El fin de la calle Wellington

25 enero 2012 18:18

Era una calle singular, y aquí tengo que hablar en pasado. De un lado estaban las tapias del zoo y Parque de la Ciudadela, y del otro una serie de curiosos bloques decimonónicos. Más tarde me enteré de que se trataba de casas de militares, erigidas en 1886. La verdad es que se tenía la sensación de estar en otra ciudad, incluyendo la presencia del tranvía, ese eficaz medio de transporte urbano que en Barcelona es una mera decoración.

Ls casas eran edificios singulares: con una fachada patricia hacia el exterior y unas curiosas galerías de hierro en la parte interior.

Como corresponde a su extracción castrense, la decoración metálica jugaba con motivos militares: las consabidas puntas de lanza o pica, las fasces,

y unos curiosos remates con un casco a lo Jaume I:

En suma: una excelente obra de las muchas a las que los artesanos de hierro de Barcelona nos acostumbraron a lo largo del tiempo.

Pues bien: el resto se puede imaginar, y lo cuenta Blanca Cia en El País: la Universidad Pompeu Fabra ya derruido varios de estos bloques, y la caída del que queda es inminente, cuando desaparezcan las últimas viudas de militares que aún los habitan. Las rejas y motivos férreos habrán ido a parar a algún museo (es una broma). Ni que decir tiene que los edificios que la universidad está construyendo en el campus son una muestra del horror contemporáneo teñido de tics de disseny, pero bueno: peor habría sido, quizás, que conservaran, como suelen, el caparazón

Esta es la imagen de la calle en la actualidad, que aparece en el mencionado reportaje:

En fin: requiem por una calle excepcional.

 


Ver La destrucción de Barcelona en un mapa más grande

Vehículos informales en Barcelona

16 enero 2012 11:11

La subida del precio del metal, unida a la crisis económica, ha aumentado notablemente el número de personas que recuperan materiales de los contenedores de basura.

Para acumular y desplazar su botín diario se valen de transportes adaptados: vehículos de dos o cuatro ruedas, de empuje o tracción, que en una vida anterior tenían funciones diferentes: carros de supermercado, cochechitos de niño, carritos de la compra, maletas… Algunos llevan mochila: aspiran a poco.

Al reportaje completo.

(Pido excusas por repetir este post en dos blogs del sitio)

La plaza que, además, te rompía el metatarsiano

07 enero 2012 18:18

He esperado dos meses justos, para escribir con ecuanimidad. Además de horrenda en lo arquitectónico y en lo moral, la plaza de Lesseps es una trampa para peatones. Su pavimento desigual contiene escalones sesgados y progresivos que, aliados con lluvia (o la oscuridad) pueden destrozarte un pie.

Cuando me preguntaban en urgencias: “¿Y cómo se lo ha hecho?”, y yo les contestaba con el nombre de la infame plaza, me respondían con un murmullo comprensivo: “Ya… Otro…”.

Felices fiestas

22 diciembre 2011 11:11

En nuestras ganas de desear a nuestros lectores un venturoso 2012
no hemos reparado en gestos, siendo el primero el stack de Delicious
al que se accede en la primera línea desde el link del año.

En un momento en que parecen estar de moda las medidas de gracia,
hemos otorgado un indulto temporal al Sísifo que nos acompaña
desde hace varios lustros (y al que se puede ver trabajando en la portada habitual),
eximiéndole por unas semanas de la tarea de empujar la piedra;
además hemos incluido el detalle navideño más kitsch que podíamos encontrar;
todo ello en la nueva home de las fiestas.


No contentos con eso, he aquí la imagen que hemos utilizado para nuestros seguidores en Twitter:
felicitación 2012.

Feliz 2012, pues, de corazón. Nos reencontraremos ya empezado enero.
Y para que conste, este post colgará de todos los blogs del sitio…

Peret y los gitanos de Sant Antoni

06 noviembre 2011 15:15

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Estoy leyendo el libro de Juan Puchades Peret. Biografía íntima de la rumba catalana, que en estos días acaba de publicar la editorial GlobalRhythm, y me ha sorprendido descubrir muchas cosas que yo ignoraba sobre los gitanos catalanes que vivían en las inmediaciones del mercado de Sant Antoni. De ellos salió la figura de Peret, que este libro retrata de manera tan completa.

Como ocurría también en el barrio de Gracia, los gitanos barceloneses eran bilingües. En esa mina que es Youtube (mina, claro está, por las joyas que miles de usuarios van sembrando en su interior) he descubierto esta canción en catalán que Peret dedica a su padre, apodado Mig Amic, porque como vendedor de cortes de traje, era amigo de muchos… hasta que había que hacer negocio. Pero veamos estos párrafos dedicados a sus antecedentes familiares:

El abuelo paterno , Pedro Pubill Escudero, conocido como «Rullat», se casó con Consuelo Pubill, que poco antes había quedado viuda y madre de un hijo, Paquito. En Reus nació el primer vástago del matrimonio, Manuel, a quien todos, nadie supo nunca muy bien por qué, llamaban Emilio (y así lo citaremos aquí). Tan Emilio se consideraba que solo tuvo conocimiento de su nombre real cuando lo convocaron para cumplir el servicio militar.

Emilio, al que más tarde se conocerá con el apodo de «Mig Amic» [medio amigo, o amigo a medias], en lugar de continuar la profesión paterna, comenzó a vender, puerta a puerta, piezas de tela con las que confeccionar trajes y vestidos, oficio, el de la venta ambulante, que era una de las pocas salidas laborales para lo gitanos.

