El azufaifo, sentenciado

26 septiembre 2011 13:13

Para quien no conozca los hechos, aquí está la Historia del Azufaifo de la calle Arimón, que incluso dio lugar a un bonito libro.

Aparentemente, el árbol estaba salvado, pero no: la construcción de un edificio en el espacio inmediato comprometerá irreversiblemente las raíces, esa cosa extensa que tienen los árboles y que hace que no puedan vivir en macetas…

Naturalmente, la campaña de información del ayuntamiento transforma su intervención en la forma ya conocida por los regímenes totalitarios, a través de la mentira. Por suerte, una mano anónima está poniendo las cosas en su sitio…

Etiquetas:

El triste destino del edificio del Caspolino

25 septiembre 2011 23:23


Sabrán los barceloneses de antes, y nuestros lectores antiguos, que hubo un lugar en el barrio de Gràcia donde se levantaban las únicas atracciones fijas para niños en toda la ciudad. En el 2005 fue derruido, y así lloré yo la muerte del Caspolino.

Viendo, años después de la destrucción del lugar, que el solar seguía vacío, aún pude dedicarle un recuerdo en este mismo blog.

Después del verano veo que, por fin, tras seis años y pico, se sabe qué habrá allí, pero leamos antes mis premonitorias palabras del 2005:

Leo que la dueña se jubilaba. Leo que en el barrio hacen falta equipamientos. Me parece todo muy bien. Pero los negocios se traspasan, y también creo que hay muchos lugares en un kilómetro a la redonda que podrían servir de sede a esos equipamientos que ya veremos…

Bueno: pues ya sabemos qué es lo que habrá en ese lugar privilegiado: ¡justo lo que necesitaba el barrio, lo que pedían los vecinos, lo que los niños merecían!

La nueva sede del Colegio de Economistas de Cataluña…

Drakcelona

10 septiembre 2011 13:13

Desde principios del 2007 estamos siguiendo  variantes juguetonas del nombre de nuestra ciudad. Aunque por lo general representan aspectos críticos (véanse las recopiladas en la sección Las metamorfosis de Barcelona y en este mismo blog), he aquí uno positivo, que destaca una de las riquezas de Barcelona.

Se trata de Drakcelona. Barcelona, ciutat de dracs, de Josep Martínez, en Arola Editors, recopilación fotográfica de la presencia de dragones en emblemas, edificios, etc. (Me enteré de la existencia de esta obra por el blog Diari d’un llibre vell). La obra contiene, cuentan, quinientas imágenes de dragones repartidos por la ciudad. Por cierto: como aún no he visto el libro no sé si incluye el dragon como fuerza motriz de las forjas del Guinardó, de las que ya hablamos.

Para terminar sólo añadiré que la cubierta a su vez expone otra de las metamorofosis que nos son gratas: la de una letra en una imagen (o viceversa).

Etiquetas: ,

El caso de las chapas

08 septiembre 2011 12:12

 

El nuevo ayuntamiento de Barcelona ya ha demostrado su amor por la libertad de expresión y su capacidad de responder a la crítica. Lo ha hecho prohibiendo que se vendan unas chapas que como souvenir, exponen aspectos negativos de la vida de la ciudad.

Tienen razón: esas chapas son mentira! ¿Una ciudad donde roban, donde se venden latas de cerveza, donde hay putas y donde los policías pegan? ¡Esa no es la nuestra!