De las andalias al sillacar

18 octubre 2006 20:20

Me decía Ana Lorenzo en un comentario a Cruce de palabras: “Mis hijas llamaban a las sandalias andalias; el cruce era entre el verbo andar y la liaison que se establece al poner el artículo delante y al ir siempre en plural (como los pies son siempre dos)”.

La verdad es que la duda sobre los límites silábicos crea curiosas confusiones: la emisión sonora /unarradio/ puede corresponder a “una radio” o a “una arradio“, y hasta hace pocos años (quizás todavía) se podía oír a la gente de poca cultura hablar tranquilamente de “su arradio“.

En el caso de Ana hay otro factor añadido: el intento por dotar de significado a algo que no lo tiene: sandalia no significa nada, pero si las llamas andalias, su relación con andar queda perfectamente a la vista. En realidad la palabra viene del griego sándalon, que era originariamente el nombre de un pescado plano, de la misma raíz que el pez llamado en latín sólea y en francés sole, ‘lenguado’.

La lengua ofrece casos preciosos de estas reintepretaciones (que los expertos llaman etimología popular): de pequeño oía llamar a la moto con sidecar (pronunciado tal como se escribe), sillacar: ¡mucho más natural!

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16 comentarios

Anonymous dijo...

En mi pueblo por los 60 al tractor americano “Masey Ferguson”, que era muy apreciado entonces por su fuerza comparadao con la de los “Ebro” españoles , todo el pueblo los llamaba el “Forson”, algo así como forzudo en “americano”

19 octubre 2006 21:36
José Antonio Millán dijo...

Hay otro precioso caso de reinterpretación de límites silábicos (como en las andalias) en el comentario de OK.OK. a Palabras que sólo usa una familia: “Me voy a la babo“.

21 octubre 2006 13:05
Anonymous dijo...

Bueno, yo tengo una estupenda relacionada con las interferencias entre distintas lenguas. Es habitual oír hablar de eso que se ha dado en denominar como “spanglish”, ese producto lingüístico fruto del contacto entre inglés y español. Pero lo que no es tan habitual es encontrar casos de “frañol”. Una de mis tías abuelas emigró hace décadas a Bélgica. Aún vive allí, de hecho, sus hijos nacieron en Bruselas, pero ella jamás ha llegado a hablar francés. Lo suyo es una mezcla extraña y divertidísima. Una vez nos contó que se acababa de comprar una “futona” (un sillón, transformado por influencia del francés “futon”). Desde entonces, en mi familia ya no tenemos sillones ni sofás, sino futonas.

25 octubre 2006 09:36
Ana Lorenzo dijo...

Cuando hablaba a mis hijas de pequeñas y a sus amigos de ir a la biblioteca, ellos, sin saber muy bien a qué se podía asociar ese biblio del principio, lo transformaban en algo más conocido: me decían, “vamos a la videoteca“. Lo más gracioso es que los libros, gracias a esta transformación por etimología popular, no se tomaban en préstamo, ante mi sorpresa; “¿puedo alquilar este libro?”.

25 octubre 2006 12:53
Anonymous dijo...

Con relación a “arradio”, escuché una explicación del porqué de “afoto” y “amoto” (seguramente extensible a “arradio”). En realidad se trata de hacer coincidir el género del artículo con el del sustantivo. Si “radio”, “foto” y “moto”, terminan en “o”, son masculinos, en consecuencia: “un arrado”, “un afoto”, “un amoto”.

25 octubre 2006 22:12
Toño dijo...

Un ejemplo clásico es la “mondarina”, que es como en muchos lugares llaman a las mandarinas, debido, sin duda, a que se mondan mejor.Hace tiempo leí que la etimología de “cerrojo” es una palabra prerromana “berrojo”, que se contaminó con el verbo “cerrar”.Y una colección grande de barbaridades ha tomado Xosé Castro en su “diccionario de portera”Un saludo Toño

29 octubre 2006 16:24
Anonymous dijo...