Y así le cantó…

[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=gKWaXeTHKYs[/youtube]


Ver La destrucción de Barcelona en un mapa más grande

El azufaifo, sentenciado

26 septiembre 2011 13:13

Para quien no conozca los hechos, aquí está la Historia del Azufaifo de la calle Arimón, que incluso dio lugar a un bonito libro.

Aparentemente, el árbol estaba salvado, pero no: la construcción de un edificio en el espacio inmediato comprometerá irreversiblemente las raíces, esa cosa extensa que tienen los árboles y que hace que no puedan vivir en macetas…

Naturalmente, la campaña de información del ayuntamiento transforma su intervención en la forma ya conocida por los regímenes totalitarios, a través de la mentira. Por suerte, una mano anónima está poniendo las cosas en su sitio…

El triste destino del edificio del Caspolino

25 septiembre 2011 23:23


Sabrán los barceloneses de antes, y nuestros lectores antiguos, que hubo un lugar en el barrio de Gràcia donde se levantaban las únicas atracciones fijas para niños en toda la ciudad. En el 2005 fue derruido, y así lloré yo la muerte del Caspolino.

Viendo, años después de la destrucción del lugar, que el solar seguía vacío, aún pude dedicarle un recuerdo en este mismo blog.

Después del verano veo que, por fin, tras seis años y pico, se sabe qué habrá allí, pero leamos antes mis premonitorias palabras del 2005:

Leo que la dueña se jubilaba. Leo que en el barrio hacen falta equipamientos. Me parece todo muy bien. Pero los negocios se traspasan, y también creo que hay muchos lugares en un kilómetro a la redonda que podrían servir de sede a esos equipamientos que ya veremos…

Bueno: pues ya sabemos qué es lo que habrá en ese lugar privilegiado: ¡justo lo que necesitaba el barrio, lo que pedían los vecinos, lo que los niños merecían!

La nueva sede del Colegio de Economistas de Cataluña…

Drakcelona

10 septiembre 2011 13:13

Desde principios del 2007 estamos siguiendo  variantes juguetonas del nombre de nuestra ciudad. Aunque por lo general representan aspectos críticos (véanse las recopiladas en la sección Las metamorfosis de Barcelona y en este mismo blog), he aquí uno positivo, que destaca una de las riquezas de Barcelona.

Se trata de Drakcelona. Barcelona, ciutat de dracs, de Josep Martínez, en Arola Editors, recopilación fotográfica de la presencia de dragones en emblemas, edificios, etc. (Me enteré de la existencia de esta obra por el blog Diari d’un llibre vell). La obra contiene, cuentan, quinientas imágenes de dragones repartidos por la ciudad. Por cierto: como aún no he visto el libro no sé si incluye el dragon como fuerza motriz de las forjas del Guinardó, de las que ya hablamos.

Para terminar sólo añadiré que la cubierta a su vez expone otra de las metamorofosis que nos son gratas: la de una letra en una imagen (o viceversa).

El caso de las chapas

08 septiembre 2011 12:12

 

El nuevo ayuntamiento de Barcelona ya ha demostrado su amor por la libertad de expresión y su capacidad de responder a la crítica. Lo ha hecho prohibiendo que se vendan unas chapas que como souvenir, exponen aspectos negativos de la vida de la ciudad.

Tienen razón: esas chapas son mentira! ¿Una ciudad donde roban, donde se venden latas de cerveza, donde hay putas y donde los policías pegan? ¡Esa no es la nuestra!

Cómo oponerse con éxito

30 agosto 2011 19:19

En estos días en que, con alevosía estival, se han empezado las obras de la Rotonda estaba yo leyendo una obra muy clara: Federico Aguilera y José Manuel Naredo (eds.) Economía, poder y megaproyectos (Teguise, Fundación César Manrique, 2009). Se centra en las grandes intervenciones urbanas, semillero de corrupciones: Ciudad deportiva del Real Madrid, Fórum de las Culturas de Barcelona, …  En su comienzo encontré unos párrafos que me hicieron pensar y que en realidad se aplican a muchos otros casos, grandes o pequeños.

Están en el primer apartado: “En memoria de Antonio Estevan“, ingeniero y activista que luchó contra intervenciones como el Plan Hidrológico Nacional. En una carta a los editores del volumen mencionado Estevan reconocía su

completa pérdida de confianza en las posibilidades del diálogo con las instituciones, sean del signo que sean, y una creciente convicción de que sólo con movilización social se puede ganar en esta clase de conflictos, pero teniendo en cuenta que, aún así, la movilización no es condición suficiente para ganar. Tiene que haber además una perspectiva de deterioro electoral de los partidos responsables suficiente para hacerles cambiar. Los razonamientos, la información, la demostración incluso apabullante de que se tiene razón, no sirven absolutamente para nada. Los políticos sólo se mueven por cálculos electorales y los tecnócratas no se mueven por nada, pues su objetivo es hacer obras, al margen de cualquier otra consideración. Por eso creo que los esfuerzos sobrehumanos que a veces hacemos para demostrarles técnicamente a las autoridades y a sus técnicos que están equivocados en tal o cual proyecto deberíamos reorientarlos a la difusión y a la movilización social, cuidando especialmente la proyección electoral de las protestas. Y negándonos a hablar con las estructuras tecno-políticas. Esto lo resumía yo en las charlas en el Júcar con una frase lapidaria que hacía bastante efecto: contra tecnocracia, democracia; con la tecnocracia no vale la pena discutir.