Heráldica de las forjas del Guinardó

29 noviembre 2010 19:19

A S.N.

Un paseo por el nordeste de Gracia y el comienzo del Guinardó nos depara el hallazgo de dos establecimientos de forja, situados en la misma zona.

En la calle Argentona, primero nos llamó la atención una bonita reja:

Pronto descubrimos que correspondía al establecimiento de un antiguo herrero o forjador, en cuya puerta campeaba un escudo en el que un dragón parece exhalar su aliento ardiente sobre un yunque (véase la puerta abajo, y un detalle al comienzo de este post). El dragón es un frecuente motivo modernista, digo yo que heredero del que alancea San Jorge (Sant Jordi), aunque si es una representación del Maligno ha triunfado notablemente en la iconografía de la ciudad. Como animal que escupe fuego, es lógico encontrarlo asociado a la forja.

Apenas unas manzanas más allá, en Pi i Margall 55, hay un curioso edificio que exhibe ya desde la puerta de nuevo la efigie del dragón:

Sobre  la puerta hay un escudo con el yunque y las herramientas del oficio: martillo y tenazas, junto al nombre del propietario.

Tirando de este hilo llegamos a averiguar muchas cosas: Joan Balaciart (1896-1994), nacido en Gracia, empezó como aprendiz a los 10 años en la sección de litografía de la imprenta Seix i Barral, en el mismo barrio. A los 16 años comenzó a trabajar en la forja (todo ello según el relato que Lluís Permanyer hacía en La Vanguardia del 10 de abril de 1988). Colaboró, entre otros con el arquitecto Puig i Cadafalch, y en 1943 edificó con sus propias manos esta casa adornada con lo mejor de su arte: no sólo la puerta, sino también las acróteras de la terraza, las rejas de separación de la finca o incluso el pescante para colgar la polea de las mudanzas, de nuevo en forma de dragón. Pensando en esta muy barcelonesa muestra de arte de la forja: de los muchos pescantes del barrio de Gracia, ¿cuántos habrán salido del taller de Balaciart?

En 1982 recibió la Medalla al mérito en el Trabajo, pero siguió trabajando. Murió en 1994. Hay un libro sobre su obra: Maria Carme Vila i Gili, La Forja a Catalunya i l’obra de Joan Balaciart (1983).

¿Habrá que recordar que estos edificios, muestra de la actividad del pasado y del arte popular, situadas en barrios periféricos, corren peligro en una ciudad que no defiende lo suyo?


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La destrucción de Horta

08 noviembre 2010 19:19

Es curioso: en Barcelona, cuando se ve una zona agradable, popular, llena de vida, se puede apostar a que está en peligro.

Cuando conocimos  hace un año estas calles de Horta, pensamos: aquí hay cosas que no va a durar mucho, y esta visita reciente lo ha confirmado. Ya están los carteles en las casas alertando contra la especulación, y rechazando el Pla General Metropolità que está pendiente como una espada de Damocles sobre la zona, y sobre el vecino Carmel.


He cogido como ejempo la asombrosa calle de Aiguafreda (fotografia superior e inferior). Es una colonia semejante a otras que han ido desapareciendo. Se trata de un conjunto de casitas de dos plantas dotadas cada una de un pozo y de una huerta delantera. De hecho, el pozo se ha convertido en el emblema de la Associaciò per a la defensa del patrimoni Dante-Llobregòs.

Quienes defienden el barrio tienen dos argumentos: el ecológico (el conjunto de jardines, huertas y vegetación en los turòs es único), y el patrimonial. Sí: estas viviendas son un patrimonio, fruto del trabajo de los habitantes más desfavorecidos de la ciudad, que llegaron a ella hace ochenta, setenta años y fueron construyendo aquí sus hogares y labrando su futuro. Merecen pervivir.


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Huellas de la espera

18 junio 2010 16:16

En los números 22 y 24 de la Rambla de Santa Mónica, en el umbral, hay (¿o ya habría que decir había?) unas curiosas huellas en el mármol. Las labró el roce de los tacones de las prostitutas, a lo largo de innumerables horas de espera del cliente, resguardadas del frío o de la lluvia en el portal.

Hoy el edificio está en obras (ya estaba abandonado cuando, en en 2005, tomé la fotografía superior). La fachada está cubierta, y no se puede saber qué ocurre dentro. Pronto habrá en el lugar un hotel; otro más.

Para mí que las huellas en mármol han desaparecido. Fíjense en la fotografía inferior: las intervenciones de “Barcelona posa’t guapa” están regidas más por la apariencia que por el respeto. La Barcelona actual, la Barcelona del turista y el diseño, tiene una enemistad manifiesta por la vida, por la historia popular: el “Paisaje urbano” ahora quiere ser algo limpio, aséptico. La “calidad de vida” que nos quieren conceder es la de la regulación, la del control, la de la selección de qué cosas merecemos disfrutar y de cuáles no. La ciudad que publica periódicos llenos de anuncios de sexo de pago, expulsa y acosa a las prostitutas callejeras; su memoria es borrada: el barrio conocido anteriormente como “el Chino” pasa a ser “el Raval”: no han existido nunca.

Por eso creo que nunca más veremos estas marcas sobre el mármol…


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Alerta: casa modernista en Septimania

25 abril 2010 12:12

Esta casa modernista en la esquina de Septimania y Saragossa está desde hace años abandonada y desde hace meses con los balcones tapiados. Es un edificio muy bello, con detalles de rejería excepcionales y preciosos pescantes en forma de plantas:

Ya conocemos el proceso demasiado bien: abandono, ruina y por fin derribo…


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