Elogio de la fotocopia

11 mayo 2007 11:01

En un blog peruano, Kolumna Okupa encuentro una reividicación de la fotocopia:
Si de alguna manera en la Universidad de San Marcos se remonta el vacío de las bibliotecas, la desactualización de las mismas, el maltrato al alumno que quiere investigar y la escasez de recursos bibliográficos, ha sido a través de las múltiples fotocopias que alumnos, profesores y demás miembros de la comunidad académica, intercambian. Incluso, como es sabido, los intercambios se producen de forma anónima, ampliando nuestra pequeña red de amigos profesores o investigadores. En la medida que un profesor que ha tenido la fortuna de acceder a un libro difícil de conseguir, o que circula poco en el Perú o, en todo caso, que abre nuevas puertas al conocimiento, y lo deja en una de las fotocopiadoras de Letras en San Marcos para ser fotocopiado por sus alumnso, pero a su vez, para que permanezca un ejemplar en esa fotocopiadora, empieza a partir de ese momento la circulación de ese libro, inclusive entre profesores que no conoce. Esto me ha pasado en concreto con el libro “Diseños globales, saberes locales” de Walter Mignolo: un texto que busqué en Lima, Bogotá, México y Buenos Aires, e incluso mandé a pedir a la Casa del Libro de Madrid pero estaba agotado. Y lo encontré en la fotocopiadora de Mary, pasillo de Letras, campus de la Universidad de San Marcos.
No hace falta situarse en una biblioteca mal abastecida. El problema de los libros descatalogados es general y candente: nadie podrá nunca leerlos... a menos que, como recuerda Kolumna Okupa, entren en un circuito paralelo: el de las fotocopias. Como investigador sólo puedo bendecir a los innumerables colegas que me han facilitado ejemplares de libros para fotocopiar.

Como es bien sabido en España (y otros países), las fotocopias están gravadas por un canon que recauda una entidad de gestión. Puede y debe discutirse si esta es la mejor manera de compensar a los autores de libros vivos, adquiribles en librerías, que puedan sufrir merma de sus ventas por las fotocopias, pero dejémoslo de lado de momento.

En el caso de libros agotados, antiguos (un libro académico de 1970 lo es) e inencontrables, puede discutirse también la pertinencia del canon, pero incluso aceptándolo, la presión sobre los establecimientos de fotocopia está dando lugar a situaciones perversas. Hace pocos días bajaba a la fotocopiadora de mi barrio barcelonés con un libro académico inglés, de la década de 1970, de una editorial desaparecida. Bien: no quisieron fotocopiármelo, porque "luego nos ponen 3.000 euros de multa". Enhorabuena a las sociedades de gestión que han conseguido asustar de tal modo a los establecimientos, pero ¿les han dado normas de actuación claras para que resuelvan casos de estos? Me gustaría verlas.

Me parece normal que si alguien va con un libro de Arturo Pérez Reverte no se lo fotocopien, pero ¿tienen que hacer lo mismo en circunstancias como la que señalo?

Bien podría ser que el sistema que se está generando represente al final una barrera contra muchos usos legítimos de la reproducción, y en ese caso no debe extrañar a nadie que las necesidades de los usuarios les lancen hacia otros procedimientos de compartir aquello que no se puede comprar.

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8 Comentarios:

Blogger Xavier Caballé dijo...

El canon es un intento, tal vez el última, de aquellas industrias que o bien no han comprendido que el mundo ha cambiado e intentan aferrarse a la situación que hace unos años funcionaba... o, por el contrario, lo han comprendido muy bien y saben que es la última oportunidad que tienen de sacar provecho sin hacer nada.

11 mayo, 2007 12:36  
Anonymous Anónimo dijo...

No creo que nadie se extrañe, la verdad, ya que siempre el usuario, en usufructo de su última palabra, conseguirá mediante redes paralelas, aquello que no llegue a comprar.

11 mayo, 2007 13:46  
Anonymous Pablo Odell dijo...

No creo que nadie se extrañe que el usuario en usufructo del pdoer de su última palabra, gestionará por conductos paralelos, la adquisición de aquello que no pueda comprar (y necesite)...

11 mayo, 2007 13:48  
Blogger La Raguna dijo...

Hace muchos años iba a clases de teatro. Mi compañera y yo teníamos una escena de la obra Caricias, de Sergi Bellver (estupenda, por cierto). Era tan solo una escena de la obra, así que conseguí el libro en una biblioteca pública (creo recordar) y me dispuse a fotocopiar la escena en una librería, ya que era un texto que debía trabajar y sobre el que tomaría notas. Imposible, no hacían ningún tipo de fotocopias de libros, ni siquiera de una parte. Me pareció completamente absurdo. Yo era una cría y mi economía no andaba como para comprarme todos los libros que me hubiera gustado y aunque me lo hubiera comprado me habría hecho falta una fotocopia de la escena para poder trabajarla. Afortunadamente encontré una copistería que me solucionó el problema.

11 mayo, 2007 15:27  
Anonymous seleucus dijo...

Te vuelves loco para encontrar determinados libros fuera de circulación. Y te prohíben fotocopiarlos. Esto terminará petando. La tecnología vencerá por más trabas que le ponga la SGAE.

11 mayo, 2007 17:59  
Anonymous Gorki dijo...

Y digo yo, a quién hará daño que yo fotocopie una novela del "Caballero Audaz", el "Perez Reverte" de los años 30, que hoy no se encuentra en ninguna parte.

Y encima se iban a quedar con el cánon de las fotocopias.

Sinceramente no lo entiendo, pero no importa. porque lo puedo scanear en mi casa, pasar un OCR y subirlo a la red, para que cualquiera que lo necesite lo encuentre sin problemas.

¿De verdad prefiere la SGAE que haga eso?

11 mayo, 2007 19:33  
Anonymous jincho dijo...

Y, ¿Que pasa si le planteas semejante cuestión a alguna entidad de gestión?. Hace unas semanas, en una de las entrevistas digitales de El País, un usuario hacía una pregunta parecida: ¿Es delito que me descargue del emule una canción de hace bastantes años y que ya no está a la venta, ó que está descatalogada? La respuesta, como siempre, a piñón fijo "No si le pides permiso al propietario de los derechos".
Que BURROS: ¿ Y si el sello que la editó no existe?, ¿ Y como co***** averiguo yo quién tiene los derechos?...
Ah!, y dicen "propietario de los derechos", NUNCA Autor ( De hecho los autores les importan una M*****)

Por eso es conveniente y adecuado el uso de esos circuitos paralelos para compartir bits...

12 mayo, 2007 15:41  
Blogger Xavier Caballé dijo...

Por los comentarios que estoy viendo creo que hay un error de concepto: el objetivo de la SGAE (y otras sociedades de autores) no es proteger la cultura, ni promocionar la difusión y, por descontado, tampoco es realizar una política cultural.

El objetivo de la SGAE es, simple y llanamente, obtener dinero. A partir de aquí realizan cualquier acción que les proporcione una entrada económica sin importarles para nada cuales son las consecuencias de esas acciones.

Así a la SGAE (y otras sociedades de autores) no les importa si accedes o no a un producto cultural. Únicamente les interesa cobrar por ello, y si puede ser varias veces, ¡mejor!

12 mayo, 2007 16:02  

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