Las desdichas de la Maratón

06 marzo 2011 18:18

Aires de fiesta: tráfico cortado toda la mañana (a mí no me importa, pero las viejitas que esperaban en vano el autobús… ¡que se hubieran enterado!).

En numerosas esquinas, como en esta de la Rambla, cobijados por una banderola del Ayuntamiento, bigardos dotados de prótesis megafónicas, vestidos con calzones y camiseta de marca, animaban a la concurrencia (que más bien les pagaba con la indiferencia) a moverse al ritmo ensordecedor de una música discotequera y machacona: ¡qué bien enrollados somos, por Dios, qué deportivos!

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