¿Cuántos telediarios?

29 abril 2011 20:20

En las novelas cursis, en los poemas del siglo antepasado (como testimonia Adolfo Llanos y Alcaraz en La mujer en el siglo diez y nueve, véase arriba), en los tangos del siglo pasado era frecuente contar los años de las señoritas por “primaveras”. Por otra parte, los años de los toros bravos se cuentan por hierbas (acepción séptima enmendada), dado que la hierba brota una vez al año.

Desde hace pocos años vengo oyendo la expresión “a X le quedan dos telediarios“. Como los telediarios se emiten dos o tres veces al día (no lo sé bien: nunca he tenido televisión), la frase, que literalmente equivaldría a ‘unas horas’, viene a significar ‘muy poco tiempo’.

Estaciones del año, aparición de las gramíneas anuales, programas televisivos… ¿Hay otros fenómenos periódicos que se usen en expresiones para contar el tiempo?

24 comentarios

marmolillo dijo...

Está la expresión “de higos a brevas” para referirse a algo que ocurre muy ocasionalmente. El higo se recoge en septiembre y la breva entre junio y julio (son dos cosechas de la misma planta). Es una forma muy rebuscada de recorrer casi todo el año.

30 abril 2011 15:34
jamillan dijo...

Gracias, Marmolillo, es un buen ejemplo. Desde que se recogen las brevas hasta que se recogen los higos pasan sólo dos o tres meses; pero desde que se recogen los higos hasta que se recogen las brevas (es decir, “de higos a brevas”) pasan nueve. Esto justifica por qué la locución (que significa ‘muy de tarde en tarde’) no tiene la forma contraria, “de brevas a higos”.

30 abril 2011 19:20
Iñaki Cano dijo...

El mismo caso pero más extremo: ‘De Pascuas a Ramos’.

30 abril 2011 23:43
Solitarius dijo...

El satélite de la Tierra, o más exactamente su órbita, se usa también expresiones de cómputo de tiempo, cuando éste se mide por “lunas”, lo que no solo hacen los indios en las películas del Oeste. El “Diccionario del Español Actual” proporciona un ejemplo de Carmen Martín Gaite que se refiere a un cuento como “un viaje emprendido hace varias lunas”; y en Internet no es difícil encontrar expresiones como “ya van muchas lunas que no nos vemos” o “son muchas lunas las que te he llorado”. Como se ve, medir el tiempo por lunas sirve para dar un matiz poético, afectivo y nostálgico a su transcurso.

Contra lo que podría creerse -y lo que se explica en algún blog- la medición del tiempo por lunas no se debe a que la luna aparezca por la noche, de donde “una luna” = “una noche”. En realidad, la expresión, al menos en su origen, no es metafórica, sino estrictamente astronómica. La cuarta acepción de “luna” en el DRAE es sinónimo de “lunación”, que a su vez se define como ‘tiempo que tarda la Luna en pasar de una conjunción con el Sol a la siguiente’, lo que es una retorcida manera de referirse al mes lunar, ó más exactamente al mes sinódico (ver sobre esto el artículo “mes” en Wikipedia). De este modo, “muchas lunas” no significa (o no debería significar) “muchas noches”, sino “muchos meses” (lunares, claro).

01 mayo 2011 18:38
Mario dijo...

No sé si es exactamente lo que se pide, pero una medida del tiempo en uso en la época de mis abuelos eran las oraciones. No recuerdo con exactitud, pero parece que para cocer un huevo se ponía en agua hirviendo y se esperaba el tiempo de rezar un padrenuestro.

02 mayo 2011 13:50
jamillan dijo...

Gracias, Mario: parece que en realidad es para hacer un huevo pasado por agua.

Bien: podríamos ampliar la pesquisa a “modos informales de medir el tiempo”, ya sea aludiendo a fenómenos periódicos (la brevación de Marmolillo, la Pascua de Iñaki o la lunación de Solitarius) o a eventos con una duración arquetípica (el padrenuestro de Mario).

Siguiendo este último hilo, aportaré la caracterización de algo que ocurre muy rápidamente: “en menos tiempo que tarda en santiguarse un cura loco”.

