Hace pocos días se difundió la noticia de que Apple estaba
quitando apps (aplicaciones, es decir, tanto libros como revistas, comics o juegos) de contenido sexual de su almacén, App Store. El jaleo fue mayúsculo, porque los criterios de exclusión eran borrosos. Muchos interpretaron este movimiento como preparativos para la aparición del nuevo
iPad (dispositivo al que van a ir muchos contenidos de tipo editorial).
Ahora aparece una nota en el sitio de la
Electronic Frontier Foundation, institución que defiende la libertad de expresión en la Red, acerca del
contrato que hace Apple con los editores que le proporcionan obras para venta en el iPhone, iPad Touch y (es de suponer) pronto en el iPad.
Recordemos el contexto: a diferencia de lo que ocurre en todo el mundo de la computación, los programas (y datos) que van a ser utilizados en el iPhone tienen que ser aprobados por Apple (como si Microsoft tuviera que aprobar cada programa que corre en Windows). Esta empresa revisa, entre otras cuestiones, la programación, y por fin da el visto bueno, o no. Esto puede tener un lado bueno: la ausencia de virus en el sistema.
Además, los creadores sólo pueden vender sus productos a través de las tiendas virtuales de Apple, lo que quiere decir que ésta puede ejercer de hecho una censura sobre los contenidos, como se ha visto. Pero, como indica el artículo de la EFF, Apple podría también suprimir aplicaciones directamente de los aparatos de los usuarios (como ya hizo
Amazon con Kindle).
Pero, ¿qué dice el contrato que han firmado con Apple 100.000 productores de contenido (obligatorio si querían vender algo a través de ellos)? Hasta ahora no se sabía, porque Apple exigía el secreto a quienes los firmaban. Por suerte, la EFF ha aprovechado que la NASA (institución oficial) había creado una aplicación, para, apelando a la
Freedom of Information Act (FOIA), pedir ver el contrato.
Como se temía, los firmantes de este acuerdo facultan a Apple para quitar en todo momento sus aplicaciones del mercado, y acceden a que la máxima compensación que recibirán por daños son 50$.
¿Por qué han accedido 100.000 editores y cradores de software a este acuerdo? Bueno: los más de 40 millones de usuarios que han comprado el iPhone son un público cautivo
propiedad de Apple. Quien quiera acceder a ellos, tiene que pasar por el aro.
Etiquetas: Editoriales, iPhone, Lo que hay que hacer para vender...