Amazon aprieta en su POD
31 marzo 2008 08:31
Siendo, como es , una compañía pionera en el libro en la Web, Amazon tiene también su propia compañía de impresión sobre pedido (printing on demand, POD): BookSurge, que compró en el 2005. Los lectores de este blog conocen bien nuestra opinión (compartida ampliamente) de que la impresión sobre pedido es una solución muy buena y a —veces la única solución razonable— para pequeñas editoriales y autores.
El problema es un reciente movimiento de Amazon, que ha dedidido dejar de vender en su tienda por línea (es decir, en su conocidísima pagina web) los libros impresos sobre pedido que no provengan de BookSurge. Este movimiento lo destapó Angela Hoy hace tres días, en su e-zine Writers Weekly. Los libros que no estén hechos por su filial serán mantenidos en la base de datos de Amazon (al fin y al cabo, la compañía extrae valor de la acumulación y organización de la información bilbiográfica), pero quien llegue a ellos no podrá comprarlos a su editor o autor-autoeditor, sino, todo lo más a algún revendedor.
Muchas pequeñas editoriales en Estados Unidos usan Amazon para vender sus libros, que se imprimen sobre pedido. Sus títulos los publicitan en su propio sitio web, con un botón que indica "Comprar en Amazon": Amazon obtiene de esta venta su correspondiente comisión, y todos contentos.
La actual medida, que intenta reforzar su BookSurge, puede que resulte lógica para Amazon, pero está creando irritación sin límites entre los editores y autores que vendían sus libros impresos por otras compañías (como Lulu.com) en la librería online.
En el artículo de Writers Weekly citado se resumen las numerosas protestas que ha suscitado la medida. Una de las medidas sugeridas es pasarse al competidor de Amazon Barnes and Noble.
El problema es un reciente movimiento de Amazon, que ha dedidido dejar de vender en su tienda por línea (es decir, en su conocidísima pagina web) los libros impresos sobre pedido que no provengan de BookSurge. Este movimiento lo destapó Angela Hoy hace tres días, en su e-zine Writers Weekly. Los libros que no estén hechos por su filial serán mantenidos en la base de datos de Amazon (al fin y al cabo, la compañía extrae valor de la acumulación y organización de la información bilbiográfica), pero quien llegue a ellos no podrá comprarlos a su editor o autor-autoeditor, sino, todo lo más a algún revendedor.
Muchas pequeñas editoriales en Estados Unidos usan Amazon para vender sus libros, que se imprimen sobre pedido. Sus títulos los publicitan en su propio sitio web, con un botón que indica "Comprar en Amazon": Amazon obtiene de esta venta su correspondiente comisión, y todos contentos.
La actual medida, que intenta reforzar su BookSurge, puede que resulte lógica para Amazon, pero está creando irritación sin límites entre los editores y autores que vendían sus libros impresos por otras compañías (como Lulu.com) en la librería online.
En el artículo de Writers Weekly citado se resumen las numerosas protestas que ha suscitado la medida. Una de las medidas sugeridas es pasarse al competidor de Amazon Barnes and Noble.
Etiquetas: Impresión sobre pedido, Librerías
2 Comentarios:
Sigo pensando que el Print On Demand llega demasiado tarde. Creo que a nivel de comercialización masiva se dará el salto directo desde el libro de edición tradicional al ebook para algún lector físico ( Tanto de los que ya hay, como de los que están a punto de desembarcar: en A4, a color, etc).
Saludos.
Hola.
Pero ese salto que dices, jincho, no impide que si deseo imprimirme un libro, lo pueda hacer.
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