Viajes de Instrucción y Recreo

09 enero 2008 09:58

il. pág. 107

Un regalo de cumpleaños (gracias, Carmeta) me deparó una preciosa edición casi centenaria: Biblioteca Diamante, Viajes de Instrucción y Recreo por Europa y América. Ordenados por V. M. de B. Ilustraciones de Badía. Barcelona, 1909.

Se trata de un libro dedicado a presentar a sus jóvenes lectores diversas industrias y oficios. Tiene el leve pretexto narrativo de los viajes del quinceañero Fernando, quien "quisiera seguir la huella de los grandes millonarios norteamericanos". Sabiendo que las universidades por sí solas no dan la formación necesaria para ello, su padre decide que le mandará dos años a recorrer el mundo acompañado de un preceptor. El relato del viaje y de las cosas vistas, apuntadas "día por día en el cuaderno de viaje" por el propio Fernando, constituye la obra.

Como no podía menos de ocurrir, tras fábricas de macarrones, hojalaterías, bodegas y telares, los protagonistas llegan a una imprenta (págs. 107-8, mantengo la puntuación original):
Si yo hubiese de seguir un oficio creo que me inclinaría al de tipógrafo. Pocas cosas hay tan curiosas como una imprenta y pocos oficios exigen tanto gusto, arte y cultura como el cajista.

¡Qué paciencia para levantar una a una las letras de la caja, qué ligereza para levantar muchas y qué pupila para distinguir una rayita llamada cran en cada letra, el cual sirve para invertir la posición de las letras en la composición.
El paseo por los locales prosigue, salpicado de escenas deliciosas y (vistas desde hoy) de una cierta incorrección laboral.
—¿Hacen también pasteles?— pregunté con incredulidad.

En esto un aprendiz que nos miraba embobado, tropezó con un chivalete o armazón de madera donde se montan las cajas y dejó caer al suelo el galerín que llevaba en las manos.

—¡Valiente pastel has hecho!— gritó el regente acudiendo al lugar de la catástrofe y dando un coscorrón al muchacho.

—Eso es un pastel, —me dijo el señor Valle [el preceptor] enseñándome el montón informe de las letras del molde deshecho.— Ya ves que no se puede comer y que no ha sido muy dulce para el aprendiz.
Como remate, no puedo dejar de mencionar un bonito hallazgo en las guardas delanteras. La hoja pegada, reproducida más abajo, reza:
Colegio de las religiosas del Sagrado Corazón de Jesús, Barcelona.

Habiéndose verificado en este día la distribución de premios en dicho Colegio, la señorita Carmen Martorell ha obtenido, con aplauso de sus compañeras, el premio de recitación en la 6ª clase.

Barcelona, 2 de junio de 1922
Me ha gustado encontrar este recuerdo, que muestra cómo la destreza en una antigua arte verbal (la declamación de algo contenido sin duda en un libro) tiene como recompensa precisamente otro libro, los preciosos Viajes de Instrucción y Recreo por Europa y América.

Etiquetas: