Pérdidas muy posibles
18 marzo 2010 09:17
Una alerta que me retransmitió Adán Griego, bibliotecario en Stanford, informa de la posibilidad de que desaparezca la base de datos Bibliography of the History of Art.
Efectivamente: como se informa en el enlace anterior, página del J. Paul Getty Trust, institución que la venía manteniendo, los recortes presupuestarios amenzan la continuidad de esa base de datos. La historia es curiosa: se creó en 1990, a partir del International Repertory of the Literature of Art (RILA) y el Répertoire d'Art et d'Archéologie (RAA), con participación del Institut de l'Information Scientifique et Technique-CNRS y ya del Getty (es decir, un proyecto al que se aportó know-how francés y fondos norteamericanos). En el 2007, esta colaboración terminó, y el Getty continuó solo, aunque ya sin los fondos del RAA. Ahora están buscando instituciones colaboradoras que apoyen la continuación de lo que ahora se llama International Bibliography of Art (IBA).
Esta base de datos existió en papel, y luego en CD-ROM, pero ahora, como ha ocurrido con la mayoría de las bases de datos (si no todas) pasó a a Internet, lo que quiere decir que está en las tripas de un ordenador (con suerte, en varios) de alguna parte del mundo.
Antes una biblioteca, institucional o personal, podía cerrarse, pero sus fondos no desaparecerían así como así: incluso fragmentada, malvendida, sus libros estarán en algún lado. Cuando una base de datos se borre de los servidores que la albergan, habrá desaparecido para siempre.
La BHA ha sido un proyecto creado en gran medida con fondos públicos de varios estados, aunque haya descansado últimamente en patrocinio privado. El problema del saber acumulado, sobre todo estos grandes recursos de investigación, es que siguen costando dinero constantemente, para su mantenimimiento y puesta al día, aun cuando sean de pago, como ocurre con esta base de datos. Raramente las tarifas de consulta cubren todo lo que cuesta su gestión.
Ojalá el Getty consiga apoyos para mantener este proyecto, pero el mismo enunciado del peligro que corre debería hacernos pensar...
Como complemento, una noticia del New York Times, en el que ciudadanos voluntarios están copiando 3000 DVDs de fondos públicos federales para subirlos ¡a Youtube!, dentro de una acción de la International Amateur Scanning League. La idea es dar difusión a unos materiales que en el mejor de los casos, duermen ya en soporte digital en los archivos de la Administración, aspirando a que más adelante puedan incorporarse a un sitio web gubernativo para su custodia. (Ignoro si hay algún sitio en el que se pueda ver la totalidad del noticiario español No-Do, por ejemplo, por no hablar de otros muchos documentales oficiales que existirán).
Pero conviene recordar que cuando algo existe en la Nube, por mas que podamos disfrutarlo fácilmente hoy, depende de unos equipos y unas instituciones, públicas o privadas, a las que puede dejar de interesarles...
Efectivamente: como se informa en el enlace anterior, página del J. Paul Getty Trust, institución que la venía manteniendo, los recortes presupuestarios amenzan la continuidad de esa base de datos. La historia es curiosa: se creó en 1990, a partir del International Repertory of the Literature of Art (RILA) y el Répertoire d'Art et d'Archéologie (RAA), con participación del Institut de l'Information Scientifique et Technique-CNRS y ya del Getty (es decir, un proyecto al que se aportó know-how francés y fondos norteamericanos). En el 2007, esta colaboración terminó, y el Getty continuó solo, aunque ya sin los fondos del RAA. Ahora están buscando instituciones colaboradoras que apoyen la continuación de lo que ahora se llama International Bibliography of Art (IBA).
Esta base de datos existió en papel, y luego en CD-ROM, pero ahora, como ha ocurrido con la mayoría de las bases de datos (si no todas) pasó a a Internet, lo que quiere decir que está en las tripas de un ordenador (con suerte, en varios) de alguna parte del mundo.
Antes una biblioteca, institucional o personal, podía cerrarse, pero sus fondos no desaparecerían así como así: incluso fragmentada, malvendida, sus libros estarán en algún lado. Cuando una base de datos se borre de los servidores que la albergan, habrá desaparecido para siempre.
La BHA ha sido un proyecto creado en gran medida con fondos públicos de varios estados, aunque haya descansado últimamente en patrocinio privado. El problema del saber acumulado, sobre todo estos grandes recursos de investigación, es que siguen costando dinero constantemente, para su mantenimimiento y puesta al día, aun cuando sean de pago, como ocurre con esta base de datos. Raramente las tarifas de consulta cubren todo lo que cuesta su gestión.
