No, y no... y no
Ya hace tiempo me han fascinado los avisos callejeros que contienen negaciones. Me explico: un cartel informativo, aunque a veces sea misterioso, añade una información a la que ya posee el lector. Pero los avisos negativos lo que hacen es destruir las preconcepciones de quien los lee.
Al pobre librero de la calle de San Bernardo de Madrid le deben de atribuir todo tipo de servicios que él no puede prestar, de modo que tiene que defenderse a priori con esta bonita sucesión de negaciones y maniobras de diversión.
Termino con dos ejemplos más, uno de Madrid y otro en una obra de Barcelona.
Al pobre librero de la calle de San Bernardo de Madrid le deben de atribuir todo tipo de servicios que él no puede prestar, de modo que tiene que defenderse a priori con esta bonita sucesión de negaciones y maniobras de diversión.
Termino con dos ejemplos más, uno de Madrid y otro en una obra de Barcelona.
Etiquetas: Negación
4 Comments:
Ja ja, la verdad es que me imagino el grado de hartazgo de los tenderos para poner esos carteles... Me gusta mucho el primero, con ese ataque de negaciones, qué tentación seguir con unas cuántas más. Es otra historia distinta pero he recordado que mi frutero solía poner uno que decía "Tomates sin música". Por lo visto eran tan caros que la gente le preguntaba constantemente ¿Estos tomates tienen música o qué?
Lo del último cartel de la madera y "la nada" es genial. El tío además de ser un filósofo de calado, va sobabrado. ¡<qué envidia!
Saludos,
Albert
Me hizo recordar un viejo chiste en que una persona llama por teléfono y pregunta "hola, ¿hablo con el caprichoso?" y del otro lado le responden "no, no y no".
Ja, ja, ja.
Me ha recordado esta pintada en la calle Delicias, en Madrid, alojada en el blog “Prohibido fijar carteles”.
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