A partir del 15 de noviembre, el diario
El País ofrecerá sus
archivos históricos en abierto (antes estaban reservados para suscriptores), con la única excepción de la versión PDF.
Este movimiento viene poco tiempo después de que el
New York Times diera un paso similar, y no refleja más que una realidad tozuda: la fuerza de un medio la constituyen sus lectores, y cuando éstos se consiguen, lo demás (influencia, ingresos por publicidad, ...) viene por añadidura.
Pero, ¿qué ocurre con los suscriptores, que pagaban, entre otras cosas, por el acceso al archivo? Como he dicho, serán los únicos en poder ver la versión en PDF, que, por cierto, creo que los lectores que nos hemos forjado con el diario en papel consultamos mucho. Pero además se les promete que "se incorporará un novedoso sistema de lectura que facilitará su uso y garantizará una mayor velocidad de descarga". No sé si se tratará de un dispositivo "hojeador" como el que tiene
Le Monde, o exactamente qué, pero algún valor añadido tendrá que haber para quienes paguen...
Y ya que de remodelación de
elpais.com se habla, hay dos cuestiones que vale la pena comentar.
Los enlaces. Normalmente las noticias que incluyen direcciones web las presentan como texto simple, es decir, sin enlazar. Eso obliga al lector que quiere ir a la fuente que se cita a ¡copiar la dirección para pegarla en una nueva ventana del navegador! Si esto se hace por el afán de no regalar
ranking a las páginas citadas, existe desde hace años el atributo
no-follow, que se puede añadir sistemáticamente a todas las direcciones. Y si no es por eso, la verdad, no se me ocurre ninguna razón de peso para ir tan en contra de la estructura hipertextual de la Web...
[Nota sobre
no-follow: los buscadores clasifican los sitios (en parte) por la cantidad de otros sitios que les apuntan. Para evitar que en zonas abiertas al público la gente deje enlaces a sus webs para subirles artificialmente su
ranking, lo que es una forma de
spam, Google implementó el atributo
no-follow, que hace que el enlace se pueda seguir, pero que el buscador no lo contabilice. Recientemente la
Wikipedia decidió
colocar ese atributo a todos sus enlaces, decisión que ha sido muy debatida].
Los comentarios. A lo mejor soy yo solo, pero me da la impresión de que
El País tiene una extraña política con las noticias en las que permite comentarios y en las qu no. Para mí, la cosa está clara: todas las noticias deberían llevar posibilidad de comentario. O jugamos todos (a la Web 2.0) , o no jugamos...
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