Ojalá el Getty consiga apoyos para mantener este proyecto, pero el mismo enunciado del peligro que corre debería hacernos pensar...
Como complemento, una noticia del New York Times, en el que ciudadanos voluntarios están copiando 3000 DVDs de fondos públicos federales para subirlos ¡a Youtube!, dentro de una acción de la International Amateur Scanning League. La idea es dar difusión a unos materiales que en el mejor de los casos, duermen ya en soporte digital en los archivos de la Administración, aspirando a que más adelante puedan incorporarse a un sitio web gubernativo para su custodia. (Ignoro si hay algún sitio en el que se pueda ver la totalidad del noticiario español No-Do, por ejemplo, por no hablar de otros muchos documentales oficiales que existirán).
Pero conviene recordar que cuando algo existe en la Nube, por mas que podamos disfrutarlo fácilmente hoy, depende de unos equipos y unas instituciones, públicas o privadas, a las que puede dejar de interesarles...
Etiquetas: Lo hacemos entre todos, Memoria
7 Comentarios:
Esta nube es la gran contradicción en la que nos encontramos hoy en día. Muchas veces pienso en que la información que colgamos en nuestros blogs puede desaparecer en un abrir y cerrar de ojos.
Es que puede. Sólo hay que leer los acuerdos que aceptamos cuando damos en el botón de Aceptar. Todo alojamiento gratuito o cuenta de correo te la cierran sin dar explicaciones y no puedes decir ni mu.
Por eso hay que tener mucho cuidado con ciertos mecenazgos que nos quieren vender ahora como la panacea de todo. Cualquier día pueden decidir cerrar el chiringuito o por las buenas hacerlo de pago, y entonces sí que nos podemos reír todos.
E incluso la letra pequeña suele anunciar que podrá cambiar sin previo aviso las condiciones. Realmente es como una pesadilla.
Bueno, también se perdió la Biblioteca de Alejandría. Lo que san Benito y la consiguiente cultura monástica copiaron era sólo una ínfima parte de saberes anteriores. También se han extinguido los dodos y los lemures gigantes y con ellos una parte de nuestra conciencia.
¿Por qué nos causa más angustia la pérdida cuando es inmaterial? Nadie debe esperar de la Nube más de lo que Nube da.
Esto es olvidarse de la realidad. Archivos fundamentales están inaccesibles para el publico normal,(Archivos de Simancas), se han perdido en incendios, (Biblioteca de Alejandría), se han dividido, (Archivo de la Guerra Civil de Salamanca), se han destrozado en las guerras (Museos de Berlin en la Segunda Guerra Mundial, Museos de Irak, los budas de Afganistán). .
La pérdida irreparable de bienes culturales no es un proceso nuevo debida a la actual tecnología, igualmente eso puede ocurrir en la red como fuera de ella. ¿Cuantos museos hay abandonados en España?
Yo he oído clamar a un señor particular que ha heredado un pazo en Monforte de Lemos que contiene la información de todos los impuestos, (y los juicios que ello daba lugar), que pagaba Galicia a la Corona, pidiendo, que le dieran algún investigador y que se digitalizaran los contenidos que se comen la humedad.
Periódicamente corre el riesgo de desaparecer la Wikipedia y en este otro caso pasa lo mismo. Pero la menos, se pueden duplicar sin perdida de calidad con suma facilidad, como hacen esos voluntarios,
Lo ideal es que la desimantación fundamental, que es realmente patrimonio de la humanidad, estuviera redundante en una docena de sitios abiertos a cualquiera que quiera tener acceso a ellos, sin restricciones mo como lo hace
La Bibilioteca Cervantes (Atención Jamillán, que va por tí).
Respecto a información de segunda o tercera fila, ¿Donde creéis que esta´n mejor salvaguardados mis apuntes de la carrera, en viejas cajas de cartón en el sótano de mi casa, (que es donde están), o en un espacio gratuito cedido por DropBox?
El NODO está a buen recaudo en la Filmoteca Nacional, si lo quieres ver te vas en persona, y el precio que cobran por duplicados y permisos de uso son extratosféricos.
A mí me suena de haber visto por ahí algún DVD donde tenían el NODO, aunque todo entero no, me imagino.
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