E-Babel

31 mayo 2008 12:23


Este es el nombre que da Tom Tivnan en Bookseller a la situación reinante en el mundo de los dispositivos dedicados para la lectura (ebooks, e-libros o libros-e).

Los formatos propietarios, que sólo se pueden leer en determinados dispositivos, junto con la existencia de DRM, Digital Rights Management, están penalizando al usuario y comprador para beneficio de nadie...

Kindle, por ejemplo, usa .azv, una variante de Mobipocket (propiedad ahora de Amazon), pero no puede leer directamente archivos Mobipocket que su propietario pueda haber comprado para su PDA, PC u otro lector. Hay sitios de venta de e-libros, dice Tivnan, que ofrecen hasta 12 diferentes formatos: ¡esto es e-Babel!

Pero almismo tiempo siguen los tratos de editoriales con fabricantes de e-books: Simon & Schuster acaba de anunciar que ofertarán 5.000 libros sobre la plataforma Kindle.

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2 Comentarios:

Anonymous Gorki dijo...

Siguen idéntico camino que las discográficas y se tropezarán en las mismas piedras.
El tiempo se les acaba, yo ya tengo desde hace años, un CD (pirata) con 6000 libros en castellano en formato DOC y PDF, que me pasó un amigo.

Si no encuentran n negocio compatible con una solución abierta y legible en todo tipo de equipos no conseguirán mas que fomentar el pirateo.

Las DRM han demostrado largamente su incapacidad y solo provocan que alguien las perfore y pongan el contenido protegido por las DRM en abierto para quien lo quiera copiar.

No se trata de que el pirateo sea legal o no, es que no lo van a poder frenarlo, se pongan como se pongan. Así que mas les vale contar con ello al hacer negocios. Los videojegos han buscado formas alternativas muy rentables y pese al pirateo hoy facturan mas que las cinematográficas.

Ese es el ejemplo que hay que seguir y no el de las discográficas.

31 mayo, 2008 13:42  
Anonymous jincho dijo...

Es cierto que el ser humano tropieza dos veces en la misma piedra. Y si lo hace más de 2 veces, o es de la SGAE, o usa DRM,o ambas cosas.

Interesante el artículo que enlazas. La escasa penetración de estos artilugios, que sabemos debida al precio, a cierta desconfianza social por parte de unos usuarios demasiado apegados al papel ( su olor, su tacto, etc), tiene, al menos para mí una motivación más profunda. La propia industria editorial no desea que triunfen(Igual que el pretendido triunfo del blu-ray en el mercado va demasiado lento). Se les viene encima un esquema que, al igual que a las discgráficas, hace que sus productos tengan un precio que tiende a cero. Se les cae el chiringuito encima, y no saben como salir del atolladero. Cuanto más tarden en cambiar, más profunda será la hos**a. Allá ellos. Tienen el mismo derecho que las discográficas a elegir la forma de su suicidio colectivo.

¿Les resulta demasiado difícil comprender que los que ya tenemos un aparato de estos NECESITAMOS libros para leer?
¿Aún no entienden que los early adopters( Muchos de ellos dispuetos a pagar) de un producto así son los primeros en crear comunidades de uso, y que la existencia de libros en formato electrónico al alcance de estos early adopters crea mecanismos de uso correcto, evitando el florecimiento de sitios alternativos?

Señores editores ( Y algunos autores tambien) : Si alguien me vende un coche que funcione con hidrógeno, y no hay estaciones de servicio con hidrógeno porque ello ataca al negocio de las gasolineras, el primer mecánico que en su trastero monte una maquina para recargar hidrógeno, se hará con el negocio. ¿Captan la analogía?.
Saludos.

31 mayo, 2008 15:22  

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