02 mayo 2011 14:00
Solitarius dijo...

1.- Puestos a fenómenos no periódicos, me encanta la expresión “a cada muerte de obispo”, para referirse a algo que sucede muy raramente o una vez cada mucho tiempo.

2.- El ejemplo de José Antonio es un pariente festivo de “en un santiamén”, donde “santiamén” es un compuesto de las dos últimas palabras de la fórmula que los católicos recitan al santiguarse (“En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, amén”).

3.- Vaya, me han salido dos ejemplos que muestran la influencia de los ritos e instituciones de la Iglesia Católica en el lenguaje no religioso; con el de Iñaki y el de José Antonio, ya son cuatro. Esto daría para otro hilo.

4.- Para abandonar el terreno religioso sin salir de la recia idiosincrasia hispánica, de algo que sucedió hace mucho tiempo se dice que ocurrió “cuando Franco era cabo” (clase de tropa que, como oficial de carrera que era, nunca fue). La expresión tiene un cierto matiz peyorativo, pues se utiliza para denotar que algo tiene una antigüedad excesiva para ser tenido en cuenta en la actualidad.

02 mayo 2011 19:34
Anita dijo...

Una medida de tiempo muy corto, más corto que el santiamén, el pestañeo: en un abrir y cerrar de ojos.

02 mayo 2011 23:28
precarisimo dijo...

Una variante de “primaveras” que a veces oigo es “abriles”. Como en “Fulanita ya ha cumplido dieciocho abriles”.

El ejemplo de solitarius: “cuando Franco era cabo” también lo he oído. Y otra variante, quizás un madrileñismo, “cuando se hacía la mili con lanza”. Naturalmente, es un ejemplo absurdo pero muy gráfico.

Otro ejemplo que se me ocurre es “suspiros” -parecido a telediarios-: a “Menganito le quedan dos suspiros”.

Otro ejemplo, que no sé si es de tiempo, es: “le falta un hervor”.

03 mayo 2011 15:33
jamillan dijo...

Como siempre: gracias a todos… Abriles y muertes de obispo como eventos con espaciado propio (periódico el primero, no tanto el segundo); santiamenes, pestañeos y suspiros como actos de duración arquetípica breve (el suspiro lo veo más bien en frases como “ha pasado en un suspiro”, con 58.000 gugles).

El hervor lo veo más bien como una metáfora de maduración, más que de duración (si se me permite el chiste).

La graduación del Caudillo y el arma utilizada en el servicio militar obligatorio deberían considerarse más bien “hitos de lejanía en el tiempo”, junto a los “tiempos de Maricastaña”, “cuando el rey que rabió” y otros.

¡Cómo es esto de la lengua!, ¿eh?

03 mayo 2011 17:43
Iñaki Cano dijo...

¿Y qué os parece lo de hacer algo en un pliqui?

04 mayo 2011 13:36
Mary Rose G. Screen dijo...

Me suena haber leído o escuchado “le quedan dos cortes de pelo”, en referencia al inminente viaje al otro barrio de un individuo.

Y ya que estamos metidos en harina, ciertas acciones breves también se miden en “periquetes”. ¿De dónde vendrá eso?

En cuanto a “hitos de lejanía en el tiempo”, cuando era pequeña y me enteraba tarde de alguna novedad importante, mi hermana me decía irónicamente -Y se ha muerto Manolete. Efectivamete, era un hito lejano, tanto que no pescaba la gracia del chiste (yo ya pertenezco a la generación Paquirri).

10 mayo 2011 10:58
Mario dijo...

T.S. Eliot escribió en 1917, en “The Love Song of J. Alfred Prufrock”:

“Have known the evenings, mornings, afternoons,
I have measured out my life with coffee spoons”

‘He conocido las noches, mañanas, tardes,
he medido mi vida con cucharadas de café’

http://www.bartleby.com/198/1.html

01 junio 2011 12:15
Solitarius dijo...

Mary Rose:

Sobre el origen de la voz “periquete” (que sólo se usa en la expresión “en un periquete”) hay dos teórías:

1.- Corominas en su “Diccionario Etimológico” la da como derivado de “perico”, originariamente diminutivo de “Pero”‘ (Pedro) y a partir de ahí ‘especie de papagayo’ y, por otra vía, ‘antiguo tocado de pelo postizo’; pero, hasta donde he podido investigar, no explica cómo se habría formado la expresión ni qué relación guarda con cualquiera de las dos acepciones de “perico”.

