El escritor caudaloso

27 febrero 2009 09:17


Detalle de la ilustración de Jeffrey Fisher que acompaña al artículo


Terminado el post anterior, cae en mis manos un bonito artículo sobre escritores prolíficos: "Can't. Stop. Writing", de Geoff Nicholson, en el New York Times (probemos a traducir su título: "No. Puedo. Parar. De. Escribir").

Tras pasar revista a algunos autores que escribieron muchos libros (Joyce Carol Oates, o John Updike), Nicholson recuerda también el caso de escritores populares como Barbara Cartland, que escribió (o dictó: un día habrá que hablar de esto) 700 libros, y a su muerte dejó 140 obras inéditas... El autor no menciona autores españoles, pero no puedo dejar de recordar a Marcial Lafuente Estefanía, que escribió 2.600 novelitas, o a nuestro proverbial El Tostado.

Pues bien, para resumir el artículo (que merece una lectura íntegra): ¿qué hay de malo en que un autor escriba mucho y bien? ¿Sería mejor que escribiera poco (e igualmente bien)? Y en cuanto a las motivaciones del autor incansable: ¿no estará entre las primeras el deseo de hacerlo mejor la próxima vez?

Para terminar, y como guía para quien quiera entrar en esa senda, está el estupendo Writing in the Age of Distraction de Cory Doctorow, con la fórmula para escribir (al menos) una página al día...

Etiquetas: ,

12 Comentarios:

Anonymous Gorki dijo...

De los escritores españoles prolíficos en producción
"James Flanagan dijo con una sonrisa - Yo que tu, no lo haría
forastero

Has nombrado a un escritor al que le estaré siempre agradecido, pues fue él quien de niño, me entrenó a leer deprisa, Cambiaba sus novelas a un pipero, (y la SGAE sin enterarse),y me devoraba varias en una tarde,

Eso me ha permitido a lo largo de mi vida leer a otros muchos escritores de calidad.

Te falta mencionar el escritor más prolífico de España, Coryn Tellado.

Al quien le parezca fácil la literatura de ambos, pues que se ponga a ello, ganaron buenos dineros y tenían fieles lectores s millares.

Otros escritores que me asombran por su producción y a la vez por la calidad, son Benito Pérez Galdós, y Pío Baroja

De Benito Pérez Galóós no se nada de su vida, pero Pío Baroja era además médico en el Balneario d Cestona, sol se dedicaba en parte a la literatura. Ambos se documentaban perfectamente para escribir sus obras y en concreto Baroja era minucioso en extremo en la descripcion de un hecho histórico o de un paisaje real.

Ser prolífico escritor, creo que es mas debido a ser metódico y regular escribiendo, que tener mucha imaginación, pues las ideas son como las cerezas, unas arrastran las siguientes.

27 febrero, 2009 15:05  
Anonymous Solitarius dijo...

1.- Deliciosos los dos artículos, en especial el primero. Gracias por los enlaces.

2.- Agradezco también a Gorki que se me haya adelantado al mencionar a Corín Tellado; aunque le recuerdo que se trata de una mujer, a la que no sé si me atrevería a calificar de "escritora"; ¿lo dejamos en "novelista"? Como quiera que la llamemos, su artículo en Wikipedia afirma que ha escrito unas cuatro mil novelas, aunque no cita la fuente; en el ISBN "sólo" figuran 871 referencias a su nombre, más unas veinticinco con sus dos seudónimos principales (Corín Tellado es su verdadero nombre; "Corín" es hipocorístico de "María del Socorro").

El problema con los escritores de género es que, como señala el artículo de Nicholson, ser prolíficos no es para ellos una virtud, sino una necesidad, o más bien una característica inherente a su producción, derivada del juego de oferta y demanda en el nicho de mercado al que se dirigen. Y esto a su vez plantea el problema de la autenticidad de su autoría, pues su nombre es un reclamo comercial que la editorial interesada puede querer explotar más allá de la capacidad de su legítimo titular. Pero no quisiera adentrarme en terrenos vidriosos ni suscitar las iras de nadie.

3.- A la hora de juzgar la productividad de un escritor o escritora no sólo hay que tener en cuenta el número de títulos, sino también, y sobre todo, el de páginas. Novelas rosas y del Oeste suelen ser breves (a veces, con número de páginas prefijado; Eduardo de Guzmán, Edward Goodman para los quioscos, contaba en sus memorias algunos trucos que utilizaba para cumplir el compromiso: p. ej., en sus tiroteos nadie moría al primer disparo, y cada onomatopeya -¡bang!- iba en una línea). En cambio Joyce Carol Oates -que también es mujer, por si alguien no lo sabe- escribe, al menos en los últimos años, novelas de gran tonelaje, al ritmo de una por año, además de cuentos, artículos y demás. La crítica de una de las últimas en el NYT empezaba diciendo algo así como (cito de memoria y libremente): "Estoy tentado de comenzar diciendo: 'he aquí otro tocho de 600 páginas de JCO'".

