¡Funciona!

08 marzo 2007 09:11

Uso mucho el reciclado. Me encanta que algo que yo no use encuentre utilidad para otra persona, y nunca he vacilado en incorporar a mi vida algo que otro ya no quería usar. Una de las interfaces más útiles para estos intercambios es, sencillamente, la calle. Uno deja en ciertas esquinas determinadas cosas y puede estar seguro de que durarán "menos que un merengue a la puerta de un colegio" (en la expresión consagrada, y probablemente obsoleta).

Con los libros ocurre exactamente lo mismo. O más. En determinados momentos de mi vida me he visto impulsado a reducir el volumen de mi biblioteca. Uno de mis procedimientos ha sido normalmente acudir a un librero de viejo. Me saco unas pelillas (que gastaré inmediatamente en más libros), y las obras volverán a encontrarse con su público, gracias a los sitios especializados: los tenderetes callejeros, el Mercat de Sant Antoni (Barcelona), la Cuesta de Moyano (Madrid), etc. Pero para pequeñas cantidades, o con libros que no quiere ni el librero de viejo, utilizo el mismo procedimiento: una bolsa, y a la esquina de la calle.

No duran nada. Alguien puede preguntarse que quién querrá los gruesos tomos de Teoría y Crítica Literaria de los que me desprendí cuando abjuré de ciertos errores de juventud. Sabe Dios. Un día coincidí en una comida con el responsable de saldos de libros en El Corte Inglés (no caeré en el eufemismo común en la prensa de decir "unos grandes almacenes": sólo hay unos). Le pregunté algo que siempre había querido saber: ¿siempre encuentran comprador para estos libros en saldo?, ¿incluso para los de egiptología o resistencia de materiales?. "Claro", me dijo, "siempre y cuando se baje lo suficientemente el precio: se vende todo". A ese precio bajo, bajísimo, de cero euros, mis libros en la calle es lógico que no duren nada...

Uno de los usos habituales en los que usan la calle como Gran Intercambiador, cuando depositan un electrodoméstico, un ordenador, etc., es dejar un cartel que diga: "Funciona". Así, el transeúnte sabe que no está ante una chatarra, útil sólo para los recuperadores de metal (que pueden desguazar un televisor antiguo en dos minutos), sino ante un aparato quizás no de última hora, pero sí utilizable. Esta imagen de los aparatos con el cartel encima me asaltó cuando bajaba ayer una bolsa de libros a la esquina.

Y entonces pensé: un libro no necesita encima el cartel de "Funciona". Cualquiera sabe que puede cogerlo, abrirlo, e inmediatamente la alineación de letras empezará a destilar sus contenidos en la mente del lector. El libro siempre funciona. El buen libro de papel.

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6 Comentarios:

Anonymous Peter dijo...

Me comenta un librero de viejo que varios mendigos suelen traerle libros recogidos en los contenedores. Les da medio euro y los vende a uno, si están presentables.
Los nuevos traperos...

08 marzo, 2007 10:10  
Blogger p i r e n e 1 9 7 9 [at] h o t m a i l . c o m dijo...

En Berlín es también habitual esa práctica de abandonar objetos en la calle. Aquí el cartelito, en lugar de "funciona", reza "se regala", y ya se sobreentiende que el objeto está en buen uso. En mi blog incluí una entrada sobre estas observaciones: http://etnoirene.blogspot.com/2006/05/zu-verschenken.html

08 marzo, 2007 18:03  
Blogger Xavier Fontich dijo...

He casi amueblado mi piso con muebles de la calle reciclados y con otros regalados. Es un vicio mirar por los alrededores de los contenedores (y para algunos una enfermedad de curioso nombre: síndrome de Diógenes, creo), y lo hago incluso ahora que ya no necesito más. Mi niño tiene tres años y el otro día recogimos con gran alegría un camión de decoración en perfecto estado: le sirve para almacenar sus pequeñas piezas de madera. No me he encontrado libros, de momento, pero estaré al acecho. Un lugar fascinante, para mí, desde mi infancia: los cementerios de coches. Pregunta: ¿algún artista fotogràfico ha hecho una incusrión en estos espacios fascinantes? Si alguien conoce la respuesta, agradecería alguna referencia.

09 marzo, 2007 10:43  
Blogger Ana Lorenzo dijo...

Bueno, lo de que el libro no necesita el cartel de FUNCIONA... Mira el vídeo que ha tenido que colgar Txetxu Barandián en Con Valor (http://convalor.blogia.com/2007/030602-como-funciona-un-libro.php) para mostrar «unas nociones introductorias de manejo del soporte libro». Vídeo embebido: http://www.youtube.com/v/oUtsjUKZFDM

Un beso. Ana

10 marzo, 2007 23:21  
Blogger José Antonio Millán dijo...

¡Ja ja! La parodia que ha colgado Txetxu demuestra precisamente eso: el libro es un objeto de uso tan simple que fingir desconcierto ante él sólo produce hilaridad...

11 marzo, 2007 11:23  
Anonymous Gpunto dijo...

Mis dos reciclados de libros. BookCrossing,
http://www.bookcrossing-spain.com/ , la biblioteca circulante mayor de la historia

El vagabundo que en la calle Principe de Vergara de Madrid,subiendo a la derecha, pasada la Plaza de Cataluña, monta un puestecito de libros de viejo con lo que le regalan los vecinos.

Libros que no has de (volver) a leer déjalos correr, déjalos correr

12 marzo, 2007 11:02  

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