2.- Por eso me parece más sugestiva la hipótesis del profesor gallego José Luis Pensado Tomé, que en 1998 publicó en el “Boletín de la Real Academia Española” (tomo 78, cuaderno 273) unas “Notas etimológicas” (pp. 121-130), la segunda de las cuales se titula “En un periquete” y aventura que la palabra en cuestión se formó a mediados del s. XIX por metátesis de “repiquete”, voz que el Diccionario define como “repique vivo y rápido de campanas parecido al redoble del tambor”. Lógicamente, el repiquete (que, según el Diccionario de Autoridades se producía golpeando la campana con un instrumento de hierro distinto del badajo) debía de ser de breve duración (pensemos en el repiqueteo de la campanilla en la misa católica), y por ahí se formaría la expresión. Lamentablemente, el artículo del Prof. Pensado no está disponible en línea.

Un saludo, y a mandar.

01 junio 2011 20:49
Mary Rose G. Screen dijo...

¡Guau! ¡Gracias Solitarius!

09 junio 2011 16:21
Iñaki Cano dijo...

No porque yo ignorase los preceptos,
gracias a Dios, que ya, tirón gramático,
pasé los libros que trataban de esto
antes que hubiese visto al sol diez veces
discurrir desde el Aries a los Peces.

(Lope de Vega, Arte nuevo de hacer comedias en este tiempo, 1609).

P. S.: ¿Qué será un tirón gramático?

12 junio 2011 00:39
jamillan dijo...

Bonito ejemplo, Iñaki.

Sobre la duda: creo que la buena lectura de ese verso debería ser:

gracias a Dios, que ya, Tirón gramático,

y sería un alusión al esclavo y luego liberto de Cicerón, editor de sus obras, autor de escritos sobre la lengua latina e inventor de la taquigrafía:

http://en.wikipedia.org/wiki/Marcus_Tullius_Tiro

13 junio 2011 13:36
Solitarius dijo...

Cabe añadir que si Lope se equipara a Tirón (en minúscula en casi todas las ediciones, para acabar de ponerlo difícil), en un contexto en el que el autor se remonta a sus diez años de edad, es, porque, según Juan Manuel Rozas, Tirón era el ejemplo por antonomasia del joven gramático o del aprendiz de Gramática. Esto Rozas ya no lo explica, pero por mi propia “investigación” en la red aventuro que la razón se encuentra en que en una de sus cartas a Ático (7.2), Cicerón, además de demostrar verdadero afecto por su liberto, lo describe como “adulescentem”, lo que los ingleses traducen como “joven” y los españoles, instintivamente, tenderíamos a traducir por “adolescente” (en realidad, parece que el término abarcaba de los 17 a los 30 años).

La nota de Rozas a “tirón gramático” se encuentra en su estudio “Significado y doctrina del arte nuevo de Lope de Vega”, SGEL, 1976, disponible en línea en la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes. La carta de Cicerón (bilingüe español-inglés) puede encontrarse en la página de Open Library (openlibray.org)

13 junio 2011 18:26
jamillan dijo...

Gracias, Solitarius (aunque podías aportar las respectivas URLs para mayor facilidad).

Casualidades de la vida, Juan Manuel Rozas fue profesor mío…

15 junio 2011 11:46
Solitarius dijo...

Sois insaciables. Ahí van las URL que demanda JAM.

Rozas:
http://bib.cervantesvirtual.com/servlet/SirveObras/00367397533592395332268/p0000001.htm#I_1_

Cicerón: http://ia600500.us.archive.org/13/items/letterstoatticus02ciceuoft/letterstoatticus02ciceuoft_djvu.txt

Ya que estamos: El profesor Rozas falleció en 1986, a los 50 años de edad. Y, obviamente, la edición bilingüe de Open Library no es español-ingles, sino latín-inglés.

15 junio 2011 17:18
Iñaki Cano dijo...