Más que sobre el contenido de la sección mi comentario se dirije a aclarar la confusión que provoca asociar la poca cultura (… la gente de poca cultura hablar tranquilamente …) con la falta de acceso a “cultura escrita”, lo que implica una diferencia conceptual importante.

30 octubre 2006 12:45
Pedro C dijo...

Yo conozco dos casos en la lengua inglesa en los que la etimología popular pasó con el tiempo a aceptarse como la etimología “oficial”. Son las palabras adder y apron (que significan “víbora” y “delantal”, respectivamente), cuyas formas originales eran nadder (del inglés antiguo, nædre) y napron (del francés antiguo, naperon). En el siglo XIV, la compleja e irregular estandarización del inglés medio condujo a un análisis erróneo de las frases “a nadder” (una víbora) y “a napron” (un delantal) como “an adder” y “an apron” (an es como se escribe el artículo a [un/una] ante un sonido vocálico).Mi pregunta es: ¿conoce alguien vocablos en castellano que provengan de una asimilación semejante de la etimología popular de otros tiempos? Sé que andalia figura en el DRAE, pero sólo como una variante “vulgar”, y no creo que haya forma de que pueda reemplazar a sandalia, puesto que su uso está confinado a sólo algunos dialectos del español (de seguro no está en mi léxico rioplatense).Lo felicito Sr. Millán, este blog me parece estupendo.Saludos desde Buenos Aires.

30 octubre 2006 19:06
Ramoba dijo...

Las hijas de Ana no han inventado nada. La palabra”andalia” figura en el RAE como vulgarismo al producirse liaison “las(s)andalias,como L’avión (el avión),el amoto, el arradio, todas ellas se escuchan aún en muchos ambientes rurales.

02 noviembre 2006 19:32
gorki dijo...

Olvidabamos las dos “etimologías populares” más populares, valga la redundancia El “ostentorio” de Jesús Gil y Gily el “estar en el candelabro ” que adjudican a Sofía Mazagatos

04 noviembre 2006 22:19
el médico a palos dijo...

El campo de la Medicina, y especialmente el de la Patología, es fecundo en deformaciones vulgares de los términos técnicos. Algunas son simples barbaridades, fruto de la dificultad de entender o de pronunciar palabras erevesadas por personas con bajo dominio lingüístico; pero otras son auténticas etimologías populares. En este momento se me ocurren dos, bastante extendidas, tanto que el diccionario “Clave” advierte sobre su incorrección: -*”diabetis”, por contaminación del sufijo “-itis”, empleado en la designación de muchas enfermedades, con el significado de “inflamación”. – *”tortículis”, supongo que porque la “u” aproxima más la palabra al “cuello” afectado(“collum” en latín y “collo” en italiano, de donde al parecer proviene la palabra española, a través del francés).

09 noviembre 2006 18:27
Gorki dijo...

No sé si este es el siyio adecuado para “fregoneta”, nombre popular que se da a las furgonetas, que derivan de un coche pequeño.Entiendo que es un cruce entre “fregona”, nombre despectivo aplicado a las “chachas” o asistentas y furgoneta, camión de transporte ligero.

22 noviembre 2006 08:21
martinezconacento dijo...

En Andalucía es fecuentísimo oir que te llamen “sentrañas” cuando quieren demostrarte afecto. De mis entrañas, claro.

02 diciembre 2006 22:31
Silvia dijo...

El otro día precisamente me contaba una amiga muerta de
vergüenza que recientemente se había enterado de que se dice
“azotea” y no “zotea”. Al principio, no entendió las risas cuando
dijo que quería comprar “un piso con zotea”…

13 enero 2011 12:45
Iñaki Cano dijo...

O un chico con que toqué en un grupo, que tardó muchos años en descubrir que el alcalde de San Sebastián no se llamaba O’Donnell Orza.

01 junio 2011 12:30
Julián dijo...

casi todos los “disparates” tienen una explicación lógica. En este ,mismo sentido tenegos “Las Sergas de esplandián” cuando lo correcto hubiera sido decir “Las Ergas (trabajos) de Esplandián.

30 octubre 2011 20:40