27 febrero, 2009 18:46  
Anonymous Juan Negro dijo...

Gorki, desde luego que veranos aquellos yendo al kiosko a comprar pepinillos en vinagre y cambiar las dos o tres que podían caer en un dia, ya fueran del oeste, policiacas o de ciencia ficción. Que aburrimiento si no, porque la alternativa era cazar moscas.

Efectivamente, estoy de acuerdo con Solitarius en que muchas veces lo prolífico de algunos autores sólo se explica por la colaboración interesada de profesionales anónimos.

Juan Negro, Investigador Privado

27 febrero, 2009 19:21  
Anonymous Gorki dijo...

Aparece un tema muy interesante, que es la figura del negro. Todos sabemos que los talleres de pintura de los grandes maestros como, Rubens o Velazqez, había ayudantes, que bajo la supervisión del maestro, pintaban las partes menos comprometidas de la obra, los fondos, las vestiduras etc, centrándose el maestro en la pintura de lo más delicado las caras y las manos.

No puede haber un símil en la literatura, el maestro hace el boceto de la obra, la trama, los ayudantes escriben la obra, el maestro le da el toque "maestro" y finalmente los ayudantes la pulen, repasan etc,

Las series de televisión siempre se escriben en equipo y algunas son maravillosas. ¿que hay de malo que se adjudiquen al jefe de el equipo?.
También a Gehry se le atribuye el Guggenheim y habrán participado un montón de arquitectos.

28 febrero, 2009 12:51  
Anonymous Gorki dijo...

Otro punto, discrepo (amablemente) de Solitarius.
Coryn Tellado es "escritora", no me cabe la menor c duda, pero es "el escritor" más prolífico, de España

Si escribiera "la escritora más prolífica", daría a entender que pudiera existir varón que tuviera más novelas que ella.

Claro esta que podría haber escrito que "entre los escritores y escritoras, la mas prolífica es Corin Tellado", o incluso "es el escritor@", pero dejemos estas figuras retóricas para los discursos de los políticos y no digamos tonterías los ciudadanos de a pié,

28 febrero, 2009 13:18  
Blogger a.b.block dijo...

Por se un tanto cercano al formalismo ruso, pienso que lo que cuenta es el 'libro' y no tanto el 'autor' [sin llegar al extremo de suponer el libro sin el autor, que también los hay], independientemente de mucho otros factores que se pueden escapar a la verdadera naturaleza y realidad del 'libro' como objeto artístico, tal que aquel que solicitaba un libro sin más información que el título. More or less.

28 febrero, 2009 13:29  
Blogger Jaime dijo...

Discrepo de Gorki.

Creo que hay que distinguir claramente entre el negro, explotado por un negrero que firma el trabajo (de mayor o menor responsabilidad) que alguien realiza sin ver reconocidos sus derechos laborales. Ni tan siquiera su firma en una sociedad que mayoritariamente respalda el copyright sobre las licencias copyleft.

De la obra colectiva, incluidos los talleres de los grandes maestros de la pintura, donde el régimen de explotación existía bajo otras condiciones, ay, desgraciadamente, menos degradantes.

El negro es un esclavo moderno. Y la Europa del siglo XVII fue que la que comenzó a reconocer derechos al pueblo para organizarse bajo formas más o menos democráticas. Vamos en algún sentido negativo hacia atrás.

Un ejemplo. Un taller de pintura era bastante democrático, ya que Velázquez llegó a ser una especie de embajador de Felipe IV, además de dejarle meter el pincel en alguna que otra obra (o eso quiere la leyenda), y no era venía de cuna noble. Es caso de incipiente democracia participativa.

01 marzo, 2009 22:16  
Anonymous Gustavo dijo...

Entre los nombres de autores fecundos, agrego el de Emilia Pardo Bazán, la escritora compuso cuarenta y una novelas, siete dramas, dos libros de cocina, más de quinientos ochenta cuentos y cientos de ensayos. Y agrego, todos de notable calidad.

02 marzo, 2009 00:04  
Blogger Jaime dijo...

Miguel de Unamuno es otro caso de escritor prolífico, y no tenía negro, que se sepa.

Escribió unas cuantas novelas (de Paz en la guerra a Amor y pedagogía, de San Manuel Bueno a La tía Tula), algunos ensayos, tres tomos de poesía que superan las 3.000 páginas, cientos de miles de artículos de periódicos que publicados en diarios de España y Latinoamérica, cuentos, alguna obra de teatro y dio conferencia por medio país.

Además tuvo 11 hijos (reconocidos), fue profesor de griego, decano de facultad y rector, tertuliano de café, aprendió varios idiomas y leyó cientos de libros de filosofía, política, divulgación científica (el fisiólogo Ramón Turró fue buen amigo suyo), prologista, paseante (cuando estaba en Salamanca paseaba por la carretera que va a Zamora todas las tardes)... y según él mismo era bastante perezoso y dormilón.

