Clarke, in memoriam
20 marzo 2008 19:29
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Ambos elaboraron juntos el guión, aunque la filmación se prolongó durante tres años, con constantes cambios. El mismo año que apareció la película, 1968, vio también la luz la novela, que no era "el libro de la película" (así como 2001 tampoco era "la película del libro"), sino el destilado del trabajo de guión y filmación.
Uno de los personajes clave de 2001 era el ordenador HAL, quien presuntamente había sido puesto en funcionamiento el 12 de enero de 1997. Al día siguiente de esa fecha de ficción publiqué en El País un artículo sobre el estado de los adelantos científicos que preveía la película, especialmente un ordenador que pudiera hablar y entender...
Clarke no escribió sólo esa novela, claro está, y siempre recomendaré su preciosa Cita con Rama, obra que merece una adaptacion cinematográfica a su altura. Pero tampoco escribió sólo novelas, y ahí está su libro de divulgación El mundo es uno (Barcelona, Ediciones B, 1996), un apasionante relato de cómo los seres humanos han intentado crearse herramientas de comunicación: Clarke fue originariamente un científico, que trabajó en desarrollos como el satélite de comunicaciones.
Los últimos años de su vida Clarke vivió en Sri Lanka (Ceilán), y resulta que el nombre de esta isla llegó a Occidente a través de la forma persa con que se recogió su nombre árabe: Serendip. A través de un escritor inglés del XVIII, este topónimo ha bautizado al arte de encontrar lo que no se busca: serendipia. Un dinosaurio encontrado en Australia fue bautizado precisamente Serendipaceratops arthurcclarkei, en honor del escritor y del hecho de que los investigadores que lo descubrieron buscaban otra cosa...
Para terminar, las palabras con que Clarke saludaba su noventa cumpleaños (vía Papel en Blanco, donde está la traducción).
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