas siguen, de modo que esto no
parece tener fin...
Web
Forma abreviada de decir World Wide Web tanto en inglés como en
castellano: "lo vi en la Web". Se suele pronunciar aproximadamente
"güeb".
URL
Uniform Resource Locator, "localizador de recursos uniforme" en la MMM.
Es el conjunto de signos que comienza por http://. Su equivalente sería
"localizador", o "dirección", a secas (aunque también se da ese
nombre a las señas de correo electrónico). |
Comentario sobre
MMM
en Punto y Coma, Boletín de los traductores de la Comunidad Europea:
"quería comentar sobre la españolización de la WWW que la MMM será la
WWW puesta al revés, más que de pie. O, quizás, puesta de manos (los brazos de la W son
las patas de la M). Estoy seguro de que encontraréis un término español que será
rapidamente aceptado por todos. Yo me permito proponer algo intermedio como por ejemplo la
Malla Virtual Mundial, MVM, o simplemente la MM, la Malla Mundial".
http://europa.eu.int/comm/sdt/
bulletins/puntoycoma/44/pyc4411.htm |
|
La
Malla es para atrapar,
La Telaraña para crear
Departamento de Comunicación, USC
En la columna sobre "Computadoras",
del periódico Diálogo (UPR, mayo '97) se reseñó brevemente lo siguiente: "Nos
llegan noticias desde México de que Internet ya tiene un nombre en español: la
malla." Se menciona que "se adoptó el nombre en el Primer Congreso
Internacional de la Lengua Española, celebrado en Zacatecas, que contó con
representantes de todo el mundo hispano" (pág.33).
La revista electrónica del Primer Congreso
Internacional de la Lengua Española, Ecos del Congreso, en http://www.congreso-de-la-lengua.org/,
resume los objetivos y las actividades de ese encuentro. En la mesa de discusión sobre La
Lengua y los Medios de Comunicación, se propuso un análisis riguroso de los problemas
que surgen con el uso actual de la Lengua Española en los medios de comunicación,
particularmente con el empleo de las nuevas tecnologías. Uno de los puntos discutidos en
casi todas las mesas fue el dilema que confronta el idioma español frente a la
comunicación mediada por las tecnologías de informática y comunicación, ya que las
mismas traen consigo lenguajes propios, la mayor parte originados en inglés.
Con el propósito de adecuar los términos en inglés al
idioma español uno de los deponentes, José Antonio Millán, se refirió a la World Wide
Web como la Malla Máxima Mundial (MMM). Reconoció en su ponencia que Internet representa
"un sector estratégico para la lengua española" y argumentó que el español
puede y debe convertir se en la segunda lengua en importancia dentro en este ambiente
cibernético. Sin duda es muy legítimo su planteamiento. Lo que nos parece irónico, sin
embargo, es proponer un nuevo nombre en español, cuando ya existe el de la Gran Telaraña
Mundial. Por qué proponer un nombre con tres palabras en español donde sus primeras
letras son iguales, MMM, y así puedan representar, aunque invertidas, a las del WWW?
Llama la atención que se haya propuesto el nombre de la
Malla aún cuando el mundo de la cibercultura ha reconocido, adoptado e internalizado el
nombre original de Internet, con todo lo que representa su identidad de ser una gigantesca
red de redes a nivel mundial. Sabemos que el nombre de Internet proviene de su entidad
como red internacional, así como del término en inglés de "Inter-networks",
por lo que tal vez resultaría más preciso llamar a Internet, en español, "la entre
redes".
Para muchos de los que ya estamos inmersos en la
cibercultura el purismo linguístico no es una posición intelectualmente atractiva, de la
misma manera que no lo es la críticica acérrima a la tecnología en aras de un humanismo
etéreo.
Pero dando razón a la necesidad y al interés
compartido de hablar bien el español, reflexionemos críticamente sobre el término
propuesto. Para los hispanoparlantes que usamos ya hace un tiempo, indistintamente, los
nombres de Internet, el Web, la Web o la Gran Teleraña Mundial, nos sorprende el nuevo
nombre propuesto por lo siguiente. La Malla es una metáfora que comunica captura o
aprisionamiento más bien que expansión o libertad. Además la idea de ser
"Máxima", es decir, suprema o colosal, remite a percepciones de poder,
superioridad y autoridad, cuando en realidad, en la Gran Telaraña no hay jerarquías que
no sean aquellas categorías mentales necesarias para organizar y divulgar la
información.
