Sobre una curiosa acepción de "chupar"
La cosa empezó por un bonito dúo de Lila Downs con Eugenia León, sobre una canción popular veracruzana: "La Bruja". La letra, como ocurre con los géneros tradicionales, tiene grandes variaciones de una versión a otra. Pero hay un elemento que permanece, la utilización del verbo chupar, por ejemplo en el estribillo:
Que diga y que diga y que dígame usted
Cuantas criaturitas se ha chupado ayer,
Ninguna, ninguna, ninguna lo se
Yo ando en pretensiones de chuparme a usted.
Aun dejando de lado el posible doble sentido erótico del último verso, destaca el verbo chuparse (a alguien), que parece una acción propia de las brujas.
Ninguna acepción parecida recoge el DRAE bajo chupar. Pero Autoridades, s.v., señala:
Chupar la sangre. Se dice por vulgaridad de las bruxas, que beben la sangre a los niños, conociéndose después las picadas,O sea: lo que ahora atribuimos a los vampiros, venidos del folklore nórdico, ya lo teníamos entre nosotros...
Parece que el que las brujas chupaban la sangre era del conocimiento común, y como única muestra, un verso de Quevedo:
Ahora bien: ¿no habrá usos españoles antiguos del chupar con complemento de persona, y en el sentido de "extraer una bruja los fluidos vitales de alguien". Me había guardado esa pregunta en la recámara, como tantas otras, cuando me apareció por sorpresa en una lectura segoviana:
cuál decía, por disculpar la invidia, que me quería mal porque mi madre le había chupado dos hermanitas pequeñas de noche
¡Ahí estaba, en el segundo capítulo de El Buscón!
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