El azufaifo, sentenciado

26 septiembre 2011 13:13

Para quien no conozca los hechos, aquí está la Historia del Azufaifo de la calle Arimón, que incluso dio lugar a un bonito libro.

Aparentemente, el árbol estaba salvado, pero no: la construcción de un edificio en el espacio inmediato comprometerá irreversiblemente las raíces, esa cosa extensa que tienen los árboles y que hace que no puedan vivir en macetas…

Naturalmente, la campaña de información del ayuntamiento transforma su intervención en la forma ya conocida por los regímenes totalitarios, a través de la mentira. Por suerte, una mano anónima está poniendo las cosas en su sitio…

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5 comentarios

Alfredo Vazquez dijo...

Paso a menudo al lado de este precioso arbol, y aprecio el esfuerzo de los vecinos por salvarlo. Pero es dificil saber hasta donde debe llegar la protección y hasta donde el desarrollo. Por ejemplo pongamos el ejemplo de que el ayuntamiento decide tiran un par de bloques de casa para hacer un parque con arboles… aceptarian los vecinos. La linea entre la protección y el desarrollo es dificil. Han desapareceido negocios en el barrio y nadie los ha defendido, no eran arboles eran personas con negocios decenarios. Me siento sin la suficiente claridad mental para saber ya lo que es bueno y malo. Y envidio a todos los que defienden en cualquiera de las partes sus posturas incondicionales, dan su vida por un arbol y en la mayoria de los casos no se agachan a recoger un papel que está en el portal de su casa, y les importa un pito las personas que viven en él con raices mucho más profundas que las de cualquier arbol. Me alegrara seguir viendo al Gingoler cuando pase por ahí.

06 octubre 2011 00:03
Isabel dijo...

Iba a dar las gracias por poner las cosas en su sitio cuando he visto este comentario tan confundido. Este señor no sabe que en toda Europa y en el mundo civilizado los árboles históricos -que irradian oxígeno a la atmósfera todos los días, absorben ruido y contaminación- están protegidos por ley. Y que los defensores de los árboles siempre son partidarios de usar papeleras y separar basuras, además de apoyar la defensa del patrimonio arquitectónico, mientras los que tiran basura al suelo son los mismos que no valoran los árboles, ignoran que los necesitamos para respirar y desprecian el patrimonio histórico.

04 noviembre 2011 23:43
victoria verge carreras dijo...

Soy de BARCELONA pero vivo en MEXICO hace varios años, me interesa el arbol del AZUFAIFO, pues me gustaria tener uno para plantarlo, pues en una revista vi que es precioso y ya que en BARCELONA se conoce ,les agradeceria si alguien sabe en donde encontrarlo poder obtenerlo. GRACIAS
Victoria Verge

08 febrero 2012 20:00
LaSierpita dijo...

Los azufaifos (ginjolers en catalán) son unos árboles muy fuertes y de crecimiento rápido. Tengo uno en mi jardín y cada año brotan de sus semillas azufaifitos por doquier, dificilísimos de erradicar si no se arrancan de raiz prontamente. Dejé crecer uno de ellos y ahora, en 2 años es casi un adulto. Estoy segura que al ginjoler de la calle Arimón no le va a pasar nada.

12 febrero 2012 12:15
José dijo...

El caso de este árbol es muy singular y no puede frivolizarse puesto que se trata de un ejemplar monumental, según se dice, el más grande de Europa de su especie.

Sin embargo, como bien dice Alfredo, también hay que tener en cuenta los intereses de las personas y empatizar con ellas. Digo esto, porque me pongo en la piel del propietario del solar y se me ponen los pelos de punta. No lo conozco en absoluto ni sé si este se trataba de un proyecto importante para él o si lo consideraría simplemente un pequeño negocio más de donde sacarse el viaje del verano. A pesar de esto a mi cabeza me viene la imagen de una persona que intenta salir adelante, que consigue comprar o quizás haya heredado, un solar pequeño en una ciudad y decide embarcarse en el proyecto de construir un edificio para poder rentabilizarlo. Entonces resulta que se le paraliza el proyecto por la existencia de un árbol en el solar y se trunca toda posibilidad de rentabilizar dicho solar.

Pues bien, no digo que corten el árbol y que todo vale, pero creo que esta situación es injusta para el propietario también. Que la mayoría no tengamos solares en los centros de las ciudades no quiere decir que no tengamos que empatizar con quien sí lo tienen. Además, casos como este son muy comunes en la realidad, no tanto por árboles, pero sí por ruinas o restos arqueológicos que aparecen continuamente en los centros de nuestras ciudades y que provocan la paralización de obras para estudiarlos, en algunos casos por algunos años, otros incluso suponen la anulación de todo permiso de obra, y por lo tanto de toda la inversión realizada hasta el momento.

Esto, unido a la rigidez de las normas de urbanismo y edificación imposibilitan el aprovechamiento de muchos solares en nuestras ciudades. Yo abogo por una moderación en la rigidez de ciertas normas urbanísticas que permitan un aprovechamiento de los solares que se vean afectados por estas situaciones y que permitan construir aunque el edificio no disponga por ejemplo de las medidas mínimas de fachada, pero que se compensen por otro lado estas circunstancias con lucernarias de techo y sistemas de ventilación natural alternativos. Además de la razón puramente económica para algunas personas hay que tener en cuenta que nuestras ciudades están repletas de edificios y monumentos que se han adaptado al terreno y sus circunstancias, y eso les ha dotado en muchos casos de singularidad y personalidad, algo de lo que adolecen tremendamente nuestros pueblos y ciudades en los últimos años.

De esta manera, y sin conocer personalment el solar y sus dimensiones y posibilidades, por las fotos que he visto, quizás en esto solar poco pueda construirse sin afectar al árbol, pero hay casos en los que, no sin mucha imaginación de quien deba proyectar y dar solución técnica, puede aprovecharse multitud de solares con particularidades de toda índole y condición.

03 septiembre 2013 08:12