El tamaño del texto
23 octubre 2006 10:50
Leer puede ser una actividad perfectamente natural, a poco que uno tenga buenas capacidades de visión. Pero antes o después a todos nos llega la decadencia visual bajo la forma de la presbicia, o vista cansada, que básicamente empeora la visión cercana (la que se pone en práctica en la lectura). Quienes la sufren empiezan a alejar el libro o periódico de los ojos, hasta que por fin no pueden leer sin gafas.
la primera colección específica en letra grande nace en Inglaterra en 1964, debido, según se cuenta, a que Agatha Christie deseaba que sus viejas amigas pudieran todavía leer sus libros. En Francia hace su aparición a mediados de los años setenta.Por fortuna para todos, una de las ventajas de los textos electrónicos (por ejemplo, los de las páginas web), es que puede cambiar de tamaño a demanda del lector, mediante el menú del navegador, con Ver / Tamaño del texto. Con navegadores recientes y ratones dotados de ruedecita de desplazamiento se cambia el tamaño del texto con la tecla Control + rotación de la rueda (¡aunque me he encontrado con mucha gente que ignora este recurso!).
Hace ya cuatro años, el entonces guru de la usabilidad, Jacob Nielsen, pedía que los usuarios tuvieran siempre el control del tamaño de los textos, y señalaba dos razones que a su entender hacían que los textos de las páginas web fueran por lo general poco legibles:
La mayor parte de los diseñadores de webs son jóvenes, de modo que tienen una visión perfecta. El texto pequeño no les incomoda en la misma medida que a aquellos al otro lado de los 40. Los diseñadores tienden también a tener monitores caros, de alta calidad, que son mejores para los ojos.
Mientras crean un sitio web, los diseñadores no leen realmente la información de las páginas. [...] Cuando no tienes que leer las palabras, no importa que los caracteres sean pequeños.
Los navegadores actuales permiten casi siempre lo que pedía Nielsen entonces: que el usuario del sitio pudiera variar el tamaño del texto, aunque el diseñador hubiera especificado en el HTML un cuerpo de letra determinado. Pero, ¡ay!, los (malos) diseñadores pronto descubrieron otra posibilidad: meter los textos como imagen (y por tanto, al tamaño inamovible que les da la gana), o incorporarlos, de forma igualmente cerrada, a presentaciones en Flash.
Y estos abundan... Cuando me encuentro con una horrenda web de ese estilo sólo me queda un recurso: ¡hacer zoom para ampliar una zona de la pantalla! (muchas tarjetas de video permiten esa posibilidad: basta explorar su menú para encontrarla).
Etiquetas: Lectura, Tipografía
8 Comentarios:
De hecho, a mí ya me cuesta leer tu blog con mis gafas multifocales. También la lupa es una solución...
Peter, ¿has probado Control con la ruedecita?
Y si no, claro, lupa...
¡Control ruedecita! ¡Lo acabo de descubrir!
Muchas gracias :)
Millán: tu pagina personal de letra hipergrande (en contraste con este blog rediseñado), ¿empezaste a hacerla después de los cuarenta?
Esteeeee... Sí.
Pero no fue una decisión présbita ni presbiteriana, sólo tipográfica. Vamos... Creo recordar...
En los portátiles sin ratón ni ruedecita pero con ese cuadrado que creo que se llama touchpad, el deslizar el dedo por el borde derecho del cuadrado, arriba o abajo, mientras se mantiene apretado Control, surte los mismos efectos. J.O.P.
EL NAVEGADOR DE OPERA PERMITE ESTABLECER EL PORCENTAJE DE ZOOM Y AUTOAJUSTARLO EN ANCHURA ASI YA NO HAY NECESIDAD DE DESPLAZARSE CON LAS BARRAS LATERALES
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