Aunque en su época no hubiese ni televisión ni internet, creo que es un caso de grafomanía.

Casi todos sus libros están a buena altura.

02 marzo, 2009 14:28  
Anonymous Solitarius dijo...

Acepto sin reticencias la corrección que me hace Gorki. Es verdad que la frase "Corín Tellado es la escritora más prolífica en lengua española" es imprecisa, porque no determina si el conjunto de referencia incluye a los escritores varones.

Sin embargo, no es menos verdad que la fórmula "Corín Tellado es el escritor más prolífico" genera imprecisión sobre el sexo del sujeto, ya que no es una evidencia que "Corín" sea un nombre de mujer (y menos con la grafía extranjerizante con que aparecía en su apostilla). Además, hay en todo caso un problema gramatical: la obligada concordancia de género entre sujeto y atributo. Si el nombre de pila de la autora fuera, por ejemplo, Carmen, la frase de Gorki rechinaría al oído.

La cuestión presenta implicaciones que corresponderían a una entrada del blog hermano ("El mejor amigo/a del hombre y la mujer") a la que deliberadamente me he abstenido de contribuir. Pero cabe apuntar que, con un mínimo de reflexión, casi siempre cabe encontrar una fórmula expresiva que, sin resultar chocante o retorcida, evite tanto las ambigüedades como la invisibilidad linguística de las mujeres. En el caso que nos ocupa, por ejemplo, no sería necesario acudir a ninguna de las fórmulas que caricaturiza Gorki; bastaría decir "Corín Tellado es la más prolífica entre los escritores en lengua española".

En fin, como envidio (en esto) al euskera, que se ahorra el problema por el simple expediente de carecer de morfema de género.

02 marzo, 2009 18:10  
Anonymous Gorki dijo...

Amigo Solitaarius

Pienso que en esto de escribir, es bastante más importante lo que se tiene por encima de las cejas, que lo que hay por debajo del ombligo.

Considero por tanto, que el sexo en esto, como en la mayoría de los asuntos, sin ser indiferente, es muy secundario. Un/una es escritor bueno o malo según lo que sale de su cacumen y no de su órgano reproductor.

No obstante acepto tu corrección, no con humildad, sino con la seguridad del que, por desgracia, cada vez que lee un escrito suyo, se ve en la necesidad de cambiar una palabra o una expresión, para perfilar más aún la idea que desea transmitir.

Siempre tengo la sensación que lo que escribo, llega al lector prematuramente y sin el debido pulimento, pero lo hago así o no acabo.

Por cierto, se nos olvidaba entre los autores fecundos, el nombre de Marcelino Menéndez Pelayo, la cantidad no esta reñida tampoco con la solidez académica

03 marzo, 2009 10:46  
Blogger Villo dijo...

Me ha encantado este blog y quienes lo siguen con sus comentarios; formados y lectores que dejan enseñar la patita de que sin literatura, sin libros (por extensión), la vida no tendría sentido. Algún clásico sí se ha omitido a la hora de lo prolífico en escritura, ejemplo: "Felix Lope de Vega : 3.000 sonetos, 3 novelas, 4 novelas cortas, 9 epopeyas, 3 poemas didácticos, y varios centenares de comedias (1.800 según Juan Pérez de Montalbán)."(En la Wiki)
En este momento también hay factorías, como la de César Vidal y otra gente tan ubicua que no es posible que se entreguen a tantas actividades y les de tiempo a ver un partido o satisfaccer a su mujer.
Yo soy "negro", sí, porque quiero. Es un lío tener que cambiar de registros y suplantar a ilustres, pero sucede.
Hay gente, entre los que escriben, que a pesar de su pose les encanta que os reconozcan en la calle y firmar algún libro o autógrafo. Otros, aquienes no nos creen, no nos es dable, la famosería ni el inconveniente de que te den la "tabarra" en cualquier momento. Te despersonalizas, haces un blog de mediopleo y vives de la connivencia con el autor(es) al que les haces el favor de escribirles y tú te aseguras anónimato, mientras eres editado.
Con un escritor, no muy mayor aún, se la dimos a un editor: él firmó un libro que yo había escrito, yo me presenté con un libro que él(el reconocido) había escrito...¿cuál se llevó el editor?..Fácil , no?..Pues eso.
La ventaja de ser "negro" es de todas todas mucho más amable que la de alguien consagrado. Aunque siempre el "negro" debe saber que depende de unpar de ellos y que no se le mueran... Es enrevesado, pero creo, que no difícil de imaginar esta situación, es probable incluso que entre vosotros haya, algún "negro"... Si nos engañó hasta Vallejo-Najera...en fin. Saludos.
Perdón por lo farragoso y las prisas del comentario

03 agosto, 2009 18:30  

Publicar un comentario en la entrada

<< Home