Los quince libros con títulos más enloquecidos
19 junio 2009 10:33
Parece que hay momentos en los que ciertos temas se ponen súbita y repentinamente de moda, como los títulos (de los que hablábamos hace poco). Ahora localizo una selección de los quince libros con los títulos más enloquecidos, y creo que sería difícil no darles la razón...
Addenda (y de paso compruebo qué tal republica el blog): Tal vez los lectores puedan aportar ejemplos de títulos españoles igualmente (ejem) afortunados...
Etiquetas: La primera en la frente...
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Tres títulos divertidos: una novela, unos cuentos y un ensayo.
"Aparición del eterno femenino a Su Majestad del rey" (Anagrama) de Álvaro Pombo, una novela de piratas e infancia.
"¿Quién se ha meado en mi cama?" (Lengua de Trapo), una colección de cuentos de okupas y drogotas (sobre todo españoles) en Londres. Especialmente hilarante es "Haciendo un favor a Charly" que relata los amores entre la primer ministro, Margaret Thatcher, y un okupa que trabaja como camarero eventual en los festejos oficiales.
"¿Cómo tratar y maltratar a los poetas?" (Llibros del Pexe) de José Luis García Martín, una colección de críticas sobre poetas españoles y extranjeros.
Aúno en esta apostilla comentarios a este hilo y al anterior que también versaba sobre títulos:
1.- Álvaro Pombo es un estupendo novelista -aunque,a mi juicio, a veces algo tedioso- que abunda en títulos chocantes y, supongo, desesperantes para su editor. Al ejemplo de Jaime pueden añadirse títulos como "El héroe de las mansardas de Mansard", o "Telepena de Celia Cecilia Villalobos", francamente disuasorios para el potencial comprador.
2.- Hay autores que parecen especialmente dotados para dar a sus libros títulos con gancho. Entre los grandes, destaca García Márquez. "Cien años de soledad" es impactante en cualquier idioma, amén de ajustarse como anillo al dedo a la narración; pero lo mismo vale para "Crónica de una muerte anunciada", "El amor en tiempos del cólera", "El otoño del patriarca", etcétera.
En cambio, otro gigante de la narrativa en español, como Vargas Llosa, alterna títulos acertados ("La ciudad y los perros", "La guerra del fin del mundo"...) con otros demasiado anodinos como "Historia de Mayta" o que rozan lo ridículo, como "Los cuadernos de D. Rigoberto" o "Travesuras de la niña mala".
3.- Será porque les tengo manía de antemano, pero los libros de autoayuda y similares abundan en títulos que me parecen disparatados. Hace como un cuarto de siglo fue un best seller uno que se titulaba algo así como "Yo estoy bien, tú estás bien" ("I'm OK., you're OK", creo que era el título original). Cuando veía la portada, inmediatamente pensaba: ¿y la familia qué tal? Más recientemente, cuando veo en un escaparate o anaquel "¿Quién se ha comido mi queso?" respondo mentalmente que me importa un ardite (dicho sea con eufemismo) quién haya perpetrado tal tropelía al autor.
Y hablando de títulos: ¿es cosa mía o cada vez hay se tiende más (hablo de ensayo) a poner un título "catchy" y a continuación un subtítulo donde realmente se dice de qué va el libro? Un par de ejemplos de autores respetables: "Las razones del poeta: Forma poética e historia literaria" de J.M. Micó, y "Carisma y razón: La estructura moral de la sociedad moderna" de Salvador Giner. ¿No os parece que hace veinte años se habrían publicado sólo con el subtítulo? A veces, en según que artículos de revista especializada roza casi lo risible...
A mí me gusta mucho "Zen y el arte del mantenimiento de la motocicleta" de Robert M. Pirsig, editado en España por Mondadori. Narra un viaje en moto a través de los Estados Unidos, que es a la vez un camino de iniciación.
A mí como lector me gustan los autores que ponen títulos insólitos o graciosos o curiosos o impertinentes incluso a sus obras. Aunque comprendo, como dice solitarius, que para el editor sea un dolor de cabeza.
Por ejemplo, me gusta la forma de titular de Alfredo Bryce Echenique: "La vida exagerada de Martín Romaña" o "La última mudanza de Felipe Carrillo" o "La amigdalitis de Tarzan". En su caso, quizás tenga perdón porque los títulos indican el tono humorístico que suelen contener sus relatos. Un poco lo mismo le sucede, en mi opinión, a Álvaro Pombo, aunque a veces se pase de rosca, es verdad, como en "El metro de platino iridiado", que creo que es una referencia a Hegel o a Max Scheler, ya no recuerdo.
Y me gusta también cómo titula el novelista húngaro Péter Esterházy, "Los verbos auxiliares del corazón" o "Pequeña pornografía húngara". Además, es un autor que juega con distintas tintas en el textos, recuadros y otros alardes tipográficos.
Entre los poetas, he de reconocer que mi favorito titulando es Vicente Aleixandre: "Sombra del paraíso" o "Espadas como labios" o "Pasión de la tierra" o "Poemas paradisiacos", me gustan mucho. Ya no recuerdo si compré esos libros por el título o por las poesía de Aleixandre.
En cuanto a los libros divulgativos, siempre me sorprende cuando veo en una librería de segunda mano o en alguna biblioteca libre de un centro okupa algún libro de Konrad Lorenz: "Cuando el hombre encontró al perro" o "Hablaba con las bestias, los peces y los pájaros", y además de lo buenos que son, ya que Lorenz era un etólogo (un científico) muy solvente y un magnífico divulgador: ameno y preciso.
Pero es verdad que los libros de autoayuda tiene títulos horribles, aunque me temo que sea precisamente un truco para vender más: "Cómo cambiar tu vida con el feng-shui" o "Adelgace en cinco pasos fáciles". Títulos irrestibles para el comprador apurado.
Un saludo
"Cómo cagar en el monte" es la traducción de Desnivel del manual que ilustra tu entrada. Y no es para tomarse a broma el asunto, porque de la técnica que se use (y del material) se deriva una conducta más o menos ecológicamente comprometida.
Vaya, que el papel de WC está prohibido.
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