La Malla alude más bien a un instrumento para atrapar
información, no para producirla o crearla y con ello generar conocimiento.
Como sabemos, en el mundo de Internet se habla mucho en
metáforas. Palabras como "mar de información" , "navegar" en la Web,
participar en un "chat", enviar un "e-mail" se usan indistintamente,
ya sea en español o en inglés, para expresar la actividad cibernética de los usuarios
de Internet. Lo interesante es como los internautas nos vamos apropiando de estos
conceptos y logramos entendernos con códigos metafóricos que trascienden un idioma u
otro.
El columnista Peter Huber usó recientemente tres
metáforas muy simpáticas para describir a los varios tipos de internautas: la chita, el
hipopótamo y la vaca (Forbes, 19-05-97). Para Huber, la chita corre en línea recta
buscando información a gran velocidad, aunque cubra poco terreno; mientras que el
hipopótamo cubre una buena porción de terreno, buscado en tre los arbustos y plantas,
absortos por sus verdes prados. Las vacas sin embargo, pastan e inhalan el pasto sin
criterios, en cantidades masivas, pues han sido criadas para la televisión y esperan que
el ancho de banda en la Web crezca cada vez más. Es interesante que Huber usa metáforas
del mundo animal o natural, para explicar el comportamiento de los usuarios de Internet en
el espacio cibernético. En este sentido se acerca más al concepto de la telaraña.
La Gran Telaraña es la metáfora que se ha usado entre
los hispanoparlantes para referirnos a Internet cuando queremos expresar su identidad en
español. Mientras escribía este artículo realicé una pesquisa sobre el concepto "
telaraña" con la máquina Infoseek y entre los primeros 10 resultados de mayor
índice de búsqueda (de un total de 410), aparecieron múltiples artículos, noticias y
lugares relacionados a Internet y su World Wide Web.
Pretender ahora proclamar el nombre la Malla Máxima
Mundial cuando ya existe La Gran Teleraña nos luce desacertado. La Gran Teleraña lleva
ya tiempo suficiente como parte del argot cibernético de los hispanoparlantes y es el
nombre legítimo de la Web en español, pese a su humilde connotación. Lo vienen usando
los propios cibernautas españoles y latinoamericanos.
La Gran Teleraña remite a una existencia orgánica,
viva, en expansión, potencialmente lista para crecer sin límites, con capacidad
creadora. En esa gran red la araña (el/la internauta) se mueve buscando y construyendo
conocimiento, aunque mientras va tejiendo su red, también aprehende la información.
Después de todo, la construcción de la telaraña por la araña, involucra una estrategia
cognoscitiva fascinante, compleja, arquitectónicamente hermosa, frágil y fuerte a la
misma vez. En este formidable diseño, la araña se mueve y transita por donde guste,
porque es el centro originador de su propia e structura, construida para buscar nuevas
rutas, mientras se va expandiendo y fortaleciendo su red gigantesca.
Por el contrario, La Malla definitivamente no expres a
el sentido de la creación, sino más bien el de la captura, el de la caza, el control y
apresamiento del pez, el encierro y su pérdida de libertad. Por eso, preferimos, si
acaso, un concepto en español más orgánico, sencillo y dinámico como lo es el de La
Teleraña.
Pese a esta simpatía que nos provoca hablar de La
Teleraña, pensamos que también sigue siendo muy simpático hablar del Web, o de la Web
como dicen los argentinos. Y no hay ningún problema con esto, pues mientras los/las
internautas del mundo sigamos usando legítimamente el lindo nombre de Internet, o su
apellido hispano y elegante de la Gran Teleraña Mundial, no hay decreto de Congreso
alguno que violente el código cultural del ciberespacio. Lo hermoso de la Gran Teleraña
es que es un espacio vivo, intercultural, creativo, flexible, internacional, abierto a las
nuevas formas de nombrar la tecnología y sus procesos, y sobretodo, para comunicarnos.
¡Que viva La Gran Telaraña Mundial; y arriba las
arañas!
[tomado de: http://uscia1.usc.clu.edu/Bib/Biberon/Aug97/NH.html] |