Contenidos para el Kindle
22 mayo 2009 09:17
Cuando se habla de dispositivos lectores se olvida muchas veces una cuestión básica: ¿qué hay para leer en ellos? El Kindle es la estrella no sólo por motivos de márketing y oportunidad, sino sobre todo por la cantidad de libros que tiene disponibles: según el BlogKindle, el 2 de marzo del 2009 había 242.488 títulos, y el 12 de mayo ya eran 281.986: 556 libros nuevos cada día (gráfico superior). Todos ellos suministrados por acuerdos con las editoriales respectivas.
Por cierto, la distribución por géneros que da la misma fuente es interesante también:
¿Y qué tipo de libros?: el Kinle Store tiene "107 de los 112 libros que están en la lista de best-sellers del New York Times".
Además, hay 37 suscripciones a diarios accesibles desde para el Kindle, y 29 revistas. Y subirán: no hay que olvidar que el recién nacido Kindle DX, de pantalla grande, se orienta a la lectura de periódicos.
Pero no podemos olvidar también que acaba de empezar un programa beta de Amazon para hacer accesibles blogs en el Kindle, que cuenta ya con cuatro mil (bueno, más de 4.500 a fecha de hoy). Subirán también...
Hablar de un hipotético triunfo de los lectores de e-books en España exigiría hablar primero de qué se va a leer en ellos.
Para concluir, al lado de estas cifras podríamos ver las que se prevén para impresión bajo demanda en la Espresso Book Machine: en su aparición en Inglaterra, 500.000 obras, y a través del piloto de Lightning Source en EEUU, en el que participan editores como John Wiley & Sons, Hachette Book Group, McGraw-Hill, Simon & Schuster, Clements Publishing, Cosimo, E-Reads, Bibliolife, Information Age Publishing, Macmillan, University of California Press y W.W. Norton: 85.000 títulos.
Etiquetas: Blogs, E-book, Editoriales, Impresión sobre pedido, Prensa
3 Comentarios:
Me encanta la división entre "fiction" y "literary fiction" en el gráfico.
A la vista de estas cifras, y del efecto conjunto de la edición digital y de la edición POD, podría augurar que llega a su fin en un corto periodo de tiempo, el negocio de impresión de libros. No creo que de tiempo a amortizar las nuevas imprentas, (me refiero a las máquinas de imprimir), que se compren. Las imprentas tendrán que vivir de imprimir otros artículos diferentes de libros y revistas.
Sin embargo, no me parece que estos nuevos soportes ataquen a la esencia del negocio editorial, que es la distribución y difusión de una obra, pues el canal de distribución desde el punto de vista editorial es indiferente siempre que exista y sea eficaz, igual da que sean librerias, kioscos, centros comerciales, o Internet, tan solo exigen adaptar algo el libro al canal. Pero alguien tendrá que seguir trabajando para dar a conocer, entre el maremagnum de títulos existentes, que hay a la venta una obra determinada en el mercado. Trabajo que es fundamental hoy y lo será mas aún para que el libro triunfe. Pues no solo tendrá que competir con las novedades sino con los siempre presentes fondos editoriales que hoy no compiten.
Este será el trabajo fundamental de las editoriales en el futuro, será el mismo trabajo de siempre pero adaptado a otros medios y canales de distribución y quizá con diferente forma de remuneración, no tan basada en el número de ejemplares vendido y si en funcion del éxito real del libro entre el público.
Al contrario, yo no creo que, al hablarse de los libros e- (¿qué te parece esta denominación...?) se suela olvidar su contenido futuro. De hecho, parece que no pudiera haber más contenido para los Libros e- que las novelas de estreno, mayoritariamente best-sellers. Se olvida casi siempre (de ahí mi discrepancia) que sólo por las obras que ya están libres de derechos de autor y crecientemente disponibles en páginas web, merecería la pena hacerse con un dispositivo de lectura digital. Pero es que además, como ya he dicho muchas veces, están esos contenidos sobre los que sorprendentemente no habla nadie, cuando en principio son los más adecuados para disfrutarse en una pantalla de tinta electrónica: bitácoras como la tuya. Actualmente, hay tanta producción y diversidad en este tipo de formato, el directamente digital, que se hace muy difícil leer las suscripciones en una pantalla tan pésima a estos efectos como las de los ordenadores, con retroiluminación (¿se dice así?), que te quema la vista. Por eso, cada día se hace más necesario la comercialización de dispositivos electrónicos a precios razonables. La cantidad de lectura nativamente digital lo requiere urgentemente.
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