Llamas frías

12 octubre 2011 20:20

Hace mucho que me fascina la representación de la llama…

La llama tiene una naturaleza tumultuosa y dinámica, propia de un ser gaseoso que se genera y consume a cada instante. Representarla es congelarla, matarla, o tal vez nacerla a una nueva vida: helicoidal, cónica o piramidal (¿pues no significa pirámide ‘en forma de fuego’?), lisa, estriada o múltiple como una cabellera, fingidamente doblegada a la fuerza de un viento inexistente, agitada en grupo como una pradera, planta de hojas de fuego, hidra furiosa, edificio que asciende ondulando, su fuerza petrificada, fundida, tallada, dibujada se agota en el esfuerzo agónico de aparentar violencia, movilidad, peligro.

Y más…

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