La triste aritmética de la lectura
10 mayo 2008 13:50
En el blog Tecnología, mundo y otras pesadillas leo el post titulado La triste aritmética de la lectura. He aquí su meollo:
Supongamos que puedo leer 8 libros cada mes, esto es una suposición generosa pero no imposible. Muy bien, con 8 libros al mes podría leer unos 96 libros al año, ¡Fantástico!, 100 libros (redondeando) al año está muy bien, sigamos; esto podría suponer unos 6000 libros a lo largo de toda una vida con 60 años de lectura a 8 libros por mes. ¡Que tristeza!, apenas una sola estantería de 2 x 6 en un salón, y eso siendo muy generoso.Mmm... ¡Y además hay que contar, sólo en España, con una producción anual de decenas de miles de títulos. En otras palabras, y citando en latín al griego Hipócrates: Ars longa, vita brevis...
Etiquetas: Lectura
6 Comentarios:
Y pensar que los verdaderos lectores no son aquellos que leen 60000 libros en toda su vidasino aquellos que releen 5 libros para toda su vida.
Se me hace raro pensar que un erudito como Marcelino Menendez Pelayo, como mucho leyó 9000 libros, (llego a muy viejo).
Comparándome con él, mis 2000 libro (aprox), no están tan mal.
Pero, ¿cómo es que yo saco tan poco aprovechamiento de mis lecturas?. Debe ser que no solo consiste en leer.
Desde luego que para unos resultados aritméticos se requiere también de unas premisas aritméticas: puedo sospechar que estos datos se basan en la lectura completa de libros completos (no sabemos de cuántas páginas cada uno)... ¿y los lectores indisciplinados que saltamos capítulos, que leemos hasta la mitad, que abandonamos y retomamos, que fragmentamos y reconstruimos? Paso por las páginas de muchos libros, pero rara vez los leo completos y sí, además, muchas veces me regreso y leo esos fragmentos de nuevo... será por eso que mi biblioteca requiere de alguito más que la minúscula cantidad de dos estantes.
Mmmm... ¿Dónde he leído yo algo sobre JRJ y la lectura:" "Una pájina bella me llena todo un día. Cargarla con otras, me parece un crimen estético"
Claro!!!, y grandes dificultades a la hora de contabilizar!! Llevo 25 años leyendo una media de 100 libros al año (años de 140 y años de 70), y siempre con el mismo dilema: ¿cuenta igual un libro de poesía que una novela de 1000 páginas? Normalmente tiendo a compensar (intentando igualar por páginas)...pero siempre queda que se dedica más tiempo para un ensayo que para una novela...¿cómo contabilizar una novela que se publica en 3 tomos en una edición y en un tomo en otra? Y así hasta el infinito.
Lo importante, finalmente, no es tanto pensar en la capacidad intelectual de las personas por el bagaje de libros leídos, sino su capacidad edonista, cuánto ha disfrutado leyendolos. Muera feliz quien haya disfrutado (libro arriba libro abajo).
;)...
A.
Leí una vez en otro blog, el de Los futuros del libro de Joaquín Rodríguez, una entrada sobre La angustia lectora; yo pensaba que trataría de eso que en catalán suena tan bien y que se dice letraferit, pero me encontré con un cálculo parecido a este.
No sé, a mi padre sí le agobia perder el tiempo con un libro que no merezca la pena "de verdad de la buena", pero es que tiene setenta y cinco años y, como él dice, ya lleva varios de regalo. A mí, no me causa ninguna angustia —por ahora, no sé si andado el tiempo me ocurrirá— saber que se publica mucho, pero muchos millones más de los que seré capaz de leer aunque mantenga el ritmo.
Me gusta haber leído de niña y de adolescente, porque se lee de otra manera, y he tratado y trato de contagiarlo a mis hijas (aunque a la pequeña no acabe de calarle la lectura como a la mayor). Me ha gusta seguir leyendo de la mano de gente genial en la universidad. Me gusta seguir haciéndolo ahora. Y me gusta encontrar en muchos recursos distintos, como blogs, listas, amigos (aun virtuales), bibliotecas, editoriales, catálogos, artículos, reseñas, casualidades... encontrar en todo eso libros maravillosos que incluso cuando crees que ya no, te sorprenden de nuevo como un niño chico.
Me gusta releer a mis favoritos y encontrarlos tan grandes como siempre.
Y me gusta saber que es más lo que me voy a perder que lo que puedo abarcar. Tampoco voy a conocer nunca todos los lugares maravillosos del mundo, ni a toda la gente estupenda, pero, ¿no es mucho más agradable saber que todo eso está ahí que pensar que no hay nada más que merezca la pena?
Un beso.
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