Mil gracias a ambos. Por mi cuenta había llegado a un diálogo precioso de Juan Luis Vives para aprender latín (Exercitatio linguae latinae) en que uno de los interlocutores se llama Tirón. La nota aclara lo que ya sabemos: que es un cognomen clásico con el sentido de ‘aprendiz’, y también se menciona al liberto de Cicerón.

Pero me habéis roto el corazón al descubrime que no soy adolescente. Por traer otro ejemplo literario sobre el curso del tiempo, esta vez a través de una isotopía, digamos que me encuentro nell mezzo del cammin della mia vita.

16 junio 2011 00:38
Solitarius dijo...

Lo bueno que tiene la colaboración en línea es que uno no para de aprender gracias a los demás…y a costa de sus propios errores. El enlace de la última apostilla de Iñaki (¡gracias!) me ha servido para darme cuenta de que, sin llegar a incurrir en franco yerro, el prof. Rozas, JAM y yo mismo, sucesivamente, hemos ido pasándonos un poco de listos. Me explico:

1.- La pabra “tirón” (del latín “tiro -onis”, con el mismo significado) figura aún hoy, y desde su primera edición (no en Autoridades), en el Diccionario de la Academia, con la definición de “aprendiz, novicio” y la marca de “desusado”, que indica que su última aparición documentada es posterior a 1500 pero anterior a 1900. Hasta la 13ª ed. (1899) la definición era “bisoño o nuevo en algún arte o disciplina”.

2.- Obviamente, la palabra latina no se formó a partir del nombre del liberto de Cicerón, sino, como es propio de los “cognomina”, al revés. Al liberto se le dio el praenomen y el nomen de su antiguo amo y se le puso de cognomen “Aprendiz”, igual que su examo (sic, así lo quiere la Academia) llevaba por cognomen algo así como “garbancito”, creo que por la forma de su nariz.

3.- De este modo, el “tirón gramático” de Lope (no en vano con minúscula, y el detalle debería habernos hecho sospechar, al menos al profesor Rozas) no es nada distinto del “religioso tirón” que aparece en una poesía de Góngora de 1624 o del “tirón” que con el significado etimológico de “recluta, soldado bisoño” (esta es la primera acepción latina) aparece más de una vez en el “Sumario de la milicia antigua y moderna”, escrito en 1607 por Cristóbal de Rojas (registros obtenidos en CORDE); y su significado puede explicarse perfectamente sin necesidad de acudir a la erudición latina, aunque el dato del Tirón histórico pueda acompañarla.

4.- Todo parece indicar que “tirón”, con el significado de “aprendiz” o “recluta”, no es sino uno más de los cultismos latinos con que el Barroco enriqueció el léxico del español, sólo que este en particular no arraigó verdaderamente en el uso y lo más probable es que no figurase en el DRAE si hubiera ya un Diccionario Histórico, pues en CORDE no he encontrado registros con ese significado posteriores a los citados arriba.

En fin, perdonad estos pujos de “tirón lexicógrafo” que profundizan el “off topic” en que nos hemos adentrado, pero ya sabéis que soy incapaz de resistirme a meterme en estos charcos.

18 junio 2011 19:04
jamillan dijo...

Bueno: ¡qué off topic más sabroso, este del Tirón/tirón!

19 junio 2011 12:53
Solitarius dijo...

Por casualidad me encontré el otro día con el término inglés “tyro” (también con la grafía “tiro”), con el mismo significado y etimología que nuestro “tirón”, pero al parecer con mayor arraigo, pues aparecía en una obra de finales del s. XIX (quizá facilitado porque se refería a un aprendiz de lenguas extranjeras) y he visto que figura en numerosos diccionarios en línea, tanto británicos como americanos. Es más: acabo de encontrar registros en publicaciones periódicas de este mismo año. (Fuente: http://wordsmith.org/words/tyro.html ).

En cambio, no lo he encontrado en diccionarios de lenguas romances, salvo en italiano y con el significado especializado de “recluta del antiguo ejército romano”, que corresponde a su origen histórico.

De nuevo el rico caudal léxico del inglés y su carácter “criptorromance”, como dijo no recuerdo quién.

01 diciembre 2011 18:09