15 enero 2009

El/la mejor amigo o amiga del hombre y la mujer


Oteando desde Proa me llevó a un post de La bitácora del tigre titulado: "En esto se gastan los dineros públicos". Se trata de la llamada Herramienta-T:
un analizador on-line que permite examinar el contenido textual de una página web. Detecta potenciales usos sexistas del lenguaje y ofrece, para cada sintagma potencialmente incorrecto, diferentes alternativas inclusivas, que pertenecen a textos reales extraídos de diferentes webs y documentos.
En general, las soluciones que se dan para evitar la interpretación exclusivamente masculina de determinados sintagmas son verbosas o antinaturales, pero además esta herramienta, junto a algunas propuestas acertadas (véase abajo), introduce muchas erróneas.

Concluye el Tigre
Lo que me toca las narices, hablando en plata, es que se gaste dinero público (según la página del proyecto “Web con Género” dicho proyecto está “apoyado y financiado por el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, Plan Avanza, que responde a la convocatoria de ayudas 2007 para la realización de actuaciones que impulsan la igualdad de género en la Sociedad de la Información”) para financiar iniciativas cuya rigurosa inutilidad acabo de demostrar. Ninguna herramienta informática puede (y me atrevería a decir que tampoco debe) sustituir a la buena educación, al hábito de lectura, al ejemplo de los buenos escritores y escritoras, y a la libertad creativa de los usuarios de la lengua.

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2 Comments:

Anonymous precarisimo ha dicho...

Hola,

He probado la Herramienta-T y es aún defectuosa. Es verdad que localizar expresiones machistas y buscar alternativas es un reto difícil.

En grupos donde existen la sensibilidad hacia el lenguaje sexista, suelen (primero lo suelen hacer las mujeres) pedirse soluciones para el exceso de protagonismo del género masculino en la construcción del lenguaje.

Por mi experiencia, las soluciones son deficientes: algo artificiales porque tienen que retorcer el sentido "natural" de las expresiones o las mismas grafías, buscando equilibrios como si se tratase de un poema ultraísta.

Un ejemplo básico: cuando hay que dirigirse a un colectivo: señores y señoras o damas y caballeros o compañeros y compañeras

La primera solución suele ésa: doblar las expresiones: el hombre y la mujer, los obreros y las obreras o los compañeros y las compañeras... al ser tan reiterativo es molesto, sobre todo si el discurso o el panfleto son largos, y obliga a circunloquios poco útiles que a veces complican la comprensión del mensaje.

Una solución tipográfica es la @: l@s periodistas, est@s becari@s, etc... suele horrorizar a primera vista y cuesta acostumbrarse (quien logra acostumbrarse).

Existe una tercera solución, tal vez menos divulgada: la x. Cito un artículo "¡Con sexismu nu se juega!", escrito en bable, del colectivo Mozas Cántabras, publicado en la web de información alternativa www.lahaine.org: "Dendi Mozas Cántabras decendemos una educancia igualitaria ena que nu se diferencia al hombri y la mujer, ya que las capacidáes de cáa presona son distintas ensin importar el sexu, y dambos somos pa jacer lo mesmu. Queremos que lxs niñxs nu tengan juguetis de caráter diferenciau en coloris y forma, sino que puéan ser igualis pa toxs ellxs, y puéan compartilos ensin caer en prejuicios, favoreciendo d’esta manera la igualdá."

Entiendo que, la primera vez, sorprende y se tarda en asociarlo tal vez a la igualdad de género; pero me parece provocador, lo que es algo positivo para un problema enquistado como es el sexismo... que si tiene forma en el lenguaje es porque tiene raíces más profundas.

Como señalan las Mozas Cántabras: más educación igualitaria y menos campañas publicitarias si queremos enfrentarnos al problema.

Un saludo

En enlace al artículo: http://www.lahaine.org/index.php?p=35478

16 enero, 2009  
Anonymous Anónimo ha dicho...

No es bable!!! ES CÁNTABRU.

02 marzo, 2009  

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