31 marzo 2008

Tuteo, correcciones

Leo en el Blog de Mikel Mancisidor.

Coincido con el autor en que las formas son importantes y comparto las mayor parte de sus valoraciones y recomendaciones.

En otras discrepo:

- como en su valoración -aunque bien es cierto que lo hace con muchas reservas- de los emoticones como complemento comunicativo útil;

- o su recomendación de evitar el tuteo en los blogs: en éste te trato de de tú, pero me parece que es lo más lógico. Quien entra a un blog personal como éste es como si estuviera entrando por un momento en casa [...].

- tampoco estoy de acuerdo en que las entradas del blog no puedan corregirse, que no tengan marcha atrás por estar fechadas [...].

Pero las coincidencias con el autor son mucho mayores y mucho más importantes que estas pequeñas discrepancias que aquí expongo.
Gracias a Mikel por la referencia y la discusión. Matizo que mi consejo de evitar el tuteo en un blog o en una web estaba dirigido sobre todo a webs y blogs profesionales (por ejemplo, de empresas). A estos también iba encaminado el consejo de no corregir los post ya publicados, salvo que se haga de forma explícita: tachando la formulación anterior y marcando la nueva.

Por supuesto, en un blog personal, de creación o de comentario, cada uno es libre de hacer lo que condidere oportuno. Ahora bien: sigo pensando que en fragmentos textuales que se presentan fechados, como en un blog, uno no debería hacer cambios significativos posteriores (la clave, por supuesto, está en el adjetivo subrayado). Caben otras soluciones: añadir una coda, con su fecha correspondiente; o usar un comentario para dejar una puntualización.

Y de nuevo gracias, Mikel, por exponer tus discrepancias, que son la sal de la tierra...

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Periodicidad de los blogs

Los blogs son una cosa estupenda, pero a veces desconcierta no saber cada cuándo se van a añadir post. Nada mejor, pues, que anunciar cada cuánto se van a escribir... y luego tratar de hacerlo.

Haga pública la periodicidad de su blog, y luego intente cumplirla

Es lo que hemos hecho aquí mismo (para predicar con el ejemplo).

Esto implica también cosas como anunciar cuánto tiempo se va a interrumpir por vacaciones, o cualquier otra eventualidad.

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28 marzo 2008

El Cultural: Juan Palomo

Permítanme una recomendación: ahora que las intoxicaciones en internet se han puesto de moda (¿verdad, Obdulio?), no pierdan de vista el Manual de urbanidad y buenas maneras en la red de José Antonio Millán (Melusina) en el que explica desde cómo deben ser los encabezamientos de los emails a la mejor manera de enviar un documento o cómo es la vida en un blog. No tiene desperdicio, sobre todo cuando nos descubre que en caso de ruptura amorosa, aquello de “devuélveme el rosario de mi madre, y quédate con todo lo demás” está definitivamente demodé: ahora lo que se estila es “devolver físicamente los correos electrónicos recibidos”. O sea, como un spam más.
Juan Palomo

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25 marzo 2008

Chat el viernes 28 de marzo en Para Saber

Chat con los lectores de Para Saber
el viernes 28 de marzo a las 12:00 horas.
Preguntas y respuestas

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Todo un email en el Asunto

Hay veces que puede estar bien concentrar todo un mensaje breve en el Asunto. De esta forma el receptor puede leer la totalidad del mensaje desde la misma bandeja de entrada. Pero es importante señalar que no hay más contenido dentro del correo (de lo contrario el receptor abrirá el mensaje y no habremos ahorrado nada). En inglés eso se hace con las siglas EOM (End Of Message), y en español podríamos intentarlo con FDM (Fin Del Mensaje).

Por ejemplo, así se vería uno de estos correos en la bandeja de entrada:

Pepe Pérez' Ya te he mandado todo FDM

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20 marzo 2008

Confirmación automática

No envíe correo con confirmación (acuse de recibo) automática

Parece mentira, pero lo hace mucha gente. Y sin embargo, decirle al ordenador de otra persona que haga algo (en este caso, que avise de que has abierto un correo) no está nada bien...

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14 marzo 2008

¿Posdata en un email?

Pues sí: puede ser útil para indicar que algo es una idea tardía, un matiz a lo que ya se escribió, etc.

Pero eso sí:

Conviene poner la posdata antes de la firma

La razón es que muchas veces el correo se lee en una ventana pequeña, con desplazamiento, y tendemos a pensar que tras la firma no hay nada más.

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10 marzo 2008

Dirección de correo


La dirección de correo ya es una primera tarjeta de presentación.


No tengo, como es lógico, nada contra quienes usan una dirección de correo como:

adolfo@correogratis.net

Sin embargo, no queda muy bien que personas con cargos en instituciones, públicas o privadas, usen como contacto principal direcciones de correo gratuitas.

