Turistimóviles

02 julio 2010 22:22

Con la llegada del buen tiempo, florecen en Barcelona todo tipo de transportes lúdicos destinados a los turistas.

Hay muchos tipos, y conviene repasarlos (todas las imágenes están tomadas entre este año y el pasado).

Por comenzar por el principio: bicicletas…

Se trata de expediciones de bicicletas de alquiler, a veces precedidas por un guía rodante dotado de banderita.

Los rickshaws a pedales: vehículos de tracción humana. Sí: ahora que los quitan de Calcuta podrán encontrarse en Barcelona…

Los cochecitos de GoCar. Pero dejemos que su web hable por ellos:

GoCar es la forma más innovadora de conocer una ciudad. Estos simpáticos descapotables amarillos te hablan y te llevan a hacer un tour que nunca olvidarás. Mientras conduces, la avanzada tecnología del GPS te ofrece una visita informativa que señala los lugares más importantes de Barcelona. Simplemente sigue las indicaciones y relájate.

Al contrario que un tour normal, GoCar te permite una autonomía absoluta. Puedes decidir dónde vas, qué ves e incluso el tiempo que te quedas en cada lugar. Además, los coches tienen personalidad propia y sentido del humor: mientras te indican el camino, cuentan las historias que dan vida a la ciudad.

Mmmm… Apetecible. ¿no? Como está “considerado como ciclomotor” no hay ni que tener carnet de conducir coches para llevarlos…

Los… No sé cómo se llaman, ¿biciclos?:

Según venos la característica común es que (salvo en los rickshaws, que tienen conductor), los puede conducir cualquiera: ciclistas inexpertos, conductores de ciclomotór elevados a conductores de coche, y los neobiciclistas. Estos últimos, sobre todo (aunque tambien las bicis y sus variantes) por supuesto invaden las zonas peatonales siguiendo la costumbre de la ciudad.

En fin…

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Bicicletas asesinas

02 noviembre 2009 15:15

Ser peatón en Barcelona es un oficio de riesgo. Las bicicletas usurpan el espacio destinado a los viandantes, a pesar de lo que indican las ordenanzas municipales:

Artículo 14. Bicicletas

6. En el caso de que no exista carril bici u otra vía de las especificadas en el artículo 14.1, las bicicletas podrán circular, excepto en momentos de aglomeración de peatones, por:
a) las aceras, andenes y paseos de más de 5 metros y 3 metros de espacio libre.
b) parques públicos y áreas de peatones.
c) zonas de prioridad invertida en los dos sentidos de circulación.
A los efectos expresados en este artículo, se entenderá que hay aglomeración cuando no sea posible conservar 1 metro de distancia entre la bicicleta y los peatones que circulen, o circular en línea recta 5 metros de forma continuada.

A quien quiera comprobar el incumplimiento sistemático de esta norma le sugiero que se ponga en la calle Tallers o Elisabets a cualquier hora: ahí verá a los ciclistas sortear peligrosamente a los peatones. Jamás he visto a un guardia multar a uno….

Los ciclistas se cobijan bajo una capa de deporte y ecología, pero la verdad es que no tiene maldita la gracia que un peatón tenga que ir mirando atrás todo el rato para evitar que un “deportista” le haga polvo una pierna: las bicis no hacen ruido, y por ello son doblemente peligrosas.

Por último querría volver sobre el tema, ya tocado, de las motos en la acera. En el ánimo de ciertos motoristas ha calado el principio de que si se puede aparcar en la acera, se puede subir a ella en marcha, y ya que estás, pues andar un poco más y llegar más cerca de tu punto de destino, todo por la acera. No me he dedicado a la caza y captura de estos indeseables, pero uno se tropieza constantemente con ellos, como este que recorrió veinte metros sorteando peatones y viejitas con carro, junto al mercado de Sant Gervasi hace pocos días.

Ver La destrucción de Barcelona en un mapa más grande

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La acera como autopista

09 octubre 2009 21:21

La acera en Gran de Grácia

Si afirmara que en Barcelona cada día cientos de vehículos de motor, que no debían salir de la calzada, van alegremente por las aceras, podría parecer una exageración.

Pues sí: entre la pasividad de la autoridad y la aceptación sumisa de los viandantes, motos y motocicletas aparcan en las aceras. Que el sitio destinado a las personas sea ocupado por vehículos ya de por sí es grave, y es fácil verlo en cualquier parte de la ciudad: la acera se ha convertido en un párking. Parece que la gente ya se ha acostumbrado, o que (en el caso de las motos) piensa: “Peor sería si fuesen coches…”.

Pero además de esto hay otro factor: ¿cómo llegan las motos encima de las aceras? No remontan el escalón del bordillo para subirse a ella, allá donde encuentran un hueco “libre”. Y mucho menos pueden hacerlo en casos como el de la foto, en que los vehículos aparcados en el borde de la calzada impiden el acceso. ¿Qué hacen, pues?: entran por el rebaje de la acera que está en los pasos de peatones (es decir, normalmente, en las esquinas), y recorren por el interior de la acera los cinco, diez o veinte metros que necesitan para “aparcar”.

Claro (pensará el lector): se ven forzados, pobres, a hacer eso, pero apagan el motor, echan pie a tierra y empujan su vehículo hasta su destino.

No: lo que hacen es conducir su moto, impulsada por su motor, por encima de la acera, entre las ancianas, los cochecitos de niños y los sencillos viandantes, hasta su “párking”. Con un poco de suerte, lo hacen despacio.

A veces me quedo mirando fijamente al motorista que viene de frente por mi acera: ¿me tengo que apartar para dejarle el paso? ¿Se cortará y se dará cuenta de que está haciendo algo por o menos incorrecto? Normalmente no: sigue su camino como si nada…

¿Supone un delito según el Código de la Circulación aparcar una moto en la acera? ¿Y conducir un vehículo de motor por ella? ¿Han visto alguno de ustedes alguna vez a un policía municipal multando una de estas conductas?

Ver La destrucción de Barcelona en un mapa más grande

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