19 diciembre 2006

Glíglicos y jitanjáforas

¡Que bellos los experimentos para crear sartas sonoras ininteligibles con apariencia de lenguaje natural! Un comentario de Sergio B. Landrove a una entrada del blog de al lado me suscita este tema. Así, a bote pronto recuerdo la jitanjáfora, el glíglico...

Parte del encanto de estos juegos está en que nos ponen en contacto con elementos aparentemente periféricos de nuestra habla: el ritmo, el sistema fonológico, la melodía de la lengua... y al fondo queda, casí desvaído, el sentido. En alguna ocasión (pirueta máxima), de la palabra inventada nace la verdadera, como la suripanta surgida, creen algunos, de una jitanjáfora entonada por señoritas a las que se atribuía tradicionalmente moral dudosa, y que recibieron de ella el mote infamante. ¿Conocen los lectores más casos de falsos leguajes, y de su influencia sobre los verdaderos?

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7 Comments:

Anonymous Ana Lorenzo ha dicho...

Yo hace poco me enteré, gracias a unos compañeros de lista argentinos, de la existencia del vesresismo o hablar al vesre,que es un recurso para incorporar vocabulario al lunfardo. Además, no es tan sencillo como cambiar las sílabas de orden, tiene sus propias reglas. Y también en la misma lista salió el rosarigasino, otro lenguaje inventado sobre el normal que parece que se usó para mandar mensajes desde la cárcel. En Argentina. De éste hay enlace: http://flickr.com/groups/rosarigasinos/discuss/146581/
Un saludo.

20 diciembre, 2006  
Blogger José Antonio Millán ha dicho...

Sobre estos temas puede seguirse toda la información acumulada en este rico sitio de Sergio B. Landrove:
Apuntes para una filología del camelo.

20 diciembre, 2006  
Blogger Sergio B. Landrove ha dicho...

Muchísimas gracias por recomendar mis apuntes.

Hoy por la tarde recordé otros camelos sobre los que tengo pocos datos:

el élfico de Tolkien,

el klingon de Star trek y

un camelo que emplean en una película de la etapa inglesa de Hitchcock: Alarma en el expreso (The lady vanishes, 1938), que se inicia en un inexistente país centroeuropeo, Bandrika, en el que hablan, claro, "bandrikian" (in english, of course)

Más gracias.

20 diciembre, 2006  
Anonymous lucas ha dicho...

Forges suele hacerlo por boca de sus personajes alguna vez, sobre todo cuando habla de artilugios, mecánica, etc.

21 diciembre, 2006  
Anonymous Hércor ha dicho...

Me parece que en La Naranja Mecánica había también un lenguaje inventado, una especie de ruso.

07 enero, 2007  
Blogger José Antonio Millán ha dicho...

En La naranja mecánica había algo todavía mejor: la creación de la jerga juvenil de una época en la que se supone que han entrado muchas palabras rusas en el inglés. Pero el autor, Anthony Burgess, no se contentó con "trufar" de ruso el habla de los jóvenes, sino que lo hizo construyendo una jerga verosímil, y que además no exigiera al lector mirar un diccionario todo el rato, sino que las palabras se fueran explicando a sí mismas. Lo cuenta el mismo autor.

07 enero, 2007  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Sólo por citar, en la línea de la genialobra de Kubrik:
-- adaptaciones de apellidos y gentilicios en los comics de Mortadelo y Filemon (el agente regúlez, la república de Tirania, el dictador Bruteztausen...)
-- los vocabularios imposibles de armas, enemigos, técnicas, de los comics de superhéroes Marvel
-- la inmarcesible inventiva de nombres de Jodorowski en la saga de comics de los Metabarones...
-- la indescifrable, quizá en parte "lost in translation" del Moebius en el Garaje Hermético...
-- otra docena de casos de grandes creadores de comic...
-- las sagas cinemátográficaS de Star Wars, Galactika, Star trek..
-- los retorcimientos de palabras Intraducibles) de David Lynch...
Alimento espiritual.

17 enero, 2007  

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