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De la Introducción

¿Urbanidad en Internet? ¿Buenas maneras en la Red? ¿No encierra este título una contradicción?

Hay que apresurarse a decir que no: cualquier interacción humana se rige por ciertas normas, y la comunicación electrónica no va a ser una excepción. Si he escogido la fórmula —ligeramente retro— de urbanidad y buenas maneras es para recalcar el parentesco íntimo entre ciertas convenciones sociales del pasado y otras que (algunos creemos) deberían estar vigentes en la actualidad. Por decirlo rápidamente: el contacto por medios electrónicos no suprime la necesidad de determinadas formas de comportamiento, que con frecuencia tienen su raíces en el pasado.

¿Y eso por qué? Hay tres argumentos de peso. Por una parte, estamos ante una realidad nueva en muchos aspectos: determinadas formas de interacción que antes tenía lugar cara a cara (por ejemplo, pedir información, comprar o vender) ahora se realiza a través de páginas web. No es lo mismo un diálogo entre humanos que avanzar a base de clics: las operaciones remotas tienen que estar muy bien diseñadas, y eso no es frecuente.

Por otra parte, muchos de los usuarios de los medios de comunicación digital se han formado en una época con predominio de la oralidad (el contacto directo, la comunicación por teléfono). Son personas que habían abandonado la práctica de la correspondencia, o que nunca accedieron a ella, y que por tanto ignoran sus convenciones. La asombrosa reactivación de la comunicación escrita que ha venido de la mano de la Web y el correo electrónico hace necesario recordar algunos elementos clásicos de la comunicación escrita, y también pensar en los nuevos. Muchas de las convenciones comunicativas, y muy especialmente epistolares, que estaban en vigor en el pasado tienen una razón de ser, que es garantizar la calidad del proceso y la presencia de todos los elementos necesarios. Hemos de conservar lo mejor, aunque también cambiar lo que haga falta.

Y, por fin, muchas de nuestras producciones de comunicación digital son consumidas de forma no digital. ¿Cuántos empresarios, funcionarios, administradores siguen imprimiéndose los correos electrónicos para leerlos? ¿Cuántos dictan la respuesta para que otro nos conteste por correo en su nombre? Muchísimos más de lo que nos imaginamos. Nuestras producciones digitales deben ser capaces de sobrevivir trasplantadas al papel, o, sencillamente, cuando son recibidas por personas que están todavía en el código epistolar anterior. Por eso es importante llegar a soluciones de transición.

Pero además, en estos tiempos tenemos un nuevo objeto para nuestra urbanidad y cortesía: personas a las que nunca hemos visto, que muchas veces nunca veremos, entrarán en contacto con nosotros a través de nuestra página web, de nuestro blog. Hay que tratarlas bien, también...

Todo medio nuevo ha tenido que generar sus propios códigos. Los manuales para usar convenientemente el teléfono —en empresas, pero también privadamente— aparecen en el segundo cuarto del siglo XX. La netiqueta (contracción de net, 'red' en inglés, y etiqueta en sentido de 'modales') es la palabra que hace ya veinte años se acuñó para el comportamiento que se debía seguir, en la Internet pre-WWW, en los lugares de comunicación (foros, listas de distribución, etc.).

De un puñado de personas que usaban los medios de comunicación electrónica a finales de lo años 80 hemos pasado a cientos de millones en la actualidad. Hoy el comentario a una noticia de la prensa digital, la nota en un blog y por supuesto el correo electrónico están al alcance de cualquiera. En estas páginas vamos a explorar, a veces con detalle, cuestiones muy diversas, pero lo cierto es que en materia de relaciones humanas hay un principio de oro, que es el que hay que intentar aplicar siempre:

Trata a los demás como te gustaría que te trataran a ti

Manual en cómodas píldoras quasisemanales

Buenas tardes:

Este blog hace compañía a mi libro Manual de urbanidad y buenas maneras en la Red, que ha editado en Barcelona Melusina, y que estará en las librerías españolas a partir del 17 de marzo de este año de 2008.

Con periodicidad aproximadamente semanal, estas páginas irán ofreciendo a los lectores consejos de urbanidad en el mundo digital. Quienes tengan el libro, encontrarán aquí excursos o materiales complementarios a lo allí tratado. Quienes no lo posean, podrán ir accediendo a su contenido en cómodas pildorillas. Todos podrán comentar y debatir acerca de los principios expuestos.

Dado que el autor (a diferencia de muchos de sus contemporáneos) no posee el don de la ciencia infusa, no pretende que los principios de urbanidad digital que ha recogido y ordenado estén grabados en piedra descendida del Sinaí. Son más bien ideas, extraídas, eso sí, de una larga práctica. Pero lo bueno de la Web es eso: que se pueden exponer y debatir fácilmente.

Bienvenidos todos, pues.

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