Las armas del escritor

10 junio 2007 19:26

Mark Twain con su hija, en un anuncio de 1945. Fuente

Los escritores siempre han sacado partido de todo lo que podía ayudarles, incluidas las máquinas. Mark Twain fue el primero que confió en una máquina de escribir (y su obra Life on the Mississippi pasa por ser la primera que se entregó mecanoscrita a un editor). Hoy en día cualquiera utiliza un procesador de textos, pero además hay muchos escritores que utilizan otras ayudas, cuenta Rachel Donadio en su artículo "Get with the program", en el New York Times de hoy.

Por ejemplo, los escritores de ficción tienen que poder controlar numerosos personajes con características propias e interacciones complejas. En el pasado esto se conseguía mediante el recurso a fichas, borradores sucesivos, etc. (y de hecho, como explicaba Martí de Riquer, las novelas de caballerías debieron de ser el primer género cuya producción no puede explicarse sin estos apoyos). Pero los escritores de hoy no se conforman con tan poco, y utilizan tablas Excel, o programas como Microsoft Project, que no han sido creados específicamente para estos menesteres, pero que pueden servir de cierta ayuda a los creadores.

Otros programas utilizados pueden ser el Mindjet MindManager (de nombre ominoso, como señala la articulista), que hace esquemas, o incluso el One Note de Microsoft, que permite combinar textos, correos, imágenes, videos, etc.

Hay escritores que utilizan programas especialmente diseñados para escribir guiones, como Dramatica Pro, o por último los que pretenden ofrecer una visión global de una obra compleja, como Power Structure.

Pero quizás el programa más útil sea (como señala la articulista) sencillamente uno que programe la desconexión a Internet en ciertos horarios, dejando la herramienta máxima del escritor, es decir, y en palabras de Orhan Pamuk: "El compromiso de estar solo en una habitación".

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