La acera en Gran de Grácia
Si afirmara que en Barcelona cada día cientos de vehículos de motor, que no debían salir de la calzada, van alegremente por las aceras, podría parecer una exageración.
Pues sí: entre la pasividad de la autoridad y la aceptación sumisa de los viandantes, motos y motocicletas aparcan en las aceras. Que el sitio destinado a las personas sea ocupado por vehículos ya de por sí es grave, y es fácil verlo en cualquier parte de la ciudad: la acera se ha convertido en un párking. Parece que la gente ya se ha acostumbrado, o que (en el caso de las motos) piensa: “Peor sería si fuesen coches…”.
Pero además de esto hay otro factor: ¿cómo llegan las motos encima de las aceras? No remontan el escalón del bordillo para subirse a ella, allá donde encuentran un hueco “libre”. Y mucho menos pueden hacerlo en casos como el de la foto, en que los vehículos aparcados en el borde de la calzada impiden el acceso. ¿Qué hacen, pues?: entran por el rebaje de la acera que está en los pasos de peatones (es decir, normalmente, en las esquinas), y recorren por el interior de la acera los cinco, diez o veinte metros que necesitan para “aparcar”.
Claro (pensará el lector): se ven forzados, pobres, a hacer eso, pero apagan el motor, echan pie a tierra y empujan su vehículo hasta su destino.
No: lo que hacen es conducir su moto, impulsada por su motor, por encima de la acera, entre las ancianas, los cochecitos de niños y los sencillos viandantes, hasta su “párking”. Con un poco de suerte, lo hacen despacio.
A veces me quedo mirando fijamente al motorista que viene de frente por mi acera: ¿me tengo que apartar para dejarle el paso? ¿Se cortará y se dará cuenta de que está haciendo algo por o menos incorrecto? Normalmente no: sigue su camino como si nada…
¿Supone un delito según el Código de la Circulación aparcar una moto en la acera? ¿Y conducir un vehículo de motor por ella? ¿Han visto alguno de ustedes alguna vez a un policía municipal multando una de estas conductas?
Etiquetas: Peatones