Polisemias fatales
Según una noticia en el New York Times, una revista fundada en 1920 ha tenido que cambiar su nombre. Se trata de Beaver, autopresentada como "Revista de historia del Canadá". Beaver es el nombre inglés del castor. El problema es que es también la denominación vulgar del órgano sexual femenino (es lo que ocurre en español, al menos en España, con la palabra conejo). La cuestión ha sido explotada en innumerables chistes, como el de abajo: "¡A veces los hombres hacen las peticiones más extrañas!" (en español también hay coplas que explotan el doble sentido, como "El conejo de la Loles").
Lo que no dejaría de ser una simple anécdota para una publicación casi centenaria se ha convertido en un problema en Internet, porque los filtros de contenido web en las escuelas vetan esta palabra en las búsquedas, y los filtros de spam se los tragan. Esto es lo que ha provocado el cambio de nombre (y direcciones electrónicas).
Lo que no dejaría de ser una simple anécdota para una publicación casi centenaria se ha convertido en un problema en Internet, porque los filtros de contenido web en las escuelas vetan esta palabra en las búsquedas, y los filtros de spam se los tragan. Esto es lo que ha provocado el cambio de nombre (y direcciones electrónicas).
Etiquetas: jergas, Lenguas en la Red
4 Comments:
parecido problema tuvo el ¿último? libro de Garc´´iá Márquez por titularle "Memoria de mis putas tristes"
No se ha conseguido dar más inteligencia a los censores digitales de la que tenían los censores humanos.
Veo que el reciente iPad de Apple tiene parecidos problemas, debido a que "pad2 es el nombre de un implemento de la higiene femenina. En Twitter ya hay quien le llama iTampon.
Si empezamos así... Unos amigos míos ingleses no sabían qué nombre poner a su hijo varón, porque todo eran denominaciones del miembro viril: Willie, Johnny...
Las Conchas que viajan a América lo saben bien
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